¿El estímulo de China es una bendición para los mercados emergentes?
Los exportadores de materias primas agrícolas, como Brasil, se alegran con las medidas pero un yuan más débil también deteriorará el ánimo en general
Un feriado nacional de cinco días hizo que las acciones chinas simplemente tardaran en experimentar los problemas que golpearon a los mercados globales la semana pasada.
El CSI, un índice de grandes compañías chinas que cotizan en China continental, retrocedió más de 4% el lunes. La caída se produjo pese a que el banco central del gigante asiático el domingo anunció una nueva inyección de liquidez en el sistema bancario local, la última dosis de estímulo proveniente de las autoridades de Beijing que habían empezado el año más preocupadas por limitar el crecimiento del crédito.
Eso fue antes de que Donald Trump empezara a reescribir las reglas del comercio mundial, una estrategia que tal como quedó demostrado en las últimas semanas tenía a China como su principal blanco. Los temores a los efectos colaterales hicieron caer el índice CSI casi 20% este año.
Sin embargo, en este cuarto trimestre que recién comienza la gran pregunta de los inversores es si los esfuerzos de China por compensar el freno provocado por la guerra comercial de Washington serán una bendición inesperada para muchos mercados emergentes que ya se ven perjudicados por el alza de las tasas de interés estadounidenses y la mayor solidez del dólar.
Jean-Charles Sambor, subdirector de renta fija de mercados emergentes en BNP Paribas Asset Management, dijo que si China tomara medidas para brindar un mayor estímulo sería "una noticia positiva para la historia macro del mercado emergente". "Significaría que es bajo el riesgo de un aterrizaje forzoso... por lo que las importaciones deberían seguir siendo fuertes, los precios de las materias primas bastante sólidos y, por lo tanto cualquier transferencia tendría un impacto positivo sobre los exportadores de commodities", agregó.
China, por ejemplo, es el mayor destino de las exportaciones brasileñas, y ya hay señales de que otros mercados emergentes se benefician con el menor crecimiento económico del país asiático, que se desaceleró en el segundo trimestre a un ritmo que no se veía desde 2016.
Li-Gang Liu, economista jefe de China en Citi, dijo que el país antes compraba mucho petróleo y gas a Estados Unidos, pero que se había "reducido a cero" en agosto. Mientras tanto, en el área de agricultura, "si uno mira el diferencial de precio entre los precios de la soja en Estados Unidos y Brasil, este último ahora es 25% más caro", explicó.
"La dirección de la política es muy clara", aseguró Liu. "También esperamos que se implemente algún estímulo fiscal encabezado por el gobierno provincial . . . para reducir los costos operativos de las firmas a la luz del conflicto comercial entre Estados Unidos y China".
El mercado de acciones chino el lunes estaba demasiado ocupado tratando de ponerse a la par de la caída que habían registrado otros mercados la semana pasada como para tomar nota del estímulo proveniente del Banco Popular de China, que liberó 750.000 millones de yuanes (u$s 109.000 millones) de capital para los bancos. Pero lo verdaderamente crucial fue que la moneda china sí reaccionó.
Cuando el Banco Popular de China anunció el domingo que bajaba en un punto porcentual el llamado ratio de requisitos de reservas bancarias, dijo que esa medida no provocaría una depreciación de la moneda. Pero la caída de 0,9% que registró el lunes muestra lo que los analistas e inversores consideran que es el gran riesgo para los mercados emergentes si China intensifica el estímulo: un mayor descenso del yuan.
"China potencialmente podría tener un impacto muy grande en los mercados emergentes", dijo Rob Subbaraman, director de economía de mercados emergentes en Nomura. "El lado negativo surge si China ablanda más la política monetaria, con más recortes del requisito de reservas que alienten a los bancos a otorgar préstamos; ya que el efecto será un debilitamiento del yuan contra el dólar".
"Si se observa un debilitamiento del yuan, estará la sensación de que China está complicada, de que el dinero deja el país, habrá mal ánimo . . . y eso normalmente tiene impacto sobre las monedas asiáticas en términos generales", agregó Subbaraman, que también mencionó que las monedas de India, Indonesia y Filipinas son particularmente vulnerables porque tienen déficits comerciales.
Algunos analistas están pronosticando que el yuan, que perdió casi 10% de su valor contra el dólar desde que alcanzó su pico del año a fines de marzo, caerá a 7 yuanes por dólar estadounidense en los próximos meses.
Cliff Tan, director de research de mercados globales en MUFG, dijo que calcula que se llegará a ese nivel en el primer trimestre del año próximo y a 7,05 yuanes en el segundo trimestre, como resultado del menor crecimiento, los inferiores diferenciales de interés con el dólar estadounidense y los constantes problemas con el crédito. "Y creemos que Trump elevará los aranceles, incluso por encima de los valores actuales", agregó.
Una mayor fragilidad del yuan contra el dólar también será otro obstáculo para las compañías chinas que en los últimos años tomaron deuda nominada en moneda norteamericana. Según un estudio del Banco de Pagos Internacionales, sólo 12 de las 34 compañías de bienes raíces chinas que cotizan en Hong Kong y que había emitido bonos en moneda extranjera en las últimas décadas informaron tener cubiertas esas exposiciones.
Subbaraman de Nomura cree que las chances de que hay más estímulo proveniente de China "son muy altas". Es una opinión que el enfrentamiento verbal entre el ministro chino de Asuntos Exteriores Wang Yi y Michael Pompeo, el secretario de Estado estadounidense que acaba de visitar Beijing, hará poco para disipar.
El desafío para los inversores de mercados emergencias es calibrar qué tan útil será el intento de China por protegerse.