FUE UNO DE LOS MERCADOS EMERGENTES QUE MEJOR DESEMPEÑO TUVO EN 2017 Y ESPERAN QUE CONTINÚE AS

Los inversores apuestan a que seguirá la agenda de reformas en Brasil

Sostienen que no hay dinero para financiar las promesas populistas que últimamente perjudicaron tanto al país. Los bonos reflejan ese optimismo

El mes pasado, el payaso y diputado brasileño Tiririca anunció que después de siete años en el Congreso, no buscará una reelección. "Me decepcionó la política brasileña", dijo un entristecido Tiririca. Evidentemente, la clase política de Brasil es un chiste demasiado pesado, incluso para un payaso.

Sus palabras capturan el ánimo general de desilusión que sienten los brasileños mientras la economía más grande de Latinoamérica se prepara para lo que quizás sean las elecciones más impredecibles que tuvo el país y que se llevarán a cabo en octubre. Sin embargo, los inversores parecen dirigirse hacia la dirección opuesta ya que apuestan a que de las elecciones surgirá un presidente nuevo que mantendrá el reciente impulso reformista o al menos no será tan malo como para justificar la angustia de Tiririca.

El índice Bovespa marcó un máximo intrarrueda récord de 79.414 esta semana, coronando una serie de alzas impulsadas por el optimismo por el resurgimiento de Brasil tras una brutal recesión. La percepción generalizada de riesgo bajo en los mercados financieros está vinculada con el comportamiento de las monedas del mercado emergente. El real brasileño se fortaleció a 3,23 por dólar; se apreció 2,3% este mes.

Para los analistas, los factores detrás de tal bendición son los buenos vientos globales y el optimismo de que las elecciones, si bien altamente impredecibles en término de qué candidato ganará, no ofrecería ninguna sorpresa desagradable en el frente económico, dado que no hay dinero para financiar algunas de las promesas populistas que aquejaron el pasado reciente de Brasil.

"Quizás ésta sea una elección inciertas pero no hay razones para que haya volatilidad extrema", dijo Zeina Latif, economista jefe de XP Investimentos en San Pablo. "No hay espacio para un discurso populista, el dinero se acabó", agregó. XP proyecta que el Bovespa superará los 89.000 puntos a fines de 2018, un alza de 16% respecto del cierre del mercado en 2017.

David Beker de Bank of America Merrill Lynch espera para este año un aumento de las ganancias de 21% en términos de dólar estadounidense para las compañías cotizantes en Brasil. Dice que la economía se beneficia con las tasas de interés en el piso récord de 7%, junto con la inflación que cerró 2017 a 2,95%, comparado con el 6,29% de fines de 2016.

La confianza también sube por Petrobrás, una acción líder, que rebotó después de que este mes se cerró un acuerdo por u$s 2950 millones para poner fin a un juicio de clase en EE.UU. entre la compañía petrolera estatal y grandes inversores por las pérdidas causadas por el gigante escándalo de corrupción.

Brasil fue uno de los mercados emergentes que mejor desempeño tuvo en 2017. Pero hubo un breve momento de desconcierto después de que Michel Temer, el impopular presidente, no logró aprobar en el Congreso cambios en el generoso régimen de pensiones, reforma considerada crucial para recuperar la salud fiscal del país. Se espera una nueva votación parlamentaria el mes próximo.

"Lentamente pero de manera ininterrumpida la economía brasileña avanza hacia un mejor equilibrio macro, pero el lento progreso hacia la consolidación fiscal podría poner en peligro las recientes mejoras logradas en el desempeño macroeconómico y en los precios de los activos", advirtió el economista Alberto Ramos de Goldman Sachs. "Si bien no es elevada, hay aún alguna chance de que el Congreso se las arregle para aprobar una reforma social minimalista durante el primer trimestre", agregó.

Aunque la reforma previsional de Temer se atenúe, como ya ha sucedido, cualquier modificación contaría como una mejora para el mal estado de las finanzas públicas. Eso ofrecería mayor tranquilidad de que Brasil pagará sus deudas.

Los analistas advierten que la victoria de un populista podría provocar un escenario de tensión, y hasta el 24 de enero ése será un gran signo de interrogación. Ese día un tribunal federal brasileño se pronunciará sobre la apelación presentada por el ex presidente Luiz Inácio da Silva en relación a una sentencia que lo condenó por corrupción. Si el tribunal mantiene la condena, sus posibilidades de ser candidato serán casi nulas. Si anula la sentencia, el ex presidente podrá participar de las elecciones, lo que revitalizará el voto populista.

Muchos sostienen que es pronto para llegar a una conclusión firme. Los bonos brasileños reflejan el optimismo entre los inversores de que los votantes, enojados por los escándalos de corrupción, no votarán a viejas caras como Lula. Los rendimientos de los bonos a diez años en dólares bajaron a 4,45%, comparado con 5,5% a principios del año pasado.

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