Nike y Adidas cuelgan los palos de golf

Los golfistas serios saben que hasta en los buenos partidos se cometen errores. Un intento tonto de recuperación puede rápidamente convertir un bogey en otros dos o tres golpes perdidos. Nike está siguiendo este manual de estrategias. La compañía acaba de informar que abandonará su unidad de equipos para golf (aunque seguirá vendiendo indumentaria del deporte), sabiendo que las oportunidades de ganar están en otro lugar.
La salida no es prematura. Hace dos décadas, la compañía firmó con Tiger Woods un contrato de indumentaria. Luego, previendo una explosión del golf, hizo un salto y se metió en el técnicamente difícil mundo de los hierros, drivers y pelotas.
Hoy se está estancando el índice de participación en el deporte. De los u$s 32.000 millones de ingresos registrados en el año financiero finalizado en junio, Nike atribuyó sólo u$s 700 millones a su negocio de indumentaria y equipos para golf una décima parte menos que hace dos años. Pese a sus esfuerzos, los palos de Nike no son considerados competencia para la marca Titleist según el prospecto de Acushnet, controlante de Titleist, que quiere cotizar el bolsa. Los honores fueron para Callaway, Ping y Adidas.
Pero Adidas también colgará los palos. En mayo la empresa informó que buscará compradores para su marca de palos de golf TaylorMade (al igual que Nike, Adidas quiere seguir vendiendo zapatos y ropa). La empresa anunció que en el último trimestre los ingresos de la unidad se incrementaron 7%, más que el pronóstico.
Sin embargo, Nike no debería distraerse. La compañía aseguró que para 2020 superará los u$s 50.000 millones en ventas anuales (hoy suman u$s 32.000 millones). Sin embargo, el crecimiento de los ingresos en el cuarto trimestre en su mayor división, América del Norte, fue flojo; los pedidos futuros fueron sorprendentemente débiles. Las acciones de Nike retrocedieron más de una décima parte este año (si bien durante los dos últimos años subieron más de 40%)
Si bien los cimientos de Nike todavía están en indumentaria para básquet, atletismo y actividades físicas en general, no le asustan las apuestas nuevas. Y tampoco le tiene miedo a reducir pérdidas. Ha abandonado antes marcas que no funcionaban como Cole Hann, Umbro y Bauer. Con competidores, incluyendo a Under Armour, tocándole los talones, es sensato evitar malgastar recursos en una división marginal.

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