Schwarzenegger: "Fui el primer populista electo cuando la gente estaba desanimada"

El ex gobernador conservador de California se presenta como una alternativa moderada -y defensora del medio ambiente- al actual gobierno estadounidense

La biología debería de estar alcanzando a Schwarzenegger. El antiguo Mister Universo ya tiene 71 años. Han pasado casi 50 años desde que fue el campeón mundial indiscutible del fisiculturismo; han pasado 14 meses desde la cirugía a corazón abierto en la que dice que casi se muere. "Ya no entreno en serio", dice sonriendo.

Cuando su mandato como gobernador de California terminó en 2011 había canalizado la indignación pública hacia la clase política, era un republicano intruso que había recibido el apoyo de los demócratas. "Fui el primer populista que fue elegido, cuando la gente estaba desanimada y desencantada", dice.

Schwarzenegger se encontró en el ala equivocada del partido republicano, a la que le gustaban el bipartidismo y la energía solar. La elección de 2016 la ganó otro intruso del mundo del espectáculo.

Desde entonces, se ha enfrentado a Donald Trump en temas que van desde el medio ambiente hasta la educación. "¿Por qué no intercambiamos nuestros puestos?", dijo el ex gobernador a modo de incitación. La próxima semana dirigirá una reunión del R20 en Viena, su foro para estimular iniciativas locales y regionales contra el cambio climático.

¿Es Schwarzenegger el hombre que le abrió el camino a Trump, o la alternativa republicana sensata?

Se postuló para "Governator" de California (una contracción de "Governor" y "Terminator") y fue elegido. Tuvo un comienzo escabroso, similar al de Trump, cuando llamó a sus detractores "afeminados" y tomó medidas estrictas contra la inmigración. Luego se comenzó a relacionar con los demócratas, adoptó el ambientalismo y aprobó la histórica legislación de comercio de derechos de emisión, lo cual convirtió a California en el primer estado de EE.UU. en limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

"Nos dimos cuenta de que a nadie le importa el cambio climático global, porque es algo que va a suceder dentro de 20 años", dice. "A la gente le importa lo que pasa hoy. Y hoy, en estos momentos, 19.000 personas van a morir por la contaminación".

Schwarzenegger está ayudando a interponer "importantes demandas colectivas" contra las compañías petroleras que minimizan el riesgo del calentamiento global. ¿Funcionará? "Sí, sin duda alguna. Las mentiras siempre salen a la luz".

Intento incitarlo a que insulte a Trump, pero no va más allá de calificar de "disparates" las políticas ambientales de la administración. ¿Acaso la polémica entre él y el presidente es real? "Por mi parte, sí". Aunque todavía es republicano, se negó a votar por Trump en 2016, y ambos no han hablado desde entonces.

Bien, ¿tiene sentido que algún republicano desafíe a Trump para la nominación de cara a las elecciones de 2020? "Por lo que vemos actualmente, no. Pero no sabemos qué pasará mañana. Si Trump se tropieza debido a alguna legalidad o si la economía empeora, las cosas podrían cambiar".

¿Ha aceptado que él no podrá ser presidente? "La Constitución no me permite ser presidente". ¿Habría sido un buen presidente? "Mira, no importa lo que haga, siempre voy con todo. Tengo el mejor equipo y haría el mejor trabajo posible".

Schwarzenegger ha prometido "terminar con la manipulación de circunscripciones electorales" con la esperanza de mover la política estadounidense hacia el centro. Como gobernador, convenció a los californianos de respaldar un plebiscito para poner comisiones apartidistas a cargo del trazado de los distritos electorales. El año pasado, los votantes de Michigan, Missouri, Colorado y Utah apoyaron planes similares.

Dice que es "increíble" que un tercio de los distritos de la Cámara de Representantes ahora lo determinen las comisiones independientes. Schwarzenegger no necesita la causa más atractiva, sólo necesita una causa.

Hay un lado oscuro en la carrera de Schwarzenegger: acusaciones de que manoseó a mujeres. Ya se ha disculpado por pasarse de la raya. ¿Las mujeres han aceptado esas disculpas?, le pregunto. "Creo que estamos mucho más conscientes de dónde está la línea", dice.

¿Entonces él no habló por teléfono y se disculpó con las mujeres? "No, porque nadie se quejó conmigo sobre eso. . . Leí una historia acerca de eso. Sentí que era mejor disculparme públicamente con cualquier persona a quien pudiera haber ofendido. Si me pasé de la raya, no me di cuenta. Y lo lamento".

¿Nadie se ha quejado de él? "No. Ojalá que la gente se hubiera quejado de eso en ese momento". Probablemente sea la frase más poco convincente que le he escuchado, incluyendo sus roles en películas.

Quizás el momento más bajo de Schwarzenegger se produjo en 2011, cuando su esposa, Maria Shriver, descubrió que había engendrado un hijo con su ama de llaves en 1996. Shriver, periodista, católica y sobrina de John F. Kennedy, solicitó el divorcio. Pero ocho años después, los trámites aún no se han completado.

"Oh, eso es algo que tendrás que preguntarle a su gente", dice Schwarzenegger, nuevamente con encanto. "Pero te puedo decir que ella es muy feliz. Anoche estuve en su casa, celebramos el Día de las Madres, todos la pasamos muy bien, los niños, mi esposa y yo, y eso es bueno. Pero no creo que podamos volver a vivir juntos como antes".

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