¿Qué hay tras la fuerte alza de los bonos?

Los bancos centrales con políticas monetarias expansivas y los tibios datos económicos dieron impulso a los mercados de deuda

La recuperación del mercado de bonos en 2019 toma impulso, lo que presiona los rendimientos a la baja y aumentó el valor del universo de renta fija en cerca de u$s 1,6 billones desde sólo principios de marzo. ¿Por qué cae el rendimiento?

Los mercados de renta fija mantuvieron una tendencia al alza durante gran parte de este año, mientras los inversores en bonos se mostraron bastante pesimistas en cuanto al crecimiento económico y, por lo tanto, a la inflación y a la probabilidad de que los bancos centrales eleven las tasas. Cuando suben los precios de los bonos bajan los rendimientos.

Ese pesimismo se vio mayormente convalidado con los decepcionantes datos económicos que se informaron en China, Europa y Estados Unidos, y por el marcado cambio de tono en el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos.

A principios de marzo ambos bancos centrales mostraron más pesimismo de lo esperado, lo que sorprendió a los inversores. El BCE reinició un programa de préstamos bancarios de la era de la crisis y la Fed abandonó su plan de elevar las tasas de interés este año y recortó su programa de reducción de su hoja de balance.

De hecho, el alcance de ese giro de 180º alarmó a algunos inversores, que corrieron hacia la seguridad de los bonos soberanos de alta calificación como los bonos del Tesoro estadounidense; y los inversores hipotecarios salieron a cubrirse por temor a una ola de refinanciaciones, lo que luego exacerbó la recuperación.

¿Que temores impulsaron el alza de los bonos globales?

El discurso sobre el menor crecimiento fue reforzado por el banco central de Nueva Zelanda el miércoles pasado, cuando inesperadamente insinuó que podría haber recortes de tasas y advirtió que "el pronóstico económico global se sigue debilitando, en particular entre algunos de nuestros principales socios comerciales incluyendo Australia, Europa y China".

"Queda cada vez más claro que hay pocos bancos centrales que quieren quedar atrapados del lado equivocado de la Fed", dijo Brad Bechtel de Jefferies. "Lo que significa, ¿por qué mantenerse neutral o contractivo cuando la Fed se está mostrando de neutral a expansiva?"

Como resultado, el rendimiento del bono a 10 años del gobierno neozelandés cayó a un piso récord de 1,74% el miércoles, un movimiento que luego se propagó a los mercados de bonos de Australia, Europa y Estados Unidos. Los rendimientos siguieron bajando en gran parte de Asia y Europa.

"El disparador. . . fue lo que ocurrió en Nueva Zelanda, donde el banco central se volvió mucho más expansivo," dijo John Taylor, codirector de renta fija europea en AllianceBernstein. "Australia se recuperó también y eso le importa a Estados Unidos porque la deuda a 10 años estaba cerca del 2,40%, un importante nivel técnico. Cuando quebró esa barrera, tuvo margen para una suba".

¿Hacen bien los bancos centrales en preocuparse?

La casi euforia que envolvía a la economía global hace un año fue reemplazada por el pesimismo, a medida que los mercados financieros se volvieron más turbulentos y algunos datos económicos fueron inferiores a las expectativas.

El FMI en enero este año redujo su pronóstico de crecimiento global en 0,2 puntos porcentuales a 3,5%, y hubo pocas buenas noticias desde entonces. El Indice de Sorpresa Económica de Citigroup, que mide con qué frecuencia los datos son mejores o peores a los pronósticos, está en territorio negativo desde hace casi un año. Es el período más largo por debajo de cero desde 2008.

Al mismo tiempo, la curva de rendimiento estadounidense se invirtió, un clásico presagio de que se viene una recesión. La curva de rendimiento básicamente es la diferencia entre las tasas de interés a corto plazo y las tasas de interés a largo plazo de los bonos del Tesoro. Normalmente sube cuando el rendimiento de los bonos del gobierno norteamericano a más largo plazo es superior a los rendimientos de las letras de corto plazo para compensar a los inversores por la inflación y por inmovilizar su dinero por un prolongado período. Pero cuando la curva se achata indica que los inversores piensan que el crecimiento se está desacelerando, y cuando realmente se invierte en otras palabras, cuando los rendimientos de las letras son superiores a los que ofrecen los bonos del Tesoro a diez años, ha quedado demostrado que es un preciso predictor de recesiones.

La curva de rendimiento se invirtió la semana pasada en Estados Unidos, debido a que los inversores redujeron abruptamente sus expectativas de crecimiento, inflación y tasas de interés, y temen que la expansión económica pos crisis que este verano boreal se convertirá en la más larga de la historia se dirija hacia un horrible fin.

¿Qué significa ésto en los mercados de acciones?

Las acciones demostraron ser sensibles a la suba de las tasas de interés. La agitación del año pasado inicialmente fue provocada por el pronunciado aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses registrado a principios de octubre. Pero los menores rendimientos no necesariamente son una buena noticia, dado que transmiten un mensaje sobre el panorama global de crecimiento económico.

Muchos analistas e inversores dudan de la importancia que se le asigna a la forma que tomó la curva de rendimiento, con el argumento de que se invertirá o no dependiendo de cuáles sean los vencimientos que uno elige arbitrariamente. Además, aseguran, el mercado de bonos globales sigue distorsionado por los programas de flexibilización cuantitativa pos crisis, los cuales convierten en inútil cualquier discusión sobre la forma de la curva.

Sin embargo, queda claro que los mercados de acciones están inquietos. El índice FTSE All-World retrocedió 1,4% cuando se invirtió la curva de rendimiento estadounidense. Bajó otro 0,4% el miércoles pasado, su quinta caída en ocho días hábiles desde la reunión de la Fed.

"Creemos que el actual achatamiento, o la forma invertida, de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense es una mala señal para las acciones, tal como normalmente sucedió en el pasado", escribió Capital Economics. "Si bien hay evidencia de que los regímenes de la política monetaria y regulatoria pos crisis financiera están manteniendo la curva más chata que si no existieran, desconfiamos de la idea de que "esta vez es diferente".

El profesor Campbell Harvey de la Duke University, señala que la curva debe mantenerse invertida durante al menos un trimestre para que sea una medida confiable de recesión, y que incluso entonces la contracción podría tardar uno o dos años en materializarse.

Además, hay razones para creer que los mercados de bonos podrían estar sobrerreaccionando frente a los indicios de la economía global. China se está desacelerando pero de manera gradual, Europa está débil y aún parece poco probable que enfrente una recesión y el modelo de "predicción inmediata" de la Fed de Atlanta indica que la economía norteamericana se está expandiendo a un ritmo anual de 1,53%.

"El mercado de bonos está oliendo una recesión global, pero de manera demasiado agresiva", dijo Abhay Deshpande, director de inversiones de Centerstone Invstors. "Probablemente veamos un menor crecimiento y tengamos algunos sustos con el crecimiento, pero creo que la Fed quizas haya evitado el peor de los escenarios".

 

Traducción: Mariana I. Oriolo

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