SE TRATA DE UNA POLÉMICA OPERACIÓN QUE DAR A NUEVA REFORMA AL SECTOR FINANCIERO DE ALEMANIA

Deutsche Bank y Commerzbank inician la negociación de fusión

Deutsche Bank y Commerzbank formalmente inauguraron las conversaciones para fusionarse, una operación polémica que daría nueva reforma al sector financiero de Alemania y origen a la segunda mayor entidad bancaria de la eurozona en términos de activos.

La alta gerencia de los dos mayores bancos alemanes que cotizan en Bolsa informó el fin de semana que empezaron las charlas exploratorias, después de que las juntas ejecutivas de ambas entidades acordaron evaluar los beneficios de una fusión.

Un allegado al proceso señaló que las conversaciones comenzarán de inmediato y que el detallado proceso de due diligence se iniciará la semana próxima cuando los bancos formen una serie de comisiones para estudiar temas específicos.

Otra persona explicó que las discusiones exploratorias "no terminarán en una semana", pero que espera largas negociaciones sobre una operación que crearía al segundo banco de la eurozona después de BNP Paribas, con 1,9 billones de euros en activos y más de 140.000 empleados.

La idea de fusionar los dos grupos recibe una fuerte oposición por parte de los influyente sindicatos bancarios, y el escepticismo de cinco de los seis principales accionistas de Deutsche Bank, a quienes les preocupa que pueda descarrilar la reestructuración interna del banco.

Entre los pocos claros defensores de la fusión se encuentran el presidente del directorio de Deutsche Bank, Paul Achleitner; el CEO de Commerzbank, Martin Zeilke, y el fondo de inversión Cerberus, uno de los mayores accionistas de ambos bancos.

La gerencia de Deutsche Bank anteriormente se había resistido a una unión, pero el mediocre desempeño, junto con la perspectiva de tasas de interés bajas por más tiempo y la presión proveniente del gobierno alemán para que se ocupe de los elevados costos y exiguos retornos, hicieron que repensaran la idea.

Christian Sewing, CEO Deutsche Bank, el mes pasado dejó de oponerse a analizar una fusión multimillonaria en euros con su rival más pequeño y pidió al consejo de administración un mandato formal para sondear las opciones.

En una comunicación a los empleados, Sewing el domingo dijo: "Solamente seguiremos adelante con opciones que tengan sentido económico. También se refirió a la experiencia que demuestra que hay "muchos potenciales factores económicos y técnicos que podrían entorpecer o evitar" una fusión.

El sindicato del sector de servicios alemán Verdi, que se opone a la operación, advirtió que podrían desaparecer 30.000 puestos de trabajo si los dos bancos se combinan.

"Creo que ése es un número realista", señaló un alto gerente de uno de los bancos, agregando que no ve ningún panorama en el que los sindicatos respalden una fusión.

Los analistas de DZ Bank con sede en Francfort estiman que si bien en el caso de una fusión, los costos anuales disminuirían en 2300 millones de euros, habría pérdidas de ingresos cercanas a 1500 millones de euros porque los clientes mudarán negocios a entidades rivales para mantener diversas relaciones bancarias.

Ambos directorios tomaron la decisión de iniciar las conversaciones formales después de que el gobierno alemán señaló en el fin de semana que apoyaría la reestructuración necesaria para que si hay una fusión, ésta sea un éxito.

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