La acción de General Electric deja el Dow Jones tras más de un siglo

Se debe a los problemas estructurales que atraviesa la compañía y que reflejan el declive de las grandes empresas industriales de EE.UU. Fue una de las primeras del Dow Jones

"Todo es cambio, no para dejar de ser, sino para convertirse en lo que todavía no es", afirmó el estoico Epícteto en el siglo I, sin poder siquiera imaginar las transformaciones que iban a dar nacimiento a los mercados financieros, Wall Street, el índice Dow Jones, o uno de los símbolos del capitalismo de EE.UU., como es la compañía General Electric (GE).

 

A pesar de ello, la máxima del filósofo griego es hoy de absoluta actualidad para la centenaria empresa, fundada por el famoso inventor Thomas Alva Edison. Porque tras la decisión de Dow Jones de retirar la acción de GE de su panel general DJIA, empieza un período de incertidumbre respecto del futuro del conglomerado nacido en el sector eléctrico.

El anuncio de la empresa S&P Dow Jones Indices, encargada de determinar la composición de los indicadores líderes de Wall Street, fue realizado a mediados de la semana pasada, y se justificó en el deseo de reflejar de manera más fidedigna hacia dónde se dirige la economía estadounidense.

"GE formaba parte de los primeros miembros del DJIA en 1896, y fue permanente a partir de 1907. Desde entonces, cambió la economía de EE.UU., siendo más relevantes las empresas de los sectores del consumo masivo, financiero, de salud y tecnológico. Mientras tanto, las compañías del sector industrial fueron perdiendo peso", explicó David Blitzer, presidente del comité que definió la salida de GE del índice Dow Jones.

Por más que estos cambios se produzcan de manera gradual (vale la pena recordar que el primer boom de las empresas punto com y el posterior estallido de su burbuja especulativa ya cumplieron casi dos décadas), la noticia del retiro de la acción de GE marca el fin de una época en Wall Street.

Emblema del siglo XXGeneral Electri

 

c es uno de los emblemas de la historia de la economía estadounidense durante el siglo XX, del apogeo de su industria y de su decadencia a manos de competidores más eficientes, en Japón primero, y luego en Corea del Sur y China, principalmente. Y de las promesas imposibles de cumplir del actual presidente Donald Trump, de devolver la "grandeza" perdida al sector industrial de EE.UU., con la reapertura de fábricas en localidades del interior del país que tuvieron que cerrar por la competencia asiática.

Hace por lo menos dos años que GE lucha contra una crisis interna en dos de sus principales mercados: el energético y el financiero. El principal problema que atraviesa el grupo se encuentra en las energías convencionales (principalmente gas y carbón), por una fuerte desaceleración de esos mercados.

Desde su pico de u$s 60 en el año 2000, el valor de su acción cayó más de un 80% (hoy se ubica por debajo de los u$s 13), lo que provocó una caída en la ponderación de la compañía dentro de la composición del índice, actualmente por debajo del 0,5% del total.

Es dentro de este contexto que su CEO, John Flannery, busca desesperadamente cómo salvar a la empresa. Para ello, a principios de 2018 planteó incluso la posibilidad de desmembrarla y vender algunas de las "joyas de la corona", por un valor de u$s 20.000 millones. Está previsto el despido de miles de empleados en todo el mundo y, por primera vez en la historia, su directorio evalúa no pagar dividendos en 2019 (la empresa ha tenido históricamente una política muy generosa hacia sus accionistas, quienes sufrieron un primer recorte del dividendo en 2009, tras la crisis subprime).

El objetivo de Flannery es concentrarse en las áreas donde GE es más competitiva, como salud, energías renovables y aeronáutica, pero todavía no les queda claro a los analistas si la reestructuración va a ser exitosa.

Un Farmacity de EE.UU.Mientras tanto, ya está calentando en el borde de la cancha la empresa que va a reemplazar a GE: se trata de Walgreens Boots Alliance, una gigantesca cadena de farmacias, similar a nuestra Farmacity, aunque mucho más poderosa.

 

El suplente de GE va a subir al panel general a partir del martes 26 de junio, "para que el DJIA sea más representativo de los sectores del consumo masivo y de la salud en la economía estadounidense", indicó Blitzer. Claramente, el ejecutivo de Dow Jones no se cree demasiado el eslogan de "Make America Great Again" ("Hacer Grande de Nuevo a EE.UU."), porque si no, conservaría en su panel general a uno de los símbolos de la industrialización a lo Trump.

Pero la realidad indica que llega al DJIA la cadena Walgreens, que se suma a las farmacéuticas Johnson and Johnson, Merck, Pfizer y United Health, y a las empresas de consumo masivo como McDonalds, Coca-Cola, Walmart, Nike y Home Depot. También hay algunas compañías como Procter & Gamble que perfectamente pertenecen a ambas categorías.

Sin embargo, para muchos analistas este reemplazo no sería sinónimo de verdadera renovación en el perfil del índice, por lo menos en la medida en que lo planteó Flannery. Porque se estaría pasando de una empresa del sector industrial tradicional de mediados del siglo XX, a una del sector minorista de la segunda mitad del siglo pasado. Los expertos no ven que el índice Dow Jones, menos seguido por los inversores que el S&P 500, refleje cabalmente la economía estadounidense del siglo XXI.

Tal vez, todavía el DJIA no haya finalizado su proceso de cambio, lo que dificulta percibir en qué se podría terminar convirtiendo. Lamentablemente, Epícteto ya no está entre nosotros para aclararnos estas dudas.

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