Consecuencias de una decisión anunciada

Donald Trump anunció que Estados Unidos se retirará del Acuerdo de París sobre cambio climático al que casi todos los países adhirieron en diciembre de 2015. Pero sigue habiendo gran desacuerdo en cuanto al modo en que la retirada del acuerdo afectará a Estados Unidos.

- ¿Cuál será el impacto económico y financiero de abandonar el Acuerdo de París?
El impacto inmediato será menor, ya que el acuerdo no tiene un efecto directo en Estados Unidos. Pero a las empresas de energía renovable y otras industrias afectadas por la reducción de emisiones les preocupa que la señal que envía la separación de Estados Unidos del resto del mundo en términos de estrategia climática frene las inversiones y afecte las ventas.

Uno de los mayores riesgos será la amenaza de una posible imposición de precios a modo de represalia por parte de países que creen que se los está obligando a asumir una parte desproporcionada de la responsabilidad de manejar un problema mundial.

- ¿Trump puede fomentar un crecimiento más rápido de las industrias de combustibles fósiles de Estados Unidos?
La actividad y el empleo en las industrias de combustibles fósiles de Estados Unidos, en general, han sido más impulsados por las condiciones del mercado que por políticas gubernamentales.

La explotación petrolera empezó a repuntar hace un año, bastante antes de que Trump fuese elegido presidente, dada la recuperación de los precios del crudo. La producción de carbón también empezó a repuntar antes de las elecciones, ya que el precio más alto del gas natural hacía que la generación eléctrica a partir del carbón resultase más competitiva, pero ese repunte ahora parece normalizarse.

Las medidas del gobierno para poner freno a las normativas y abrir nuevas áreas de producción tendrán algún efecto, pero es posible que las condiciones de mercado sigan dominando la situación. El carbón seguirá presionado dada la competencia de las abundantes reservas de gas barato de América del Norte, y las petroleras no querrán perforar en el Ártico a menos que el precio del crudo sea significativamente mayor.

- ¿Los estados como California podrán seguir en busca de sus propias políticas climáticas?
Sí. Hay 29 estados que ya tienen autorizaciones para el uso de electricidad renovable, y muchos tienen exenciones fiscales y otros tipos de apoyo para obtener tecnologías para reducir emisiones.

California será crucial. Es la sexta economía más grande del mundo y estableció el objetivo de reducir las emisiones de gas de efecto invernadero un 40%, con respecto a los niveles de 1990, para 2030.

Ya tiene un gran proyecto de comercio de emisiones y los legisladores del estado están debatiendo si extenderlo más allá de 2020.

Nueve estados del noreste del Estados Unidos son parte de un sistema regional de comercio de permisos de emisiones de gases de efecto invernadero.

Un asunto al cual prestar atención es si el gobierno intenta enfrentarse con alguno de los estados para bloquear sus políticas climáticas. Pruitt y Rick Perry, el secretario de Energía, dieron a entender que lo están considerando.

- ¿Qué le exigía el Acuerdo de París a Estados Unidos?
La principal obligación de todos los países que suscribieron el acuerdo de París es entregar un plan cada cinco años que detalle cómo piensan manejar el cambio climático.

Al momento de la firma, el gobierno de Obama presentó un plan con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 26-28% para 2025 desde los niveles registrados en 2005.

El acuerdo también exige a los países ricos dar financiamiento a los países en desarrollo según sus obligaciones existentes conforme al tratado "madre" del Acuerdo de París, el Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992.

Aunque no hay un plazo estricto para entregar el dinero, expertos sostienen que Estados Unidos ya cumplió este requisito porque después de suscribir el acuerdo, Obama puso u$s 500 millones en un fondo contra el cambio climático establecido para canalizar fondos a países más pobres.

Estados Unidos había previsto un abanico de medidas para poder cumplir los objetivos del acuerdo, que incluían nuevas normas de ahorro de combustible para vehículos pesados y medidas para reducir las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero, de vertederos y la industria del gas y el petróleo.

También se incluyeron normas de uso eficiente de energía para edificios y artefactos eléctricos.

Sin embargo, se esperaba que la mayor parte de los recortes surgiesen del plan de energía limpia de Obama, destinado a reducir las emisiones de centrales eléctricas que queman combustibles fósiles. El plan ya estaba sujeto de impugnaciones y Trump se deshizo de él desde que asumió sus funciones en enero.

Nadie esperaba, sin embargo, que las políticas que Obama alcanzarán para lograr los objetivos de emisiones de 2025, lo cual significa que probablemente habrían debido hacerse nuevas medidas para cubrir la brecha.

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