Podrían cambiar los últimos patrones del mercado de acciones

Siete meses pasaron desde que el mercado de acciones norteamericano dio un salto debido a la noticia de que Donald Trump había ganado las elecciones presidenciales, y a la suposición de que habría fuertes recortes en el impuesto a las sociedades. Después de travesuras y alarmas políticas, la nueva administración finalmente llega a lo que muchos en Wall Street consideran el tema que realmente importa: los impuestos.

La Casa Blanca y las mayorías republicanas en ambas cámaras del Congreso concuerdan en que es deseable bajar el impuesto a las sociedades, pero habrá una guerra política en torno a la alícuota máxima para el impuesto a los ingresos personales y a si los recortes fiscales deberían financiarse con reducciones del gasto, o permitir que suba el déficit. Los mercados de predicciones como Predictit no se han movido mucho últimamente, y sugieren que hay 30% de probabilidades de que este año se apruebe una reducción del impuesto a las sociedades.

La imprevisibilidad inherente de la situación crea peligros en todas direcciones, pero el principal riesgo en este momento tiene que ver con la potencial alza de las acciones norteamericanas.

Esto se debe primero a que el mercado parece haber descartado casi cualquier posibilidad de bajas de impuestos. La canasta de Goldman Sachs compuesta por las 50 compañías del S&P 500 que pagan la mayor alícuota efectiva (que son las que más se benefician) tuvieron un desempeño 11% menor que las 50 que pagan la alícuota más baja desde diciembre pasado. Eso se debe a que el mercado descartó cualquier chance de un recorte.

Los abruptos movimientos de ayer en el tipo de cambio y en los mercados de deuda con los rendimientos de los bonos que subieron en todo el mundo y el dólar que sigue con su recuperación también sugieren que los mercados tampoco se tomaron seriamente la posibilidad de un recorte fiscal.

Y sin embargo las propuestas serían muy importantes si se aprobaran, al menos para las acciones norteamericanas en el corto plazo.

Según David Kostin de Goldman Sachs, cada punto porcentual que disminuye el impuesto a las sociedades suma un dólar a las ganancias por acción esperadas para el S&P 500, cálculo que actualmente es de u$s 130 para el año próximo. Esa estimación suponía que no había rebaja fiscal. Eso implica que la reducción del impuesto, si fuera aprobada a fines de este año, llevaría a una suba por única vez cercana a 11,5% en las ganancias esperadas para el año próximo. Obviamente es muy importante.

Si se baja el impuesto, podría significar un cambio radical de los últimos patrones del mercado. Las compañías tecnológicas lamentablemente son buenas en evadir impuestos, y pagan sólo 23%, según Deutsche. Por lo tanto, se verán muy poco beneficiadas si bien algunos de los mayores nombres, incluyendo Apple y Microsoft, repatriarían dinero que luego podrían distribuir en dividendos. Salud, sector que también se puso de moda en los últimos años, paga impuestos muy bajos, de 24%.

Mientras tanto, el sector que más se beneficiaría es energía, que paga una alícuota de 38%. Las energéticas empezaron a recuperar algo de terreno gracias a la suba del precio del petróleo. Ese avance podría ser muy superior si baja el impuesto.

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