En China hay un "boom" de pedidos online con "entrega sin contacto" por el coronavirus

Actualmente, China es el mercado móvil más grande del mundo; unas 1400 millones de personas dependen a diario de sus teléfonos inteligentes para hacer pagos, pedir comida y otras innumerables transacciones.

Esa dependencia de los aparatos móviles puede convertirse en una bendición o en una maldición mientras China intenta contener el brote de coronavirus.

Los pedidos online de alimentos ayudan a los residentes a mantener cerrada la ciudad de Wuhan, aun cuando los millones de repartidores en todo China que entregan comida y productos de almacén también corren el riesgo de transmitir el virus.

Los repartidores seguían operando en las calles de Wuhan hasta ayer, algunos de ellos trabajando más horas para satisfacer la demanda.

Para mitigar la posible infección, el servicio de comida a domicilio Meituan con sede en Beijing introdujo un nuevo sistema de "entrega sin contacto" en Wuhan que espera desplegar en el resto de China a fines de esta semana. Los repartidores, que ahora están obligados a usar máscaras faciales, están dejando los pedidos de comida en la puerta del cliente o de la oficina, en lugar de entregarlos en mano.

Varias empresas tecnológicas que operan en China, desde Meituan y Baidu hasta Apple, prometieron brindar apoyo para mitigar los efectos del coronavirus. Tim Cook, CEO de Apple, dijo en un tuit el sábado que la compañía "donará dinero a las organizaciones que ayudan a brindar apoyo a todos los afectados".

Los grupos tecnológicos chinos también han tomado medidas para proteger a sus trabajadores, con empresas como el grupo de Internet Tencent que extendió el feriado del Año Nuevo Lunar y pide a su staff que trabaje en su casa.

La planta fabril de Foxconn en Zhengzhou, que representó el 15% de la producción mundial de teléfonos móviles en 2018, dijo que atrasará la reanudación de la producción por unos días y postergará la contratación de personal.

Aún así, Dan Ives de Wedbush -uno de los analistas de Apple más optimistas de Wall Street- minimizó el impacto potencial en la demanda del iPhone describiéndolo de "insignificante".

"Creemos que con el limitado transporte en las principales ciudades de China y el reducido tráfico peatonal en Shanghai, Beijing y otras ciudades, a lo sumo las ventas de un millón de iPhones en la región podrían pasar del trimestre de marzo al de junio", explicó Ives. Eso "sería menos del 3% de las ventas anuales de iPhone en China como máximo y constituiría un riesgo muy contenido".

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