El cierre de gobierno federal más largo en la historia de Estados Unidos terminó después de que el presidente Donald Trump promulgara un nuevo paquete de financiación tras una ajustada votación en la Cámara de Representantes.
La Cámara, controlada por los republicanos, votó el miércoles por la noche 222 a 209 a favor de un proyecto de ley para reabrir el gobierno federal y mantenerlo financiado hasta finales de enero. La legislación había sido aprobada en el Senado el lunes.
El proyecto de ley fue enviado de inmediato al escritorio del presidente para su aprobación, poniendo fin a un estancamiento de 43 días que dejó a miles de empleados federales suspendidos sin goce de sueldo, interrumpió programas de asistencia social y causó caos en los aeropuertos al cancelarse y retrasarse vuelos.
“Los extremistas del otro partido insistieron en crear el cierre de gobierno más largo en la historia estadounidense y lo hicieron por razones puramente políticas”, dijo Trump antes de la firma mientras intentaba atribuir la culpa al Partido Demócrata.

Solo quiero decirle al pueblo estadounidense que no deberían olvidar esto cuando lleguemos a las elecciones de medio término y otras cosas; no olviden lo que le han hecho a nuestro país”.
Se espera que los servicios gubernamentales reabran en los próximos días, mientras que las limitaciones a los viajes aéreos en EE.UU. se irán reduciendo gradualmente.
El presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, impulsó el proyecto a través del recinto a pesar de su estrecha mayoría en la cámara baja. Todos los republicanos votaron a favor del proyecto excepto dos. Se les sumaron seis demócratas, todos ellos representantes de distritos que Trump ganó en la elección presidencial del año pasado.
Tras la votación, Johnson acusó a los demócratas de llevar a cabo una “maniobra política egoísta” al prolongar el cierre “innecesario y tonto”. “Ahora que los republicanos han logrado poner fin al cierre demócrata, esperamos continuar nuestro importante trabajo legislativo para entregar resultados al pueblo estadounidense”, dijeron Johnson y otros líderes republicanos en un comunicado conjunto.
El acuerdo aprobado por los legisladores se alcanzó durante el fin de semana en negociaciones a puertas cerradas entre senadores demócratas de base y sus contrapartes republicanas. Revertirá los despidos de empleados federales iniciados por la Casa Blanca y garantizará que los trabajadores suspendidos reciban el salario retroactivo.
El acuerdo dividió profundamente a los legisladores demócratas, muchos de los cuales acusaron a los senadores de rendirse ante Trump y los republicanos.
Durante seis semanas, los demócratas habían insistido en que la reapertura del gobierno dependía de revertir los recortes planificados a los créditos fiscales para el cuidado de la salud, que vencen a fin de año.
El acuerdo alcanzado por los senadores no garantiza que los créditos fiscales se salven, sino que asegura una votación sobre el tema el próximo mes.
Hakeem Jeffries, el principal demócrata de la Cámara, había instado a sus colegas a votar en contra del proyecto. Hablando en las escalinatas del Capitolio el miércoles por la mañana, Jeffries dijo que la propuesta “no aborda la crisis sanitaria republicana y no extiende los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible”.
El cierre duró significativamente más que el récord anterior de 35 días durante el primer mandato de Trump.
Además de la suspensión de cientos de miles de empleados federales, el cierre puso en riesgo los beneficios para estadounidenses de bajos ingresos, incluidos los más de 40 millones de personas que dependen del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria para beneficios alimentarios.





