LOS PAPELES AÚN COTIZAN LEVEMENTE BAJO SU PROMEDIO EN TÉRMINOS DE PRECIO/GANANCIA

Prevén que haya un leve aumento de las acciones antes de la era Bolsonaro

Podría haber un alza de 10% si el mercado empieza a tomar en cuenta el crecimiento económico más rápido previsto para el año próximo y cercano a un 2,5%

En Brasil las únicas personas que este mes están pasando un mejor momento que los seguidores del candidato presidencial Jair Bolsonaro son los accionistas de Taurus, el fabricante local de armas.

El precio de las acciones de Taurus se triplicó el mes pasado durante la campaña electoral y luego victoria en primera ronda del ex capitán del Ejército de extrema derecha, que está a favor de la portación de armas para combatir las altas tasas de delitos violentos que registra Brasil.

Como las encuestas señalan que Bolsonaro obtendría una sólida victoria en el ballotage del 28 de octubre, los inversores salieron a comprar acciones de Taurus sin tener en cuenta la promesa del candidato de poner coto al control que tiene la compañía del abastecimiento de armas a las fuerzas de seguridad brasileñas en medio de críticas sobre la calidad de sus armas.

El optimismo con Taurus se refleja en el mercado en general dado que los inversores apuestan a que Bolsonaro cumplirá con su compromiso de combinar el conservadurismo social con las políticas económicas liberales. Durante el mes pasado, el índice de referencia Ibovespa ganó cerca de 12% mientras que la moneda, el real, se fortaleció cerca de 10% contra el dólar.

Quien garantiza la postura pro-mercado de Bolsonaro es su asesor económico, el inversor educado en la Universidad de Chicago Paulo Guedes. Las promesas del experto en finanzas incluyen un programa masivo de privatización de empresas estatales de Brasil para reducir la deuda pública. También se comprometió a hacer reformas fiscales, como una modificación del régimen previsional del país, para bajar el déficit presupuestario.

La solidez de la victoria de Bolsonaro en la primera ronda electoral, donde casi consigue una mayoría, animó a los inversores que antes creían que Fernando Haddad del partido izquierdista de los Trabajadores (PT) podía tener posibilidades de ganar. Conocido por su intervencionismo en la economía, los mercados verían como catastrófico un regreso del PT.

Pero con el PT aparentemente domado y los mercados ya significativamente recuperados, los inversores se hacen una pregunta: ¿deberían vender sabiendo que habrá un triunfo de Bolsonaro en la segunda ronda o deberían esperar más alzas?

La mayoría de los analistas cree que sigue habiendo cierto margen para algunas ganancias modestas. Ronaldo Patah, director de inversiones para Brasil en UBS Global Wealth Management, dijo que espera que el tipo de cambio esté en 3,60 reales por dólar durante los próximos tres meses, con la posibilidad de que "sobrerreaccione" a 3,50 reales antes de que gradualmente se debilite a 3,80 reales por dólar cuando la política monetaria se endurezca en el exterior.

Las acciones todavía están cotizando levemente por debajo del promedio histórico en términos de precio/ganancia. Podría haber un alza de 10% si el mercado empieza a tomar en cuenta el crecimiento económico más rápido previsto para el año próximo cercano a 2,5%, dijo Patah.

En términos de riesgo soberano, los seguros de crédito a cinco años, con una baja de 281,4 puntos básicos a 210,9 durante el mes pasado, podría caer otros 30 o 50 puntos básicos.

Sin embargo, es revelador que la clase de activo que conlleva más riesgos son los bonos locales, con el extremo corto de la curva ya incluyendo la mayor parte de las potenciales ganancias. Eso se debe a que están más expuestos a lo que se espera que sea la primera verdadera prueba de la determinación de Bolsonaro en temas económicos si impulsará o no una reforma previsional profunda y si fortalecerá o no la precaria posición fiscal de Brasil.

Los mercados esperan que en el primer año utilice su capital político para enfocarse en ese tema. Sin embargo, el ex legislador, que confiesa saber poco de economía, ya recurre a evasivas diciendo que quiere impulsar una reforma diferente a la del actual presidente Michel Temer, que no consiguió el apoyo para aprobar sus propuestas en el Congreso el año pasado. "No podemos castigar a aquellos que ya tienen derechos adquiridos", aseguró Bolsonaro esta semana.

También se alejó de la idea de privatizar activos de generación eléctrica, lo que hizo bailar a las acciones de Electrobras, la líder estatal del mercado.

Los inversores por ahora le otorgan el beneficio de la duda. Estando en campaña, hablar de antipáticas reformas al régimen de jubilaciones podría costarle votos.

Sin embargo, Bolsonaro todavía no fue probado en un gobierno. En casi 28 años en el Congreso, fue autor de pocos proyectos de ley exitosos y nunca ejerció un cargo ejecutivo, como gobernador de un estado o alcalde de alguna ciudad. Como gestor, sigue siendo una incógnita. Es por eso que algunos inversores pueden optar por tomar ganancias.

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