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En abril fue el acuerdo con el FMI donde se establecieron que las bandas del dólar bajarán 1% desde la punta inferior y subirán 1% desde el extremo superior, por lo que en noviembre, una vez pasadas las elecciones, estarán en $ 932 y $ 1501, cuando ahora en agosto se encuentran en $ 961 y $ 1457, ya que se trata de interés compuesto.

En marzo se cumplirá el primer año, y se extenderán hasta el 77% entre una punta y la otra: $ 895 y $ 1562.

Frenar al dólar

El Gobierno quiere evitar a toda costa que hoy el dólar se acerque siquiera a los $ 1400, por eso avanza con la unificación de encajes para corregir la ventaja que tenían los money market y trasladar a los bancos -y no al Tesoro- el costo de los pesos inmovilizados.

A través de esto, se busca un fondeo más estable y menos expuesto a la rotación de esos fondos.

En abril fue el acuerdo con el FMI donde se establecieron que las bandas del dólar bajarán 1% desde la punta inferior y subirán 1% desde el extremo superior, por lo que en noviembre, una vez pasadas las elecciones, estarán en $ 932 y $ 1501, cuando ahora en agosto se encuentran en $ 961 y $ 1457, ya que se trata de interés compuesto.

El equipo económico continúa nivelando los encajes con el objetivo de terminar con las distorsiones que generaban los encajes diferenciados para los money market y aumentando el encaje de los depósitos a la vista para que sean los bancos, y no el Tesoro, quienes paguen el costo financiero de tener los pesos estacionados, revelan desde Delphos Investments.

Freno de mano

Justo cuando el dólar se iba para arriba, el Banco Central publicó la Comunicación "A" 8289 el jueves pasado, que eleva en diez puntos la exigencia de efectivo mínimo para depósitos a la vista, fondos money market, pases pasivos y cauciones bursátiles tomadoras, llevándola al 40%.

Como el encaje se verifica por promedio mensual, los bancos captaron depósitos durante julio asumiendo un requisito del 30%; al comenzar agosto con una alícuota del 40%, deberán inmovilizar de modo imprevisto un 10% adicional sobre el mismo stock, lo que encarece retroactivamente el fondeo y drena liquidez. Vale destacar que, desde diciembre de 2023, la política de encajes se endureció de forma sostenida.