Financial Times: cuál es el "superpoder" de Greta Thunberg

El sindrome de Asperger que padece supone una ventaja en determinados trabajos, sobre todo aquellos que implican el análisis de datos, como identificar fallos en programas de software.

La activista ambiental Greta Thunberg piensa que su síndrome de Asperger es un "superpoder". Para el resto de personas que lo padecen, es un desafío -sobre todo en el trabajo.

Cuando a Laurence Sirac se le diagnosticó dicho síndrome, su primera reacción fue de alivio. "Al fin tenía una explicación para lo que me sucedía", recuerda esta mujer de 50 años. "Suponía el consuelo de que no estaba loca". Sirac había buscado ayuda psicológica tras varios despidos en empresas de tecnología y consultoras.

El Asperger es una forma de autismo asociada a habilidades cognitivas avanzadas y a intereses específicos o comportamientos repetitivos. El trastorno puede suponer una ventaja en determinados trabajos, sobre todo aquellos que implican el análisis de datos, como identificar fallos en programas de software.

El diagnóstico fue el catalizador para que Sirac cambiara de carrera. Primero, se capacitó para ser coach personal para individuos con Asperger, paso que le permitió empezar a trabajar en el departamento de desarrollo profesional de la Grenoble Ecole de Management en Francia. Allí se convirtió en directora de un programa que Grenoble califica de pionero en educación de negocios: un curso de análisis de datos diseñado específicamente para personas con Asperger.

El curso, creado en asociación con el Grenoble Institute of Engineering y el proveedor de formación online Campus Numérique en los Alpes, se basa en el máster en big data de la casa de estudios y cuenta con el apoyo adicional de formadores especializados. Pero rompe con las convenciones de la educación de negocios francesa, ya que no se exige a los solicitantes que presenten calificaciones formales. En su lugar, se escoge a los candidatos en base a una prueba de competencia diseñada por Sirac y otros organizadores del curso.

La primera promoción de 28 estudiantes, con edades entre los 18 y los 47 años, empezó en Grenoble en enero de este año. Algunos poseían títulos de máster, pero tres no tenían ningún diploma. En promedio, los estudiantes llevaban al menos dos años desempleados. Muchos de ellos habían presentado la solicitud porque sabían que la enseñanza estaría orientada a personas con Asperger, según Sirac, que asegura que la escuela habría matriculado a muchas más personas si hubiera dispuesto de los recursos.

Solo trece de los estudiantes de la primera promoción hicieron suficientes progresos para obtener el diploma en julio. Sin embargo, dieciséis fueron contratados posteriormente por grandes multinacionales como SAP, start up tecnológicas u organismos del sector público. Incluso los que no encontraron trabajo tuvieron el beneficio de la ayuda profesional, según Sirac: "Varios estudiantes me dijeron que les había dado esperanzas".

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