EN CRÉDITOS PRENDARIOS, HAY 7 MILLONES DE ESTADOUNIDENSES ATRASADOS EN SUS PAGOS

Trump dice que la economía va mejor que nunca pero hay récord de mora

El dato fue publicado por la Fed de Nueva York. Esta situación no se vivía desde 2011, cuando todavía se sentían los efectos de la crisis de las hipotecas

¿Crisis, qué crisis?, parecería contestar desafiante Donald Trump cuando se le exhiben datos preocupantes respecto de la marcha de la economía estadounidense que, por lo visto, no goza de tan buena salud como el presidente suele regodearse.

Recientemente, la Reserva Federal de Nueva York publicó un dato que sorprendió a todos: más de 7 millones de particulares se encuentran morosos en sus créditos prendarios (destinados a la compra de automóviles), con una mora de por lo menos 90 días.

Esta es una situación que no se vivía desde 2011, cuando todavía se sentían los efectos de la crisis subprime.

Las estadísticas presentadas por el organismo pueden llegar a tener el mismo efecto que el de un vaso de nafta en un incendio. Porque hace rato que Trump y la Fed libran una sorda batalla por imponer su criterio o, mejor dicho, su propia visión de la economía.

 

Realidades paralelas

 

Como si se tratara de dos realidades paralelas, el presidente se queja permanentemente de que el máximo organismo monetario no percibe lo bien que van las cosas, y por eso se mantuvo impertérrito durante todo el año pasado sin dejar de elevar la tasa de interés de referencia, a riesgo de ahogar la bonanza económica.

Desde que llegó a la presidencia en enero de 2017, la Fed subió la tasa en siete oportunidades, llevándola de un piso del 0,75% a un techo del 2,50% (cuatro de esas veces ocurrieron durante 2018).

Ya en octubre del año pasado, Trump recurrió a uno de sus habituales exabruptos para evitar que siguieran aplicando su política monetaria contractiva (desde que confirmaron el fin de la crisis subprime que lo vienen haciendo para evitar el recalentamiento económico).

"El problema viene de la Fed, que está cometiendo el error al mostrarse tan estricta. Creo que se volvió loca", disparó el magnate, y como si fuera poco agregó: "La economía se encuentra en niveles récord y no quiero desacelerarla ni siquiera un poquito, particularmente cuando no tenemos problemas con la inflación".

Como en diciembre la Fed siguió mostrando suficiente independencia política para seguir con su programa de suba de tasas, Trump volvió a la carga, preocupado por el impacto que pudiera tener esa medida en su campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2020.

Como buen populista, no le preocupa que la economía se mantenga estable en el largo plazo, sino que en el corto crezca al máximo para potenciar sus chances de ser reelecto, a costa de aumentar los exorbitantes niveles de déficit fiscal y endeudamiento público.

Por eso trascendió a fines del año pasado que el presidente había evaluado la posibilidad de despedir a Jerome Powell, máxima autoridad de la Fed, según publicó Bloomberg.

Si bien Trump tiene la facultad de hacerlo, la señal que enviaría a los mercados financieros sería muy mala, ya que la independencia del organismo quedaría seriamente dañada.

Finalmente, vencido por las presiones o porque considera que los datos económicos no son los que se imaginaba, Powell salió a decir a principios de 2019 que "Seremos pacientes mientras vemos cómo evoluciona la economía".

 

Crecen los morosos

 

La "paciencia" a la que se refirió el funcionario tiene que ver con los datos de la mora en los créditos prendarios que la Fed de Nueva York dio a conocer la semana pasada.

Según los datos, estos préstamos para la compra de vehículos alcanzaron a fines de 2018 un total de u$s 1,3 billones, por detrás de los estudiantiles (u$s 1,5 billones) y los hipotecarios (u$s 9 billones), pero siguen en aumento.

En total, la deuda de los particulares alcanzó los u$s 13,5 billones, de acuerdo con los cálculos del organismo regional.

En primer lugar, el aumento en el nivel de mora se debe a que creció de manera significativa la cantidad de créditos otorgados (a mayor cantidad de préstamos, automáticamente crecen las moras e impagos). Solo durante el cuarto trimestre de 2018 se otorgaron 89 millones de nuevos préstamos.

Medido en cifras anuales, se prestaron u$s 584.000 millones para comprar autos en todo 2018 (+3% anual), un nivel que nunca se había alcanzado desde que la Fed publica estas estadísticas.

En cuanto a la calidad crediticia de los préstamos (un detalle fundamental, porque fue el causante de la crisis hipotecaria subprime de 2008), los datos muestran que la mayoría fueron contraídos por las familias con mayores recursos (30% del total).

Mientras tanto, los de peor calidad crediticia (o subprime), alcanzaban el 22% a fines de diciembre pasado.

Respecto de estos datos, el informe del organismo prefiere ver el vaso medio lleno y considerar que el volumen actual de créditos prendarios es el de mejor calidad crediticia desde el año 2000.

Pero también se lo podría ver al revés, y considerar que un 22% de subprime es un riesgo demasiado alto para el corto y mediano plazo si la economía empieza a desacelerarse.

A pesar de ello, la Fed manifestó que le preocupa que siga creciendo el nivel de morosidad dentro de un contexto de pleno empleo, porque tradicionalmente las familias estadounidenses consideran prioritario estar al día en las cuotas de sus créditos prendarios, incluso por encima de los hipotecarios.

Sin embargo, esta situación se explica por el perfil de una parte de los tomadores de estos créditos.

Muchos de ellos son menores de 30 años y están mucho más expuestos al riesgo de default, ya que todavía se encuentran embarcados en devolver también los préstamos estudiantiles que tomaron para pagar sus estudios.

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