SE ESPERA QUE EL NUEVO GOBIERNO NO CUENTE CON EL VOTO DE CONFIANZA DEL PARLAMENTO

Difícil tarea le espera a Carlo Cottarelli como primer ministro de Italia

El ex funcionario del FMI es muy conciente de que su mayor desafío llegará si se acelera la liquidación del mercado que se observó en las últimas semanas

Menos de dos semanas después de las elecciones generales que se celebraron en Italia en marzo pasado, le preguntaron a Carlo Cottarelli si existía la posibilidad de que le propusieran conducir un gobierno de unidad nacional para poner fin a la paralización política. El ex funcionario del Fondo Monetario Internacional se rió a carcajadas. "Es más probable que me elijan como delantero del Inter", le contestó a un conductor de TV, refiriéndose al club de fútbol milanés.

Sin embargo, ayer Cottarelli ya no hacía bromas cuando aceptó un mandato del presidente Sergio Mattarella para formar un gobierno tecnócrata que conduzca la tercera economía más grande de la eurozona y que avance hacia nuevas elecciones. "Me siento muy honrado, intentaré hacerlo lo mejor posible", dijo.

Cottarelli enfrenta una tarea especialmente difícil en las próximas semanas. Las tensiones políticas se intensifican; los líderes de los dos crecientes partidos populistas critican a Mattarella por el fracaso de su intento por formar gobierno.

Los inversores empezaron a vender deuda italiana y acciones en medio de los temores a que la posición del país en la eurozona pueda verse comprometida. Cottarelli mismo tendrá una poca capacidad para tomar decisiones dado que se espera que su gobierno pierda el voto de confianza en el parlamento y simplemente tendrá poder para administrar el día a día.

"Eso será profundamente inusual: un gobierno que no es un gobierno, con ninguna legitimidad en particular", dijo Marco Tarchi, profesor de ciencia política en la Universidad de Florencia. "Si Cottarelli se mueve apenas un centímetro de la administración ordinaria, será criticado", agregó.

Cottarelli, que nació en Cremona cerca de Milán en 1954, encarna el liderazgo económico italiano con visión internacional, característica que tuvo en cuenta Mattarella para considerarlo su primera opción para ser el primer ministro temporario.

Después de trabajar en el Banco de Italia y en Eni, la compañía de gas y petróleo, ascendió posiciones en el Fondo Monetario Internacional hasta ocupar el cargo de director del departamento de asuntos fiscales entre 2008 y 2013 durante el peor momento de la crisis financiera.

Cottarelli luego volvió al corazón de la política italiana como el zar del gasto bajo la conducción del primer ministro de centroizquierda Enrico Letta, puesto desde el cual comenzó a desarrollar una lista de recortes presupuestarios que podían ayudar a reducir la creciente deuda del país.

Cuando en 2014 asumió como primer ministro Matteo Renzi, el sucesor de Letta, mantuvo a Cottarelli durante un breve período pero luego surgieron tensiones entre ambos porque Renzi se negaba a implementar cualquiera de sus sugerencias. Cottarelli finamente renunció a su cargo.

El año pasado, Cottarelli inauguró un centro para el estudio de las finanzas públicas de Italia en la Universidad Católica de Milán, donde se analizan las plataformas económicas de los partidos políticos del país desde el punto de vista presupuestario. Esa iniciativa lo colocó nuevamente en el centro del escenario político. Como había sido criticado en todas partes por su falta de rectitud fiscal, se convirtió en un candidato natural a primer ministro a los ojos de Mattarella.

Las habilidades diplomáticas del nuevo primer ministro serán puestas a prueba casi de inmediato cuando represente a Italia en la cumbre del G7 en Canadá y en el Consejo Europeo en Bruselas, ambos eventos programados para junio.

Pero Cottarelli parece muy conciente de que su mayor desafío llegará si se acelera la liquidación del mercado que se observó en las últimas semanas.

Después de aceptar el mandato de Mattarella, buscó tranquilizar a los nerviosos inversores. "La economía italiana todavía crece y las finanzas públicas están bajo control", aseguró. "Nuestro rol en la UE es esencial, al igual que nuestra participación en la eurozona", agregó.

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