Financial Times: un mensaje de Trump en Twitter dispara el precio del petróleo
El petróleo registró un salto de casi 50%, su mayor alza intradía, después de que el presidente de Estados Unidos avivó las esperanzas de que se firme un acuerdo de recorte de suministro encabezado por Arabia Saudita y Rusia apuntado a suavizar el derrumbe de precios provocado por el brote de coronavirus.
Donald Trump dijo ayer que el príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita y el presidente de Rusia Vladimir Putin iniciaron conversaciones sobre cómo reducir la producción en 15 millones de barriles diarios, cifra que representa una gran parte de la demanda mundial de crudo, que fue de 100 millones b/d el año pasado.
"Espero y deseo que recorten acerca de 10 millones b/d, y quizás sustancialmente más, lo cual, si sucede, será grandioso para la industria del petróleo y el gas", escribió. "Podría llegar a 15 millones. ¡Son buenas (excelentes) noticias para todos!"
Casi inmediatamente después del tuit de Trump, la agencia de noticias estatal de Arabia Saudita informó que el reino estaba llamando a una reunión de emergencia de la OPEP y a otras naciones productoras de petróleo, incluyendo a Rusia. Agregó que buscaba llegar a un acuerdo de suministro "justo", sin comprometerse a ningún recorte.
Sin embargo, el Kremlin negó las observaciones de Trump. "No hubo ninguna conversación" entre Putin y el príncipe Mohammed, afirmó Dmitry Peskov el portavoz de Putin.
El miércoles Trump dijo que creía que era inminente un acuerdo que pusiera fin a la guerra de precios, que llevó al Brent a su nivel más bajo desde 2002, lo que provocó un repunte en los precios del crudo.
El crudo Brent, la referencia internacional del petróleo, subió a u$s 36,29 dólares el barril después del tuit de Trump, un salto intradía récord en términos porcentuales de casi 47%. Más tarde retrocedió a u$s 29,82 el barril, por lo que el aumento fue de 20,53%.
Allegados al reino sostienen que Arabia Saudita todavía quiere un acuerdo de recorte de suministro, pero que cualquier reducción tendría que ser compartida entre todos los principales productores. Arabia Saudita, Rusia y EE.UU. representan alrededor de un tercio de la producción mundial de crudo.