FT: Los activos argentinos aún son vulnerables a otra venta frenética

Mientras Alberto Fernández no diga cuál será su política económica, seguirá la incertidumbre entre los inversores. Y por el momento, el candidato opositor evita deliberadamente dar precisiones.

La dolorosa semana que tuvieron los activos argentinos tras las recientes elecciones primarias hizo que los inversores de bonos de mercados emergentes tomaran conciencia de una dura realidad: su candidato preferido, el actual presidente Mauricio Macri, probablemente pierda los comicios presidenciales de octubre frente al peronista Alberto Fernández.

Pero lo que exactamente implica esa realidad sigue sin saberse, por lo que los mercados financieros de Argentina y sus patrones van a experimentar sobresaltos al menos durante los próximos meses.

El día después de que Fernández derrotó a Macri en las primarias, el peso perdió una quinta parte de su valor contra el dólar. El índice de acciones Merval cayó 48% en términos de dólar, la segunda mayor baja registrada por uno los 93 países que sigue Bloomberg desde 1950.

Si bien en las posteriores jornadas bursátiles hubo movimientos menos dramáticos, los mercados argentinos siguen inestables. De hecho, las medidas de emergencia que anunció Macri colocaron al peso en otro mínimo récord. Los rendimientos de los bonos soberanos se dispararon, señalando una caída del precio.

"El mercado le puso otro precio a la nueva realidad", dijo Pramol Dhawan, jefe del equipo de gestión de carteras de mercados emergentes en Pimco, el grupo de inversiones con sede en Newport Beach. "Algunas personas en el mercado necesitan despejar el riesgo y, por lo tanto, estamos operando a ... niveles que se agravan por la reducida liquidez del mercado".

Los inversores están "en un limbo", tal como dijo Dhawan, porque nadie sabe realmente qué tan moderado podría ser Fernández y qué tipo de relación buscaría tener con el FMI, que el año pasado le otorgó al país un rescate récord de u$s 56.000 millones.

Si bien Fernández el lunes posterior a las elecciones aseguró que quería evitar un default de las deudas del país, desde entonces ofreció pocos indicios de cómo logrará ese objetivo. Tampoco ofrece mucha certeza a los agitados mercados financieros.

Su comentario del jueves sobre que el tipo de cambio de 60 pesos por dólar estaría "bien" provocó más preocupación. Se espera que la pronunciada depreciación avive la inflación, que ya está en 50% interanual. También hará más difícil el pago de deudas dado que 80% de la deuda argentina está nominada en monedas extranjeras.

Es entendible que los inversores estén ansiosos por tener algún indicio a futuro, pero pocos esperan que Fernández hable dado que faltan meses para la elección general y muchas de las políticas necesarias para evitar un default de la deuda y encontrar puntos en común con el FMI podrían alejar a los mismos votantes que le iluminaron el camino hacia la Casa Rosada.

"Un desafío que tenemos como inversores es que la oposición deliberadamente no hace precisiones sobre su agenda de política económica", dijo Michael Hugman, gestor de carteras en Investec Asset Management en Londres. "Y algo que será muy difícil para los mercados hasta octubre es que la oposición no tiene ningún incentivo para cambiar eso".

A Fernández no le interesa despejar incertidumbres sobre las políticas que él aplicaría porque, por ahora, la agitación en los mercado probablemente castiguen más la popularidad de Macri que la suya.

"La oposición ahora tiene que mantener un equilibrio muy difícil", agregó Hugman de Investec. "No parece que quiera ayudar a Macri a calmar el mercado en lo inmediato, pero al mismo tiempo queda claro que si gana en octubre necesitará cambiar su discurso con el mercado bastante rápido".

Mientras Fernández no resuelva esas incógnitas, los activos financieros en todo el país son vulnerables a otra frenética venta masiva.

Traducción: Mariana Oriolo

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