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AstraZeneca, Pfizer y Moderna fueron las primeras pero cómo es la segunda generación de vacunas que quiere quedarse con el mercado

La próxima fase de la pandemia es una oportunidad para que otros actores entren en una competencia que se disputa al mercado mundial

BioNTech/Pfizer y Moderna, los líderes de la vacuna basada en el ARNm, ya han obtenido miles de millones de dólares en ingresos, que están utilizando para aumentar la producción, firmar nuevos contratos y afianzar sus posiciones. Igualmente, Oxford/AstraZeneca y Johnson & Johnson llevan meses lanzando sus vacunas más baratas y fáciles de transportar, mientras que las vacunas de fabricación china y rusa dominan en varios mercados.

Sin embargo, la necesidad mundial de vacunas contra el coronavirus es tan grande que la próxima fase de la pandemia ofrece una oportunidad para que otros actores entren en escena. Grandes empresas farmacéuticas como Sanofi y GSK esperan quitarse de encima su imagen de rezagadas, mientras que nuevas empresas como Novavax, CureVac y Valneva ven la oportunidad de satisfacer necesidades no cubiertas.

Los recién llegados se enfrentan a obstáculos particulares: las variantes emergentes que reducen los índices de eficacia en los ensayos clínicos, la capacidad de producción consumida por las vacunas ya aprobadas y un público que puede estar más inclinado a confiar en las vacunas que conoce.

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Pero la magnitud de la oportunidad de suministrar dosis, tanto para las inoculaciones iniciales como para las posibles vacunas de refuerzo, hace que valga la pena. De hecho, se prevé que el recién llegado Novavax supere en ingresos a Moderna como segundo mayor fabricante de vacunas contra la Covid-19 el próximo año, con ventas estimadas de u$s 17.900 millones en 2022, según Airfinity, una empresa de análisis con sede en Londres. Y si sus vacunas se aprueban, predice que Sanofi, GSK y CureVac registrarán más de u$s 6000 millones en ventas el próximo año, mucho más que los u$s 1000 millones de ingresos anuales que suelen definir a un medicamento "éxito de ventas".

"Cuando se fabrica un producto que todo el mundo quiere o necesita, se gana mucho dinero", afirma Walid Gellad, director del Centro de Política Farmacéutica y Prescripción de la Universidad de Pittsburgh.

Los nuevos aspirantes

Muchas de las posibles nuevas vacunas que se encaminan a la aprobación reglamentaria no se basan en tecnologías más innovadoras. Varias son vacunas más tradicionales, como la que están desarrollando GSK y Sanofi, que fueron superadas por las revolucionarias vacunas de ARNm de 2020.

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Pero algunas pueden tener ventajas, incluyendo, en el caso de la vacuna de CureVac, ser más baratas de producir y posiblemente más fáciles de combinar con otras vacunas en una sola inyección. La vacuna de Valneva, por su parte, puede provocar una mejor respuesta inmunitaria en las personas mayores.

Novavax

Novavax, una empresa emergente con sede en Maryland que ha recorrido un tortuoso camino de 33 años hasta llegar a su primera vacuna, probablemente sea la primera de esta segunda ola de vacunas en obtener la aprobación. A muchos científicos les gusta su vacuna tradicional basada en proteínas, que tiene un método de producción inusual -sus proteínas se cultivan en células de polilla- y un adyuvante patentado, que potencia la respuesta inmunitaria del organismo a la vacuna.

La inyección se creó y probó junto con la primera ola de vacunas, demostrando una eficacia del 96% contra la cepa original del coronavirus. Pero la empresa ha tardado más tiempo en ampliar la producción.

"Somos la 1,5, la última de la primera generación", dijo Greg Glenn, jefe de investigación y desarrollo de la biotecnología. La empresa espera solicitar la aprobación en el tercer trimestre y Glenn dijo que la inyección, que puede almacenarse a largo plazo en un refrigerador, "contribuiría de manera importante a la necesidad insatisfecha" de dosis en todo el mundo.

Sanofi y GSK

Los grandes fabricantes de vacunas, Sanofi y GSK, a pesar de no haber podido seguir el ritmo de empresas como Pfizer el año pasado, también se espera que desempeñen un papel importante en el suministro de vacunas basadas en proteínas a países de ingresos medios y bajos. 

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Las empresas se vieron obligadas a rehacer su ensayo de fase 2, que finalmente mostró una fuerte respuesta inmunitaria tras un error de dosificación. Pero su capacidad de producción y la posibilidad de distribuir la vacuna junto con otras, como la de la gripe, en la que Sanofi es dominante, podría significar que eventualmente tengan un papel más importante.

Valneva

El fabricante francés de vacunas, que tiene un importante acuerdo con el gobierno del Reino Unido debido a sus instalaciones de producción en Escocia, utiliza una de las tecnologías de vacunación más antiguas: un completo virus inactivado. Afirma que esto podría suponer una ventaja contra las variantes en comparación con las vacunas que sólo utilizan la proteína de la espiga, ya que debería permitir al organismo reconocer otras proteínas de Sars-Cov-2 si la espiga muta de forma significativa. La empresa, que ha iniciado su ensayo de fase 3, también cree que el adyuvante que utiliza para potenciar la respuesta inmunitaria a la vacuna puede hacer que la inyección sea más eficaz en personas mayores o inmunodeprimidas.

Thomas Lingelbach, director general de Valneva, dijo que su objetivo es producir entre 150 y 200 millones de dosis al año. "Por supuesto, no vamos a ser los que produzcan miles de millones de dosis. Esa nunca ha sido nuestra intención. Nos fijaremos en las poblaciones objetivo y en los escenarios en los que podamos contribuir, no en los que vayamos a liderar".

CureVac

La próxima ronda de vacunas también podría introducir una tercera vacuna de ARNm en el mercado. CureVac, la biotecnológica alemana, cree que su formulación diferente le dará ventajas sobre las vacunas de Pfizer y Moderna.

Al requerir una dosis mucho menor, su costo de producción es relativamente bajo y podría ser más fácil combinar en una sola inyección vacunas dirigidas a diferentes variantes. Los científicos de CureVac también creen que, al no realizar ninguna modificación química en el ARNm, la inyección podría provocar una respuesta más fuerte de las células T del cuerpo, que complementan los anticuerpos en el sistema inmunitario.

Pierre Kemula, director financiero de CureVac, cree que estos factores serán importantes puntos de venta una vez que la pandemia esté más controlada. "Una dosis más baja, un costo decente de los productos, una mezcla de soluciones más amplia de producción a escala grande, mediana y pequeña, y flexibilidad. Será realmente interesante ver lo que esto puede aportar al mundo".

Más allá de la aguja

Otros desarrolladores de vacunas que siguen en la carrera son más pequeños y, en general, menos avanzados, pero están probando nuevas tecnologías o mecanismos de administración novedosos que esperan que marquen la diferencia.

ImmunityBio

La biotecnológica californiana fundada por el multimillonario Patrick Soon-Shiong está probando cuatro métodos de administración de su nueva vacuna: un pinchazo, una cápsula, una píldora sublingual y un spray nasal. ImmunityBio, que tiene una capitalización bursátil de u$s 6200 millones y se dedica a los tratamientos contra el cáncer, espera que su vacuna de vectores virales, que estimula las células T y está actualmente en fase 1 de pruebas, proporcione una inmunidad más duradera.

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"Siempre va a haber Pfizer, Moderna, J&J, AstraZeneca, y debería haberlos, pero ¿será suficiente para el mundo?", dijo Soon-Shiong, que también es propietario del periódico LA Times.

Vaxart

Vaxart, otra biotecnológica californiana, está creando vacunas orales que podrían ser más fáciles de administrar, especialmente en los países de ingresos bajos y medios. En el estudio de fase 1 de Vaxart, la empresa afirmó que su comprimido de vacuna contra el coronavirus suscitó respuestas de células T más elevadas que las observadas en personas que habían recibido las inyecciones de Pfizer y Moderna.

La vacuna de Vaxart pretende inducir la inmunidad en la nariz y la boca. "El comprimido se traga, entra en el intestino, produce la proteína de interés y engaña al organismo para que piense que está infectado y genere una respuesta inmunitaria", explicó Sean Tucker, fundador y director científico.

Medicago

Otras empresas, como Medicago, el fabricante canadiense de vacunas que también se ha asociado con GSK para su adyuvante, esperan diferenciarse con sus métodos de producción. Medicago cultiva las proteínas de sus vacunas en una planta de la familia del tabaco, machacando las hojas hasta convertirlas en un batido para extraer lo que necesita, evitando así los problemas que los fabricantes de vacunas suelen tener cuando se trata de aumentar su producción en células animales.

Para algunas de estas pequeñas empresas, incluso las migas de la mesa podrían ser grandes generadoras de beneficios. Olga Smolentseva, analista de renta variable del banco de inversión Bryan, Garnier & Co, dijo que esperaba que las vacunas de ARNm dominaran en el mundo desarrollado, pero que los actores más pequeños podrían acabar con una tajada importante para su tamaño. "La escala del juego es diferente", dijo

El mercado de los refuerzos

Para muchas de estas empresas, mucho dependerá de si se requieren refuerzos cada seis meses, cada año, cada varios años o nunca, y de si las vacunas tendrán que adaptarse a las variantes.

El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, ha dicho que probablemente se necesitará una vacuna de refuerzo dentro de 12 meses. Muchos fabricantes de vacunas están llevando a cabo sus propios estudios de refuerzo de la inmunidad en los participantes de sus primeros ensayos, y siete de ellos participan en el estudio CoV-Boost del Reino Unido.

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Pero hasta ahora no hay consenso científico sobre la duración de la inmunidad. Las pruebas basadas en la recuperación de Covid-19, no en la vacunación, parecen prometedoras. Un estudio limitado, realizado por el University College de Londres, descubrió que la exposición a Covid-19 reducía sustancialmente el riesgo de reinfección -hasta un 85%- entre los residentes y el personal de las residencias de ancianos durante un máximo de 10 meses.

Ian Jones, profesor de virología de la Universidad de Reading, dijo que el estudio se sumaba a las pruebas existentes que demostraban que las células de la médula ósea que producen anticuerpos protectores contra Covid-19 podían encontrarse en los pacientes hasta un año después de la infección.

"Si lo mismo ocurre con los individuos vacunados, lo que parece probable, es posible que no se necesiten refuerzos con tanta frecuencia como se ha supuesto", dijo.

Si el virus sigue mutando, esta ecuación podría cambiar. La mayoría de las vacunas parecen ofrecer protección contra las variantes emergentes, pero algunos estudios han mostrado una eficacia reducida frente a las cepas Beta y Delta, que aparecieron por primera vez en Sudáfrica e India, respectivamente.

Pfizer y Moderna completaron sus ensayos cuando la cepa original de Wuhan seguía siendo la dominante, por lo que sus buenos resultados siempre pueden parecer mejores que los de sus rivales que se enfrentan a las nuevas mutaciones. Por ello, CureVac está tratando de moderar las expectativas antes de publicar sus datos, y Kemula afirma que una eficacia del 70% incluso contra una infección leve sería "absolutamente genial".

Precios y beneficios

Clay Heskett, socio que dirige la división europea de ciencias de la vida de LEK Consulting, afirma que el dominio de las cuatro grandes vacunas -Pfizer, Moderna, AstraZeneca y J&J- hará que sea difícil desplazarlas, al menos hasta que la vacunación reduzca las tasas de infección. "Será difícil desbancar a esas cuatro vacunas", dijo.

Pfizer y Moderna podrían utilizar la "ventaja de haber sido los primeros en comercializar la vacuna, con una aceptación increíble y, francamente, flujo de efectivo" para asegurar una enorme escala de producción que les permita fijar precios competitivos en los próximos años, dijo Heskett. Se prevé que la vacuna de Pfizer genere unos ingresos de u$s 35.800 millones en 2022, casi el doble que el segundo jugador más importante.

La primera generación de desarrolladores de vacunas tuvo que luchar para ampliar la fabricación, pero ahora tiene un dominio sobre algunos insumos clave de las vacunas. Lingelbach, de Valneva, dijo que los proveedores no daban prioridad a su empresa porque su vacuna no estaba aprobada, incluso cuando intentaba pasar del 20% a la capacidad total. "Hasta ahora, hemos vivido al día con las materias primas", dijo.

Pocos de los recién llegados quieren hablar de subcotizar a sus rivales, pero a medida que aumente la oferta, es posible que los fabricantes de vacunas tengan que competir en precio.

Kemula, de CureVac, dice que ve un punto óptimo entre los precios "mínimos" de una vacuna sin ánimo de lucro como la de J&J y los precios más altos de las vacunas de ARNm de Moderna y Pfizer.

John Grabenstein, presidente de la consultora Vaccine Dynamics, está de acuerdo en que queda mucho por hacer. Todavía sigue el rastro de 12 vacunas con un potencial significativo, incluyendo Valneva y CureVac, frente a los 300 proyectos que empezó a observar a principios de 2020.

"Puede que la segunda ola no consiga las vacunas de u$s 20 por dosis, pero sí el mercado de u$s 10 por dosis", dijo. "Y los volúmenes son enormes, órdenes de escala por encima de lo que pensamos que es un mercado de vacunas de gran volumen".

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  • SB

    Sergio Berman

    14/06/21

    Que falta de rigor profesional en el titulo,Gamaleya(sputnik) es la vacuna mas antigua dado que es una vacuna ya estudiada y efectiva contra el ebola al que le cambiaron la proteina nada mas siendo una eficacia del mas de 90% junto a la de pfizer de las mas efectivas
    Tambien muy efectiva en una sola dosis. 80%
    Y apta para todas las variantes actuales
    Si defienden la libertad defiendan la verdad de datos.
    Saludos.

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    Responder
  • R

    RDC

    14/06/21

    LES GUSTE O NO LA PRIMERA FUE LA RUSA SPUTNIK....!

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    Responder