Los problemas internos debilitaron a Merkel frente a la UE

La decisión de Angela Merkel de renunciar a la presidencia de su partido en Berlín refuerza una tendencia que hace tiempo se observa a plena vista en la Unión Europea: el declive de la antes formidable autoridad de la canciller alemana.

En la mayoría de las 102 cumbres a las que asistió desde 2005 en Bruselas, Merkel era una voz preeminente, tenía un importante rol en el trazado de las decisiones, desde la crisis de la eurozona y las negociaciones presupuestarias hasta la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Pero desde la descontrolada ola migratoria de 2015 y los malos resultados electorales de 2017, Merkel ya no tiene el mismo papel en la mesa de decisiones de la UE.

En vez de intervenir en los problemas locales de los otros países, desde los rescates a Grecia hasta los acuerdos especiales de Gran Bretaña, Merkel a veces pide a otros que la ayuden a resolver los propios problemas de su país. Günther Oettinger, comisario alemán de la UE, citó las peleas en la gran coalición en Berlín como un factor que "debilita la capacidad de Alemania de actuar en la UE".

Durante las discusiones de la reciente cumbre, Merkel pareció menos inmersa en los detalles de algunos temas, incluyendo el Brexit, y más tendiente a asistir "sin guión", según algunos testigos. Pero incluso en el ocaso de su carrera, la canciller aún tiene considerable influencia, no sólo como líder de Europa sino como cabeza de la economía más grande de Europa.

Su enfoque igual dará forma a la gama de posibles resultados en los grandes temas de la agenda europea, sea la negociación del Brexit, la reforma de la eurozona y hasta la designación de una serie de cargos de alta responsabilidad en la UE el año próximo.

Thomas Wieser, el funcionario de máximo cargo del grupo de ministros de finanzas de la eurozona durante la crisis de la deuda soberana, dijo que Merkel tiene "una visión política que transciende las fronteras de su país", algo que no se puede dar por supuesto que lo tendrá cualquier futuro líder de Alemania.

"Cualquier sucesor deberá consolidar su posición dentro del partido, del gobierno y del país antes de poner sus ojos en el horizonte", dijo agregando: "en Europa Merkel sigue siendo fuerte".

Weiser notó que, cuando se trata de esfuerzos para reformar el gobierno del euro, los problemas políticos de Merkel probablemente no tengan mucho impacto en el corto plazo dado que los desacuerdos sobre el presupuesto de Italia ya están reteniendo el avance.

Sin embargo, su posición debilitada dentro de Alemania hace que le sea más difícil cumplir con las promesas que le hizo a Emmanuel Macron, presidente de Francia, en la declaración Meseberg. "Esa agenda estaba muy impulsada por un compromiso personal de la canciller alemana hacia el presidente francés", dijo Guntram Wolff del think-tank Bruegel.

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