MIENTRAS EL PESO SE DEVALUABA LOS SOCIOS COMERCIALES SE APRECIABAN

La previa de las PASO llevó al peso a su menor valor real desde abril de 2016

El peso inició su derrumbe en mayo de la mano de varias monedas de la región. Pero después, siguió cayendo solo. Tiene mucho camino para alcanzarlas

En el tramo final hacia las primarias abiertas simultáneas y obligatorias la incertidumbre electoral tomó el timón del mercado cambiario local. Como resultado, el peso argentino se desacopló de la suerte del resto de las monedas de la región a la para de las que suele moverse desde la eliminación del cepo. La diferencia de velocidades entre los movimientos de la moneda local y los de países emergentes hizo que en términos competitivos, el peso se abaratara a su menor valor desde abril de 2016.

El rally del dólar en el mercado cambiario local se dio a contramano de lo que pasaba a nivel local y regional. Mientras el Banco Central (BCRA) debió salir a hacer varias intervenciones en el mercado cambiario para que el precio no se disparara ante el paso al costado de los oferentes habituales de divisas, las tomas de coberturas de los fondos de inversión y las compras en manada de resto de los jugadores que preferían no quedar vendidos durante el acto electoral.

Desde el mes de mayo, cuando el dólar cambió la tendencia bajista que arrastraba desde el inicio del el año, la suerte de las monedas de la región se separó. Primero, impulsadas por la salida de capitales de la región tras el "efecto Temer". Pero después de ese arranque, el peso argentino siguió con sus caídas frente al dólar mientras el resto de las monedas de la región se estabilizaban.

El ejemplo más patente es el del propio real brasileño, que desde el derrumbe inicial recuperó prácticamente todo lo perdido y el dólar le gana apenas 1,34% desde el primero de mayo hasta el viernes pasado. Esto compara con una suba del dólar del 15% frente al peso argentino en el mismo plazo. En términos anuales, el real brasileño se mantiene prácticamente sin cambios en los últimos doce meses, mientras que en Argentina el dólar sube 20%.

La estabilidad de las monedas de los países de la región es bastante generalizada. El peso chileno, por ejemplo, no se mueve en comparación con su valor de los últimos 12 meses y se aprecia frente al dólar de mayo a esta parte. El peso mexicano se aprecia levemente a un año vista y el dólar pierde 5,88% en el mismo período. El sol peruano, mientras tanto, está prácticamente sin cambios en los últimos doce meses.

Como resultado de esos movimientos disímiles, el tipo de cambio real multilateral la medida de qué tan caro o barato está el peso en términos competitivos tuvo su mayor mejora desde la salida del cepo cambiario. El indicador, cuya base 100 fue fijada el 17 de diciembre de 2015 justo después de la eliminación de las trabas cambiarias, muestra que el peso se abarata en comparación con sus socios comerciales cuando sube y se encarece cuando baja.

El atraso cambiario de principios de año fue prácticamente borrado y, más aún, hasta el viernes el peso estaba en su valor real más barato desde abril de 2016.

Con datos parciales al 11 de agosto, el índice de tipo de cambio real multilateral promediaba 94,1 puntos, a poco del nivel del día en que se salió de cepo. Desde abril del año pasado que no alcanza un nivel mensual tan alto.

Así como mide la relación con las monedas de 12 socios comerciales, el BCRA también mide tipos de cambios bilaterales con cada uno de esos socios comerciales. El tipo de cambio real con Brasil promedia en lo poco que va de agosto 111 puntos, su mayor nivel desde 2014.

 

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