Inversores apuestan a la baja de tasas tras caída de los mercados

Esperan que la Reserva Federal y otros grandes bancos centrales, como el europeo, modificarán su política monetaria, tal como hacen ante las turbulencias bursátiles desde la crisis financiera.

Mientras la propagación del coronavirus espanta a los mercados financieros, los inversores apuestan a que los bancos centrales acudirán en su ayuda.

Esta semana, entre los operadores crecieron las expectativas de que la Reserva Federal y otros grandes bancos centrales disminuyan las tasas de interés, apostando a que repetirán su respuesta ante las turbulencias bursátiles que se volvieron habituales desde la crisis financiera.

Los mercados ahora incluyen en los precios más de dos recortes de la Reserva Federal en los próximos 12 meses, lo que implica una reducción de al menos medio punto porcentual del nivel actual entre 1,5%-1,75%. El consenso a principios de año era que no habría ni siquiera una sola baja de tasas. Ese cambio, junto con la fuga hacia los activos seguros, ayudó a colocar el rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro de EE.UU. en un mínimo histórico.

"Todo el panorama de crecimiento global ha cambiado para peor", señaló Chris Iggo, director de inversiones de AXA Investment Managers. "No estoy seguro de que lo que [la Reserva Federal] tenía en mente hace dos meses hoy siga siendo tan relevante. La caída del Dow de 900 puntos es algo que los pone en alerta".

Las autoridades de la Fed hasta ahora no han dado ningún indicio de cambio de política. El vicepresidente Richard Clarida dijo el martes que el coronavirus tendrá un impacto "notable" en el crecimiento de China, lo que podría derramarse en el resto del mundo. "Pero todavía es demasiado pronto para especular sobre la magnitud o la duración de esos efectos, o si conducirán a un cambio significativo en las perspectivas", dijo.

Por ahora, todavía no está claro cómo podrían verse afectadas las cadenas de suministro de las empresas o en qué medida el brote puede frenar el crecimiento mundial. "Es una situación difícil para [la Reserva Federal], porque le gustaría ver más claridad en el frente económico, y en este momento no hay muchos datos económicos que confirmen lo negativo que podría ser el coronavirus", afirmó Kathy Bostjancic, economista financiera de Oxford Economics.

Además, la Reserva Federal podría tener mayores dudas en cuanto a si seguir, o no, relajando la política dado que a fines del año pasado había indicado que la idea era esperar y ver el impacto de los 0,75 puntos porcentuales acumulados que recortó entre julio y octubre de 2019, explicó.

Los inversores concentran su atención en la Reserva Federal en parte porque es poco frecuente que los bancos centrales del mundo desarrollado tengan gran margen para bajar las tasas de interés. Pero ahora se asume que incluso el Banco Central Europeo, que redujo su tasa para depósitos a -0,5% en septiembre pasado, este año recortaría las tasas en diez puntos básicos. A principios de año, los inversores habían empezado a descontar con timidez que habría alzas de tasas 2021. Los bonos del gobierno alemán, que sirven como referencia para toda la deuda de la zona del euro, ahora se negocian con rendimientos por debajo de cero hasta los vencimientos a 30 años.

Las renovadas expectativas de relajación monetaria contrastan con la creencia generalizada, tras el masivo repunte de los bonos en 2019, de que los bancos centrales se habían quedado mayormente sin municiones y que era probable que pasaran el testigo al gasto público cuando se tratara de estimular las economías.

"La reacción que hemos visto demuestra que los bancos centrales siguen siendo la única alternativa", dijo Antoine Bouvet, estratega de tasas en ING. "Si hay un cambio hacia la política fiscal también va a ser gradual y se producirá a lo largo de muchos años."

Bouvet agregó que los recortes de tasas no van a servir de mucho para enfrentar las consecuencias de la propagación del coronavirus. "Los mercados se inclinan por esta respuesta porque están acostumbrados a ella y porque probablemente sea la respuesta política más rápida de poner en práctica. Pero no es la herramienta más útil para abordar una crisis como ésta", dijo.

En el Reino Unido, se espera un aumento del endeudamiento y del gasto en el presupuesto del próximo mes y los inversores apuestan a que eso ocurrirá en paralelo con tasas de interés más bajas.

Los mercados esperan ligeramente más de un recorte del Banco de Inglaterra para este año. Los rendimientos de los bonos del Reino Unido están cerca de sus mínimos históricos, mientras que la deuda a 10 años se negociaba con un rendimiento de 0,52% el miércoles.

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