Ganadores y perdedores de la propagación de la epidemia en China y Europa

El pánico se propaga más rápido que una pandemia. Y quizás eso no sea irracional. Las actuales señales de que el coronavirus se está extendiendo en el mundo esta semana provocaron el derrumbe de los precios de las acciones. Es probable que se produzcan más caídas si el brote del Covid-19 empeora, tal como parece.

Es cierto que conlleva riesgos unirse a la estampida. El legendario inversor Warren Buffett esta semana describió el brote como "algo aterrador" pero recomendó no comprar ni vender por pánico. También afirmó que cree que la propagación del virus no va a influir en el comportamiento a mediano y largo plazo de los mercados. En su opinión, los inversores con un horizonte temporal de 10 a 20 años y centrados en el potencial de generación de ganancias de las empresas tendrán en la Bolsa una buena oportunidad de inversión.

El brote de Sars de 2002-03 demostró que los precios pueden rebotar con fuerza una vez que cede el contagio.

Pero el coronavirus ya infectó 10 veces más personas que el Sars y provocó más del triple de muertes. Y China representa una porción mucho mayor de la producción y del consumo global que en 2003. El daño al PBI global será aún peor si el coronavirus se propaga más allá del continente asiático.

En Europa las acciones del sector viajes se llevó la peor parte esta semana. Italia, uno de los destinos de corta distancia más importantes del continente, es hoy una de las zonas calientes para la enfermedad, con 283 casos confirmados y siete muertos.

Los grupos hoteleros también se ven golpeados. En el caso de Accor, que tiene 86 hoteles en Italia, la paliza fue mayor. Su valuación bursátil cayó cerca de 8%. Peor aún le fue a EasyJet, cuyo valor retrocedió 17%. Los vuelos al sur de Europa representan una tercera parte de sus ingresos. Ryanair, que genera una quinta parte de sus ventas con sus rutas en Italia, sufrió de la misma manera.

El brote en Italia se produjo en el norte, donde el país tiene su centro industrial. La interrupción de las cadenas de abastecimiento podría ser un problema. Como en China, las pequeñas empresas cumplen un rol importante. Ellas también podrían quedarse peligrosamente sin fondos. Italia ahora enfrenta una mayor probabilidad de recesión. Todo eso sería también una mala noticia para los bancos europeos porque significaría más préstamos con problemas de recupero, menos esperanzas de que suban las tasas.

La experiencia de China sugiere otros perdedores y ganadores. Los operadores de apuestas, los desarrolladores inmobiliarios, restaurantes y vendedores de artículos de lujo se vieron perjudicados. Las compañías de educación online, los fabricantes de barbijos y los diseñadores de videogames son algunos de los sectores que podrían verse beneficiados.

Los méritos defensivos de los servicios de salud y determinados servicios online son evidentes. Las firmas de educación virtual tienen mayor demanda, porque la suspensión de las clases en las escuelas creó mayor necesidad de aprender desde el hogar.

Los inversores nerviosos también pueden recurrir a los bancos centrales en busca de ayuda. La liquidez adicional estimulará la demanda. Pero eso no será suficiente para inmunizar las carteras de los efectos del virus. Seguirá la demanda de los refugios como el oro, los dólares y los bonos del Tesoro estadounidense.

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