Con Biden el mundo juega a favor de Argentina, pero piden cambios estructurales

La política monetaria seguirá siendo expansiva, propiciando un dólar a nivel global débil y tasas de interés ultra bajas. Se da un contexto positivo para las materias primas y emergentes. 

Dada la existencia de un Congreso dividido en EE.UU., se espera que la reactivación económica recaiga aún más sobre la Reserva Federal (Fed) vía una política monetaria laxa por mas tiempo y máas agresiva. Esto implica hacia adelante, un contexto de dólar débil y tasas bajas por un tiempo, al menos hasta que la inflación comience a dar señales de alerta. De esta manera, se da un escenario positivo para emergentes. Para analistas, Argentina necesitará corregir sus desequilibrios macro para aprovechar dicho contexto.

Si bien la victoria de Biden a la presidencia de Estados Unidos es un hecho fundamental para el futuro económico y político del mundo, que la elección haya arrojado un Congreso dividido genera pocas expectativas de cambio estructural y con dificultades para poder avanzar en programas fiscales agresivos para impulsar a la economía tras la crisis del coronavirus. El mercado especula con una carga aún mayor sobre la política monetaria y con un rol más protagonista de la Fed para levantar a la economía. Así, es esperable que las tasas sean bajas por un tiempo prolongado, factor que podría jugar a favor de los mercados emergentes.

Adrian Yarde Buller, economista jefe de Grupo SBS espera que las tasa de interés bajas se sostengan por un tiempo prolongado: “La elección delineó un escenario político proclive a un aumento de los estímulos fiscales sin mayores regulaciones, mientras la vacuna de Pfizer dio al mercado una esperanza de normalización que hasta ahora no existía. Es esperable que las miradas pasen a estar posadas sobre la reacción de la Fed, especialmente si se comienza a consolidar un escenario de salida de la crisis sanitaria, aunque creo que la entidad va a inclinarse por seguir manteniendo tasas bajas durante un largo tiempo".

"Este es un escenario ideal para los mercados en general y para las economías emergentes en particular, ya que anticipa un dólar más débil, aumentos de precios para los commodities, apreciación de monedas de mercados emergentes y mayor apetito por activos de alto riesgo , comentó.

Fernando Diaz Lopez, portfolio manager de Cohen proyecta que la política monetaria en la era Biden va a tener un papel protagónico por sobre la política fiscal en la recuperación económica de EE.UU. para el 2021 ya que quedarían divididas las mayorías en ambas cámaras.

Con el Congreso dividido, los paquetes de estímulo fiscal anunciados en campaña por Biden podrían ser difíciles de ejecutar, limitando el músculo que puede tener lo fiscal para reactivar el nivel de actividad de Estados Unidos. Así, un rol más activo de la política monetaria se puede efectivizar manteniendo las tasas de interés cortas cerca del 0%, aumentando la intervención de la Fed en el tramo de tasas de interés de 5 a 10 años, y aumentando el programa de recompra de bonos. Estas medidas llevarían a un aplanamiento de la curva de rendimientos de los bonos americanos junto con un dólar más débil lo que beneficia las economías exportadoras y a los precios de los commodities , remarcó.

Impacto sobre la Argentina

De esta manera, se espera que el mundo enfrente años de hiperliquidez y de tasas ultra bajas, factor que beneficia a los mercados emergentes a nivel global, incluyendo a la Argentina. El problema central que enfrenta Argentina es que por sus niveles de tasas de interés queda fuera de los mercados de capitales globales a la vez que, con una brecha cambiaria en el 80% hace que los beneficios de las materias primas al alza queden contenidos ya que el exportador sigue sin tener atractivo para liquidar su cosecha.

Así, para capturar los beneficios que podría ofrecer el mundo, los analistas esperan que se den mayores señales estructurales para corregir los desequilibrios que enfrenta el país.

Francisco Velasco, head de research de Banco Mariva explicó que estima que las tasas bajas se mantendrán en esos niveles por un tiempo largo, favoreciendo a mercados emergentes. Sin embargo advirtió que el beneficio sobre Argentina podría ser limitado.

"A partir del triunfo presidencial de Biden, pero siendo muy probable que se mantenga el status quo en el Congreso, existiría menos margen para estímulo fiscal por lo que la política monetaria debería continuar siendo acomodaticia. Esto implicaría tasas bajas por mucho tiempo, en línea con lo que sugirió la Fed el jueves pasado. Teóricamente es positivo para todos los emergentes, pero en el caso de Argentina los spreads de la deuda son tan elevados, que el impacto de variaciones en la tasa libre de riesgo es menos relevante que en países que operan a niveles más normales", agregó Velasco.

En cuanto a los impactos sobre Argentina, Yarde Buller destacó que el país enfrenta desafíos estructurales y macroeconómicos tales que limitarían el beneficio de tasas bajas a nivel global.

En el caso de Argentina esto también es cierto, aunque para poder subirnos a esta ola creo que hará falta mostrar señales más firmes de consolidación fiscal, prudencia monetaria y normalización cambiaria , estimó el economista jefe de Grupo SBS.

En la era Macri se dio un contexto que complicó fuertemente al país. El dólar a nivel global subió al igual que subieron las tasas de interés, generando una salida de fondos de mercados emergentes. Esto hizo que las monedas de dichos países, incluido nuestro país, se desestabilicen. Los precios de las materias primas en la era Macri no subieron a la vez que la sequía jugo un papel fundamental para profundizar los desequilibrios macro que enfrentaban el país. De esta manera, el contexto global juega mucho más a favor que en el pasado ya que las tasas seguirán bajas y el dólar se espera que se mantenga débil.

Fernando Diaz Lopez, portflio manager de Cohen remarcó que tanto la baja de tasas, el debilitamiento del dólar y el aumento del precio de los commodities beneficia directamente a la economía argentina.

“Una suba en el precio de los commodities como la soja ayudaría a fortalecer las exportaciones, y por ende a la balanza comercial. Un debilitamiento del dólar ayuda a que el peso argentino recupere competitividad versus países vecinos. Además, un aplanamiento de la curva de rendimientos de los bonos americanos se traduce en una compresión de tasas de las economías emergentes, Argentina no debería ser la excepción", proyectó.

Mirando a la inflación de EE.UU. de reojo

Uno de los factores que amenaza el futuro de los mercados emergentes son los riesgos inflacionarios en EE.UU. hacia adelante y la dinámica de tasas de interés de referencia. Si finalmente Biden logra implementar los programas de estímulo fiscal que ha prometido a lo largo de su campaña, implicará un contexto de política fiscal y monetaria expansiva, escenario que podría generar un dólar a la baja pero también una combinación para ver mayor inflación en el país del norte. Este escenario podría adelantar una suba de tasas, factor que suele ser un problema para mercados emergentes.

Rodrigo Benitez, economista jefe de Quinquela remarcó que el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos generó un cambio en las expectativas económicas y que si el demócrata quiere llevar a cabo un paquete de asistencia fiscal más amplio, necesitará avanzar en negociaciones con el partido republicano para lograr la aprobación. 

En este contexto, Benitez estima que si efectivamente se logra aplicar una política fiscal más expansiva, se genera un marco para un dólar débil en el horizonte de mediano plazo, que conviviría en una primera etapa con la actual política monetaria expansiva, factor que podría acelerar una potencial suba de tasas.

“En un contexto de dólar débil, la Reserva Federal seguramente necesite ir revisando periódicamente su política monetaria, porque el dólar débil aumenta la probabilidad de un incremento en el ritmo inflacionario. Si eso sucede, el aumento en las tasas de interés podría llegar antes de lo esperado, aunque siempre estamos hablando de procesos que comenzarán a instalarse una vez superada la crisis sanitaria , comentó el economista de Quinquela.

En cuanto al impacto en Argentina, advirtió que “una política fiscal expansiva y dólar débil favorece en el corto plazo porque impulsa el precio de los commodities como ha sucedido en las últimas jornadas. Hacia adelante, que se pueda anticipar en el tiempo una eventual suba de tasas históricamente ha sido negativo para Argentina, pero en el contexto actual, que no necesita acceder al mercado internacional de capitales en el corto plazo, ese impacto sería menor .

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