Burbujas especulativas del pasado sólo pueden explicar parte del fenómeno Bitcoin
La pregunta es si la criptomoneda se parece a la acciones tecnológicas de la era de los noventa, o a las acciones de South Sea Company o a los tulipanes de Holanda
El bitcoin casi sobrepasó la barrera de los u$s 10.000 el lunes pasado, después de superar por primera vez los u$s 2000 a principios de este año.
Eso algo significa, pero aún así son erróneas las afirmaciones de que el auge que experimenta el bitcoin este año es de alguna manera una repetición de la Burbuja del Nasdaq que finalmente explotó en marzo de 2000.
Esto no es sólo un fenómeno de corto plazo. El bitcoin quizás entró en órbita este año, pero uno recuerda que hace un año muchos de nosotros pensaba que los precios de la moneda eran de locos. Su retorno real anual promedio desde que la gente empezó a negociarlo en 2010 es de 411%. Eso no se parece a nada visto en ningún mercado de valores de la era moderna.
El bitcoin les hizo ganar dinero a sus seguidores a un ritmo que nunca consiguieron los inversores en acciones.
El mejor año para el Bitcoin fue 2013. El mejor retorno que ofreció el mercado de valores de un país en un año calendario fue el de Noruega en 1979.
El mercado de arte registró algunas cosas extraordinarias últimamente, pero nada se compara con el bitcoin; y en cualquier caso, las obras de arte son genuinamente más escasas que los bitcoins.
Sin embargo, más atrás en la historia sí parece que hubo otros casos de furor entre los inversores que llegaron aún más lejos. Inevitablemente, uno de ellos fue la burbuja especulativa de los tulipanes en Holanda.
Mi fuente favorita sobre ese fenómeno especulativo es el libro Tulipomanía de Mike Dash. Los registros holandeses no son suficientemente precisos como para armar un gráfico de los precios diarios para compararlos con la evolución del bitcoin. Además, no todos los bulbos de tulipanes eran comparables cuanto más raros, y en menor medida cuanto más bellos, más se pagaba. El precio máximo registrado para un bulbo durante la tulipomanía fue de 5.200 florines neerlandeses. Como esa cifra más que triplicaba los 1600 florines que cobró Rembrant por su obra maestra La ronda de noche más o menos en la misma época, suena excesiva. Para una mejor comparación, un pan de cinco kilogramos en ese entonces costaba 0,4 florín. Por lo tanto, se podría haber canjeado un bulbo de tulipán por aproximadamente 71.000 kilos de pan o 400 toneladas de arenque.
Hoy en día, un paquete de 100 bulbos de tulipanes se puede comprar en Amazon por u$s 32,98, mientras que un pan blanco de Sara Lee de medio kilo sale u$s 1,98, por lo que se consiguen cerca de 5 bulbos por cada medio kilo de pan. A una relación de 71.000 kilos de pan por bulbo, la tulipomanía holandesa se merece ser recordada como el ejemplo más absurdo de sobrevaluación de la historia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el bulbo existe físicamente, y que su precio puede compararse con objetos físicos. No queda claro si es posible una valuación fundamental para el bitcoin, que es vulnerable al riesgo de que actúen los gobiernos.
¿La aceleración de los precios de los tulipanes, es comparable con el reciente salto que registra el bitcoin? Los datos no son muy buenos, pero un buen ejemplo es lo que sucedió con la variedad de tulipán denominada Bizarden. Por suerte, hay datos que reflejan cuáles fueron los precios que tenía medio kilo de bulbos Bizarden durante los últimos cuatro meses del furor por los tulipanes, el cual terminó abruptamente en la primera semana de febrero de 1637.
En esos cuatro meses se observa un salto en los precios algo superior a 2200%. En los últimos cuatro meses, el bitcoin sólo subió 253%.
Por lo tanto, las criptomonedas aún no están tan exageradamente sobrecompradas como lo estuvieron los bulbos de tulipanes; si bien éstos por supuesto tienen la ventaja de convertirse en hermosas flores que decoran el jardín.
Otro ejemplo de una fiebre inversora que en sus etapas finales superó hasta al bitcoin fue la burbuja especulativa de los mares del sur, que atrapó a muchos británicos en 1721 y giró en torno a las acciones de South Sea Company.
Sin embargo, este caso implicó un descarado fraude porque a los que invertían se les mentía sobre los activos que compraban. Además, esa burbuja no se prolongó tanto como lo que viene durando el auge del bitcoin. Pero en los últimos meses de locura, la acción de la compañía South Sea había subido 800%. Y como se sabe, no eran justamente idiotas los que quedaron atrapados. Isaac Newton, uno de los mayores genios de la historia, quedó en la ruina por haber decidido comprar acciones de South Sea cuando estaban casi en su precio máximo.
Una lección más general es que el bitcoin como inversión o fenómeno de especulación no se parece a nada visto en mucho tiempo. Se comporta de manera aún más extrema que la mayoría de los burbujas que han sido documentadas, si bien todavía no alcanzó los excesos de tulipomanía.
Eso podría tomarse como una señal de que el bitcoin simplemente no es comparable a otros casos de burbujas especulativas. Esa sería la línea que tomaron muchos entusiastas de las criptomonedas, quienes consideran que la actual alza del precio es una "curva de adopción".
Sin embargo, persiste el problema de que el aumento del valor del bitcoin hace que sea más difícil usarlo como moneda. Evidencias recientes señalan que es fácil ver por qué alguien podría querer comprar algunos bitcoins como una apuesta, pero es más difícil saber por qué lo elegiría como moneda para hacer una transacción.
Pero a decir por las lecciones que deja la historia, muchos interpretamos que los precios finalmente se ajustan a la realidad de un golpe. Pero no nos ofrece indicios sobre cuánto más puede avanzar o a qué ritmo. Quizás el bitcoin todavía pueda igualar a los bulbos de tulipanes Bizarden antes de que esté acabado.
Pero del Bizarden al bitcoin, el comentario es el mismo: Qué extraño.