Trump contra las cuerdas: comenzó el juicio que podría desbaratar su imperio inmobiliario
El expresidente se enfrentó cara a cara con el juez, Arthur Engoron, y la fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, en la primera jornada del proceso, que se extenderá hasta diciembre.
Donald Trump se encontró cara a cara con sus hijos adultos, sus antiguos lugartenientes e incluso con él mismo en el primer día de su juicio civil por fraude que comenzó el lunes de forma dramática en un tribunal de Manhattan.
En el alegato inicial, pronunciado por Kevin Wallace, abogado de la fiscalía general de Nueva York, se mostraron fragmentos de las recientes declaraciones en video de Eric Trump, Donald Trump Jr. y Allen Weisselberg, el exCFO de la Organización Trump que cumplió una condena de cinco meses de cárcel tras ser declarado culpable de fraude fiscal.
En el momento quizá más surrealista de la sesión, el expresidente, que asistió personalmente al proceso, se asomó a un monitor de video para ver su propio testimonio de abril, en el que se le preguntó bajo juramento si Weisselberg era responsable de garantizar que sus estados financieros personales cumplían con los principios contables generalmente aceptados: "Yo diría que sí", respondió Trump en la declaración grabada en video.
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"¿Mentía entonces o miente ahora?", preguntó Wallace.
El juez que preside el juicio, Arthur Engoron, dictaminó la semana pasada que el expresidente y sus compañeros coacusados habían cometido durante años un fraude persistente al inflar el valor de sus activos. Ordenó que las empresas de Trump fueran despojadas de sus certificados comerciales en Nueva York y que se nombraran síndicos para supervisar su disolución.
El juicio que comenzó este lunes considerará cargos adicionales presentados por Letitia James, la fiscal general de Nueva York, incluyendo fraude de seguros y falsificación de registros comerciales. También se determinarán las sanciones económicas que deberá pagar Trump, en su caso, y si se le permitirá o no a él y a los coacusados volver a dirigir un negocio en Nueva York.
Como se trata de una cuestión civil, no hay amenaza de cárcel para el expresidente, pero su imperio empresarial corre el riesgo de ser desmantelado.
Trump entró en la sala el lunes por la mañana con expresión contrariada. Fijó su mirada en Engoron, a quien ya había calificado de "trastornado".
En su declaración inicial, Wallace argumentó que el expresidente y sus coacusados habían mentido a sabiendas sobre su patrimonio -inflándolo hasta en u$s 2200 millones al año- con el objetivo de obtener préstamos bancarios en condiciones ventajosas del Deutsche Bank y otras instituciones.
"Los acusados sabían que un patrimonio alto era necesario para obtener y mantener ciertos beneficios financieros", dijo Wallace, estimando que las tasas de interés más bajas le habían ahorrado a los Trump decenas de millones de dólares al año.
En un momento dado, Williams reprodujo una declaración en video de Michael Cohen, exbogado personal de Trump, en la que explicaba la metodología para calcular el patrimonio neto del expresidente. "Se trataba básicamente de respaldarse en números... para obtener la cifra que quería el señor Trump", dijo Cohen.
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En otro video, un sonriente Donald Trump Jr testificó que sabía poco sobre los principios de contabilidad generalmente aceptados, más allá del hecho de que eran "generalmente aceptados".
Christopher Kise, el abogado de Trump, insistió en su refutación en que las declaraciones de las condiciones financieras del expresidente "eran verdaderas y precisas en todos los aspectos materiales" y que no había habido intención de defraudar.
"Hay muchas formas de valorar los activos y todas son precisas aunque den resultados diferentes", dijo Kise, argumentando que el "valor actual de mercado" no era la única forma de evaluar una propiedad.
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Kise señaló que las declaraciones de Trump contenían amplios disclaimers, y que Deutsche Bank había llevado a cabo su propia evaluación de los activos. Calificó a Cohen -que fue condenado a tres años de prisión tras declararse culpable de varios delitos, incluido pagar para silenciar a dos mujeres que decían haber tenido aventuras con Trump, justo antes de las elecciones presidenciales de 2016- como un mentiroso en serie. Kise también defendió la perspicacia empresarial de su cliente, diciendo: "El presidente Trump ha ganado miles de millones de dólares construyendo uno de los imperios inmobiliarios más exitosos del mundo".
A medida que avanzaban los alegatos, Trump se mostraba severo. De vez en cuando cruzaba los brazos y hablaba con sus abogados. "Esta es la continuación de la mayor caza de brujas de todos los tiempos", dijo a su llegada al tribunal de Manhattan.
Está previsto que el juicio dure hasta finales de diciembre. No es más que uno de los procedimientos legales que consumirán al expresidente en su campaña para regresar a la Casa Blanca.
También se enfrenta a cargos penales por sus presuntos intentos de anular el resultado de las elecciones de 2020 y por su manejo de documentos gubernamentales clasificados después de dejar el cargo.
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