Brasil está a punto de superar a EE.UU. como primer productor mundial de soja

Los agricultores norteamericanos se vieron afectados por la guerra comercial entre Washington y Beijing y por las malas condiciones climáticas. La caída del real también ayuda a los sojeros del país latinoamericano.

Brasil corre por delante de Estados Unidos en lo que se refiere a la producción sojera mientras la guerra comercial y el clima extremo afectan la agricultura norteamericana.

Es probable que la reciente siembra en el país latinoamericano produzca 121,1 millones de toneladas de soja a principios de 2020, dijo ayer la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la agencia de estadísticas agrícolas. La cifra es 25% superior a la última cosecha estadounidense de 96,6 millones de toneladas.

"Esta es la primera vez, al parecer, que tendremos una cosecha inferior a la de Brasil", dijo Jim Sutter, director ejecutivo del Consejo de Exportación de Soja de Estados Unidos, una asociación que promueve el comercio.

Los flujos de soja quedaron atrapados en la guerra comercial de EE.UU. con China, el principal importador de la oleaginosa. El arancel de 25% que Beijing impuso a los cultivos norteamericanos sigue vigente mientras los dos países negocian nuevos términos para el comercio y la política industrial.

"Esta falta de acuerdo brindó una muy buena oportunidad momentánea para Brasil", dijo Tereza Cristina da Costa, ministra de Agricultura de Brasil.

Los agricultores brasileños sembraron soja en 36,8 millones de hectáreas, señaló la Conab en su última estimación mensual. La superficie dedicada al cultivo se amplió en cerca de 1 millón de hectáreas por año durante la última década, algunas de ellas en áreas de vegetación nativa.

"El aumento de la producción sojera en el país refleja que los productores creen en el futuro del país", aseguró Rodrigo Pozzobon, delegado de Aprosoja, una cooperativa agrícola del estado brasileño de Mato Grosso.

La demanda de soja brasileña sostuvo su precio; en el puerto de Paranaguá se comercializa a u$s 363,50 la tonelada, en comparación con los u$s 348 la tonelada en la costa del Golfo de México, según Reuters.

Los futuros de soja en Chicago se negociaron ayer a un poco más de u$s 8,99 dólares el bushel, después de que el gobierno de los EE.UU. publicara las estimaciones de granos que también observaban una mayor cosecha brasileña. El precio se ubicó cerca de un dólar por debajo de los niveles anteriores a que el arancel chino entrara en vigencia a mediados de 2018.

El real brasileño cayó cerca de 7% frente al dólar durante este año, lo que elevó el valor de la soja para los agricultores de Brasil.

"La solidez del dólar lleva a otros productores de todo el mundo a aumentar su producción si pueden, porque les está ofreciendo precios bastante buenos, y el dólar fuerte está teniendo el efecto contrario en los productores estadounidenses", afirmó Sutter.

El presidente Donald Trump amenazó la semana pasada con imponer aranceles sobre el acero y el aluminio procedentes de Brasil y Argentina en respuesta a la debilidad de sus monedas que, según él, "no es buena para nuestros agricultores". Argentina es el tercer productor mundial de soja.

Los agricultores estadounidenses tenían la intención de sembrar 34,2 millones de hectáreas de soja en la primavera pasada, 5% menos que en 2018. Después de que la lluvia implacable y el barro empantanaron los equipos de siembra, plantaron sólo 31 millones de hectáreas, según el Departamento de Agricultura de EE.UU.

"El mercado mandó una señal al agricultor estadounidense: sembrar menos soja. Y así lo hicieron. Luego vino la madre naturaleza y dijo que había que plantar menos de todo", señaló Pedro Dejneka, socio de MD Commodities, una consultora de agronegocios.

Traducción: Mariana Oriolo

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