Wall Street incorpora una "cláusula Weinstein" contra abusos sexuales

Después del caso de abusos contra el ex productor de Hollywood, los inversores exigen en los contratos de adquisiciones de empresas un resarcimiento económico en caso de que algún ejecutivo sea denunciado

Qué lejos empieza a quedar el universo de la serie "Mad Men", que retrataba las relaciones entre hombres y mujeres de una agencia de publicidad estadounidense en los años 1960, marcadas por el machismo y el sexismo, cuando se observan disposiciones como la nueva "cláusula Weinstein", que se va imponiendo con cada vez más fuerza en Wall Street.

Porque ahora los inversores exigen agregar, en los contratos de fusión o adquisición de una empresa que cotice en la bolsa, una garantía escrita de que serán resarcidos económicamente en caso de que algún ejecutivo de la compañía adquirida sea denunciado como abusador sexual o involucrado en un escándalo de ese tipo.

Esta práctica, que nació hace seis meses atrás y ya involucra a siete acuerdos de compra de compañías de EE.UU., según Bloomberg, fue bautizada como "cláusula Weinstein", a raíz del caso que llevó a la cárcel a Harvey Weinstein.

Sin anonimato

Para el otrora poderoso productor de Hollywood y actualmente preso luego de que, en octubre de 2017, comenzaran a llover las denuncias en su contra por violaciones y abusos sexuales, el anonimato está cada vez más lejos. Sobre todo ahora, con esta nueva modalidad que se impone en Wall Street de utilizar su nombre para identificar los criterios a seguir en caso de que haya que resolver un escándalo sexual dentro de una empresa adquirida.

Esta cláusula, recomendada por abogados y asesores financieros a sus clientes para ser incorporada dentro de los contratos a firmar, garantiza a los inversores que la empresa en proceso de compra se compromete a que, en el momento del acuerdo, ningún ejecutivo esté atravesando una demanda judicial de naturaleza sexual. Y establece cómo deberá ser calculado el resarcimiento (parcial o total) si se destapa un caso con estas características.

"En el conocimiento de la empresa, no se realizó ninguna acusación de abuso sexual contra ninguno de los directores, administradores o ejecutivos de las compañías adquiridas que, directa o indirectamente, tengan a su cargo a por lo menos ocho empleados de las compañías adquiridas, y las compañías adquiridas no iniciaron ningún tipo de acuerdo judicial relacionado con acusaciones de abuso sexual o conducta sexual impropia por parte de algún empleado, contratista, director, administrador u otro representante", es el modelo de cláusula que se está incorporando a los contratos, de acuerdo con Bloomberg.

Casos concretos

La compra de la cadena de restaurantes estadounidense Barteca por parte del grupo Del Friscos, ocurrida en junio pasado, incluyó una garantía escrita como esta, y es una muestra de los rápidos reflejos que viene teniendo Wall Street con el caso Weinstein, a tan solo diez meses de su estallido.

Algunos de los contratos que se firmaron en el mundo corporativo a partir de febrero de 2018 incluyeron cláusulas en las que el resarcimiento contemplaba el bloqueo de un monto equivalente al 10% del precio de compra.

Pero no es solo por el caso Weinstein que los mercados financieros se decidieron a exigir un salvavidas contra los abusadores. Fue gracias al movimiento #MeToo de reinvindicación de los derechos de las mujeres (que finalmente sacó a la luz muchos más casos de abusos por parte de ejecutivos y políticos) que los inversores comprendieron lo dañino que era mirar para otro lado y hacer como si nada estuviera ocurriendo.

Porque el valor de una empresa puede verse seriamente afectado en caso de que se descubra un escándalo de esta naturaleza. Es justamente lo que podría sucederle a la compañía de medios CBS (en tratativas para fusionarse con el grupo Viacom), cuyo CEO Leslie Moonves está siendo investigado por conducta impropia hacia varios de sus empleados. O el caso de Jonathan Bush, ex CEO de Athenahealth (especializada en tecnologías de salud), quien tuvo que renunciar por denuncias de abuso sexual, hecho que destrabó la venta de la empresa al fondo Elliot Management por más de u$s 6300 millones.

Pocos casos

A pesar de que el uso de la "cláusula Weinstein" se extienda por Wall Street, llama la atención la poca cantidad de casos de denuncias por abuso sexual que se hayan dado dentro del sector financiero de EE.UU. En la visión de Sallie Krawcheck, ex jefa de Merrill Lynch Wealth Management, "muchos periodistas me llaman para preguntarme dónde está el Harvey Weinstein de las finanzas. Tal vez todavía tenemos que esperar para que sea desenmascarado. O en una de esas, estas prácticas siempre ocurrieron y no se trata de un solo hombre en particular".

En ese sentido, ya existe un antecedente de 1996, cuando 20 empleadas del banco Smith Barney iniciaron una demanda colectiva contra la entidad para denunciar el clima de acoso sexual que existía por parte de sus colegas. Tras una mediación, el banco aceptó pagar u$s 150 millones para frenar la demanda.

Sin embargo, según distintos testimonios de ejecutivas del sector, estas prácticas siguen existiendo y siempre se resuelven con acuerdos extrajudiciales y cláusulas de confidencialidad. Esto no beneficia a ninguna de las partes, ya que por un lado permite que los acusados puedan seguir sus carreras en el sector financiero sin quedar marcados, pero por el otro, cuando se presentan denuncias sin fundamento, no se puede verificar la veracidad de las mismas.

Esto queda claro a través del testimonio de un abogado citado por The Wall Street Journal: "Recibimos cuatro veces más consultas desde el caso Weinstein. Tal vez ya terminó la época en que los brokers le ponían nota a las mujeres que veían pasar, pero el acoso sexual sigue existiendo en el sector financiero".

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