Latinoamérica inició mal el año y crecen las chances de recesión
La baja en el precio de las materias primas y la caída de la productividad afectaron a Brasil y México durante el primer trimestre. Argentina suma malos números al declive general
Dos grandes economías latinoamericanas se contrajeron en el primer trimestre de 2019, lo que prepara el escenario para un año nada prometedor en una región que intenta recuperarse de los menores precios de las materias primas y de la baja productividad.
El Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil se contrajo 0,2% en los primeros tres meses debido a que se estancó la inversión y a que las empresas perdieron el entusiasmo por los planes del presidente Jair Bolsonaro apuntados a revivir el crecimiento. En México, la segunda economía de la región, la debilidad del sector de servicios impactó en su expansión económica.
“Definitivamente fue el impacto de los shocks negativos sobre la actividad en Brasil y México , dijo Alberto Ramos, director de research latinoamericano en Goldman Sachs. “Pero el crecimiento mediocre no es nuevo porque refleja la persistente incertidumbre política, y no cuestiones cíclicas .
En Argentina, donde el presidente Mauricio Macri enfrenta una dura batalla por la reelección en un momento de profunda recesión y caída de los estándares de vida, los datos del primer trimestre se publican recién este mes. Los analistas esperan otra contracción, si bien inferior a la registrada en los anteriores tres meses.
Con crecimiento más frágil en Chile y Perú, y Venezuela hundida en la peor crisis económica en la historia latinoamericana mientras se hacen sentir las sanciones estadounidenses y el derrumbe de su producción petrolera, a los economistas les cuesta ser optimistas.
“Las cifras del PBI han sido bastante malas en toda la región dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes en Capital Economics en Londres. “Lo que tenemos en común es el esfuerzo por adaptarnos a los años pos auge y bajos precios de las materias primas .
La contracción de Brasil generó temor a que la mayor economía latinoamericana vuelva a caer en recesión menos de tres años después de haber emergido de una profunda crisis. La débil inversión muestra el mayor escepticismo de la comunidad empresaria en cuanto a Bolsonaro, que todavía tiene que avanzar con su agenda de audaces reformas económicas en un congreso fraccionado y mayormente hostil.