ES PARTE DE UNA NUEVA ESTRATEGIA INDUSTRIAL APUNTADA A CREAR "CAMPEONES NACIONALES Y EUROPEOS"

Ministro alemán quiere impedir que chinos compren tecnológicas locales

El jefe de la cartera económica pidió la creación de un fondo de inversión estatal que pueda intervenir para evitar adquisiciones de compañías alemanas de alta tecnología

El ministro de Economía de Alemania Peter Altmaier pidió la creación de un fondo de inversión estatal que pueda intervenir para evitar adquisiciones de grandes empresas alemanas por parte de grupos extranjeros. Se trata de la última señal del creciente ánimo proteccionista en Berlín.

La propuesta forma parte de una nueva estrategia industrial diseñada para crear "campeones nacionales y europeos" que estén en mejores condiciones para competir con gigantes tecnológicos en EE.UU. y Asia, y desarrollar la capacidad germana en tecnologías nuevas como inteligencia artificial y vehículos eléctricos.

La nueva política industrial "dirigista" sorprendió en Berlín, incluso entre los socios demócratas cristianos de Altmaier, algunos de los cuales lo acusan de traicionar los principios de libre mercado del partido. Los dirigentes de empresas también criticaron los planes del ministro, con el argumento de que conducirán a una excesiva interferencia estatal en la economía.

Pero la iniciativa llega sólo semanas después de que el lobby empresario BDI pidiera una estrategia mucho más dura hacia China, afirmando que el modelo abierto de Alemania cada vez compite más con la "economía dominada por el Estado de China" y que es necesario protegerse más de las compañías chinas.

Según la propuesta de Altmaier, el Estado podría intervenir para proteger de adquisiciones extranjeras a compañías cuya "tecnología es esencial para la futura competitividad de Alemania". Lo haría asumiendo por un tiempo limitado la propiedad de la compañía objetivo de una oferta, pero sólo si no aparece ninguna otra empresa privada capaz de evitar que sea vendida al extranjero.

Altmaier dijo que su propuesta se vio motivada por la venta en 2016 de Kuka, el grupo de robótica alemán, al fabricante de electrodomésticos chino Midea, un acuerdo que avivó el temor a que las tecnologías industriales más avanzadas de Alemania queden en manos chinas.

En Alemania crecieron las sospechas sobre las verdaderas motivaciones de China desde el surgimiento del plan Hecho en China 2025 del presidente Xi Jinping apuntado a transformar su país en una potencia en alta tecnología que sea dominante en 10 industrias avanzadas.

Eso condujo a cambios en las leyes que elevaron las barreras para las empresas chinas que quieran adquirir activos alemanes. En diciembre, Alemania bajó su umbral para habilitar la revisión de adquisiciones extranjeras en un intento por proteger a la infraestructura crítica del avance de los grupos chinos: en el futuro, Berlín puede bloquear todas las operaciones de compra en sectores sensibles como defensa y energía cuando una compañía no europea busque adquirir más de 10% de una empresa alemana.

Alemania cada vez interviene más para detener inversiones chinas. En julio, Berlín pidió al banco de desarrollo KfW que adquiera el 20% de 50Hertz, un operador de redes de electricidad de alto voltaje, para evitar que esa porción fuera comprada por un inversor estatal chino.

Altmaier se quejó de que en Alemania no surgió ningún gigante tecnológico en los últimos años. "Por el contrario, ex líderes como AEG o Grundig hace tiempo que no lo son", dijo.

Sin embargo, ayer su propuesta no fue bien recibida en el ámbito empresario. "Los campeones nacionales surgen compitiendo y no por la intervención estatal", dijo Marija Kolak, directora de BVR, la Asociación Federal de bancos cooperativos alemanes.

El partido Democrático Libre (FDP), que es liberal y pro negocios, también se mostró crítico. Michael Theurer, miembro del parlamento por FDP, dijo que el partido Unión Democrática Cristiana, "en pánico por el avance de China, está diciendo adiós a la economía de mercado".

Mientras Bruselas se preparaba para bloquear la fusión entre Siemens y Alstom, fabricantes de trenes de Alemania y Francia, Altmaier pidió cambios en las normas de competencia de la UE para que sean más sencillos esos acuerdos de fusiones y adquisiciones tan grandes. Francia y Alemania afirmaron que una unión de Siemens y Alstom habría competido mejor con rivales extranjeros respaldados por un estado, particularmente los chinos.

Altmaier dijo que las normas de competencia de la UE deberían reflejar mejor el paisaje competitivo en los mercados globales, y no sólo los nacionales y regionales. "¿No hay industrias como la aviación civil, los ferrocarriles, o los bancos, donde el mercado global debería ser el mercado de referencia?", preguntó. Las empresas europeas de esos sectores sólo pueden competir en igualdad de condiciones con rivales provenientes de China y de EE.UU. "si se permiten las fusiones, para que las compañías que tenemos en estos sectores puedan lograr la escala" necesaria.

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