LA VENEZOLANA TIENE 6000 ESTACIONES DE SERVICIO EN TERRITORIO ESTADOUNIDENSE

Una filial de PDVSA complica los planes de Trump con Venezuela

El acuerdo de Rosneft con Citgo dificulta la imposición de sanciones de Estados Unidos a Caracas. Hay presiones para que Maduro se desprenda de la refinería

Una filial estadounidense de PDVSA de Venezuela que se ha utilizado como garantía para un préstamo ruso emergió como un obstáculo a las medidas de Washington para imponer sanciones adicionales a Caracas, incluida una posible prohibición de las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano.

La semana pasada el presidente estadounidense, Donald Trump, prometió tomar fuertes acciones conforme Nicolás Maduro, su contraparte venezolana, se preparaba para marginar al parlamento controlado por la oposición de su país.

Pero una discusión sobre la propiedad de Citgo, la filial de PDVSA que tiene tres refinerías y cerca de 6000 estaciones de servicio en EE.UU., podría complicar los cálculos de Washington, según los analistas. Esto sale a la luz tras informes de un acuerdo entre Rosneft, la compañía petrolera nacional rusa, y Caracas que involucra a la refinería.

Citgo y otras refinerías estadounidenses en la costa del Golfo son algunos de los pocos compradores de crudo venezolano que quedan. También son una fuente vital de productos petrolíferos para las debilitadas refinerías nacionales de Venezuela. Esto ha hecho que el gobierno de Maduro dependa del comercio petrolero con EE.UU. para su supervivencia económica.

"La gente puede sorprenderse al saber que EE.UU. ha estado financiando a la administración de Maduro", dijo Russ Dallen, de Caracas Capital, un banco de inversión. PDVSA, la petrolera nacional de Venezuela, adquirió Citgo antes de que el ex presidente Hugo Chávez emprendiera la revolución socialista del país en 1999.

El año pasado tras el colapso de los precios del petróleo y el caos desencadenado bajo el mandato de Maduro Citgo se ofreció como garantía a los acreedores de PDVSA: un 49,9% como garantía de un préstamo de u$s 2000 millones de Rosneft y 50,1% como garantía para los tenedores de bonos.

Steven Mnuchin, Secretario del Tesoro de EE.UU., prometió una investigación del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS) sobre Citgo, que podría obligar a PDVSA a venderla.

Los analistas dicen que Washington está considerando un cambio de control u otra restricción en las exportaciones de Citgo, a medida que crece el nivel de preocupación en EE.UU. y otros gobiernos regionales por la represión cada vez más brutal en Venezuela, así como por el plan de Maduro de elegir una "asamblea constituyente" el 30 de julio, que de acuerdo con los críticos completaría la transición del gobierno a la dictadura.

Dallen quien recomendó una investigación CFIUS sobre Citgo al Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU. en una audiencia sobre Venezuela en marzo dice que Citgo es el único proveedor de Venezuela que todavía está dispuesto a ofrecer créditos, mientras que otros proveedores se han negado a desembarcar cargamentos hasta recibir el pago.

La información satelital muestra barcos que experimentan largos retrasos frente a la costa de Venezuela. El mes pasado, un barco fletado por BP abandonó las aguas venezolanas después de dos meses sin descargar.
Cualquier interrupción en los suministros de Citgo supondría una severa presión para las operaciones de PDVSA.

No obstante, un informe de Reuters la semana pasada de ser confirmado haría más difícil para Washington usar a Citgo como presión sobre Maduro. Según el informe, Rosneft ha negociado con PDVSA para intercambiar su participación en Citgo por otros activos, incluyendo participación en campos petrolíferos venezolanos y el derecho a vender el petróleo venezolano directamente en lugar de pasar por PDVSA. Rosneft y Citgo se negaron a comentar.

Luisa Palacios, analista de la industria petrolera de Medley Global Advisors, una consultora del Financial Times, dijo que el informe era creíble y que el acuerdo cambiaría la geopolítica de la participación de Rusia en Venezuela.

"Esto alinea los intereses económicos de Rusia con la supervivencia del régimen de Maduro", dijo. "Añade un grado de complejidad en el plano diplomático que no se esperaba en Washington".

Partes del acuerdo permitirían a Rosneft adquirir activos venezolanos, incluyendo campos desarrollados por compañías petroleras internacionales como ConocoPhillips de EE.UU., a precios regalados.

Otros elementos del acuerdo, como el derecho a vender petróleo en sí, requerirían cambios en la constitución de Venezuela, lo cual es un incentivo adicional para que Maduro se apegue a sus planes para crear una asamblea constituyente, que reemplazaría al parlamento controlado por la oposición. Los esfuerzos de Washington para descarrilar esos planes chocarían directamente con los intereses de Moscú.

Palacios dijo que Washington tendría que volver a pensar en la "opción nuclear" de restringir las importaciones estadounidenses de crudo venezolano. "No habrá sanciones antes del 30 de julio", dijo. "Eso sería una tontería. Si hay alguna posibilidad de negociar, se acabaría con las sanciones. Esperarán y luego empezarán enfocándose en individuos específicos o tomarán medidas en el lado del financiamiento".
 

Dallen dijo que Rosneft estaría dispuesto a comprar activos venezolanos a bajo precio, y agregó que el gobierno de Maduro ya había ignorado la constitución al conceder participaciones mayores al 40% como máximo legal en negocios conjuntos.

"Rosneft tiene muy buenos asesores legales", dijo. "No entrarán en nada que sea riesgoso. Pero no les importa desdeñar a EE.UU.". Para la agobiada administración de Maduro, la perspectiva de un acuerdo de este tipo sostiene la esperanza de supervivencia, añadió.

"El punto es que necesitan el dinero", dijo Dallen. "Su única forma de salir del caos en el que se encuentran es aumentar la producción de petróleo".

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