ENTREVISTA A BRIAN CHESKY, CEO DEL SITIO DE ALOJAMIENTOS

Airbnb propone mirar más a la sociedad que a los números

La reacción negativa del público contra el sector tecnológico que se propagó en Washington está empezando a cambiar Silicon Valley, según Brian Chesky, CEO de Airbnb, quien dice que fue una de las razones por las que decidió replantear la estrategia de la compañía.

Chesky dijo que se sintió obligado a articular una nueva visión para la compañía de alojamientos debido a que consumidores y reguladores cuestionan el comportamiento de algunas de las mayores compañías tecnológicas.

En una entrevista durante el lanzamiento de un producto, el número uno de Airbnb habló sobre sus problemas con el capitalismo de libre mercado y los mercados públicos a los que Airbnb hasta ahora ha demorado en incorporarse. También dio indicios sobre lo que pudo haber estado detrás de la separación con su director financiero, Laurence Tosi.

Las preguntas han girado en torno a los planes financieros de la segunda startup más grande de Silicon Valley, la cual los inversores valuaron en u$s 31.000 millones el año pasado, luego de que la brusca partida de Tosi el mes pasado coincidiera con un anuncio de Chesky de que la compañía no saldría a bolsa este año.

"Creo que las visiones eran diferentes", aseguró Chesky, refiriéndose a la partida de Tosi. "Él decidió seguir adelante, y yo lo apoyo".

Chesky expuso la magnitud de su desilusión con el foco que ponen los mercados públicos en las ganancias trimestrales, una situación que llamó "completamente insostenible". Como la compañía más valiosa de Silicon Valley detrás de Uber, Airbnb trata de crear un nuevo modelo corporativo, dijo.

En enero Chesky fijó un rumbo para la compañía que prometía no enfocarse exclusivamente en brindarles rendimiento financiero a sus accionistas, algo que admitió que creó fricción con algunos de sus inversores.

"Las compañías tienen una responsabilidad con la sociedad. Esto sí contradice a Milton Friedman", dijo refiriéndose al economista que argumentaba que la única responsabilidad social de una empresa es aumentar las ganancias.

Chesky está intentando mostrar un tono diferente para una compañía que inicialmente fue conocida por su voluntad para operar fuera del alcance de las leyes de alojamiento.

Después de dolorosas batallas legales con las ciudades, Airbnb firmó acuerdos tributarios con las autoridades locales e imponiendo regulaciones más estrictas a sus anfitriones. Cuando se fundó la compañía en 2008, casi no existían reglas que rigieran el uso compartido de viviendas, pero su rápido crecimiento hizo que muchas ciudades intervengan. Por ejemplo, algunas han intentado imponer un límite anual de 90 días para unidad.

Airbnb también está tratando de competir más directamente con los hoteles mediante una mayor estandarización de sus ofertas de alojamiento.

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