Crean al "Gordon Gekko" informático para reemplazar a los traders humanos

En un edificio de las afueras de Cambridge, en Reino Unido, un grupo de jóvenes informáticos hablan y bromean sobre las últimas modificaciones en sus códigos. Pero no tratan de crear una nueva app para el iPhone, sino el próximo "rey de los bonos" a partir de algoritmos y datos.

Los cerebros del hedge fund Cantab Capital, que tienen estudios en campos como la astrofísica y la biología molecular, están diseñando programas que navegan las fluctuaciones del mercado de bonos. Su objetivo es copiar los mejores rasgos de los operadores humanos sin sus manías o debilidades.

Este es el nuevo mundo de la inversión en bonos. La anticuada industria, que durante décadas estuvo dominada principalmente por arrogantes gestores de fondos de Londres, Nueva York o Los Ángeles que gritaban órdenes a través del teléfono a sus brókers, es ahora el blanco de los hedge funds que utilizan las computadoras para elevar sus rendimientos.

Me recuerda a los primeros días de la gestión cuantitativa en Bolsa" señaló Paul Kamenski, codirector de crédito en la división Numeric de Man Group. "Gran parte de los estudios está en su fase inicial, pero podría avanzar rápido. Se cree que es un mercado aún sin explotar".

Man Numeric lanzó una plataforma de bonos sistemática a finales del año pasado, centrada inicialmente en los bonos basura, pero con planes para expandirse a la deuda corporativa con grado de inversión a lo largo del próximo año. Man tiene cuidado de no dar demasiados detalles, pero una de las áreas rentables identificada por el hedge fund son los "datos alternativos", información no tradicional como las compras mediante tarjetas de crédito, los recibos y los datos sobre envíos. Eso puede ayudar a diseccionar las compañías que no informan con regularidad sobre su situación financiera y para trazar vínculos entre firmas que son rivales y clientes.

También puede explotar la diferencia en el tiempo que sus bonos tardan en reaccionar a los acontecimientos.

Una de las grandes barreras ha sido la complejidad del mercado de bonos, especialmente el corporativo. Mientras que una compañía puede emitir sólo uno o dos tipos de acciones, podría colocar decenas o incluso cientos de tipos de bonos, con distintas garantías legales, divisas, vencimientos y pagos de cupones.

Sin embargo, los avances en la informática, los datos de trading más claros y a más largo plazo y la masa crítica que han alcanzado los estudios sobre el mercado de bonos han creado un punto de inflexión en la inversión sistemática en renta fija, según Linda Gruendken, científica de Cantab.

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