Un aliado del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha sido nombrado para un cargo en el Banco Central de Brasil, mientras el líder izquierdista aumenta la presión para recortar las tasas de interés.

Gabriel Galípolo, el segundo del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, será el nuevo director de política monetaria de la institución.

Galípolo es una de las dos personas nombradas esta semana para formar parte del Comité de Política Monetaria (Copom), compuesto por nueve miembros. El otro es Ailton Aquino dos Santos, empleado de carrera del banco central, que será director de supervisión. Ambos ocuparán el cargo durante cuatro años, pero antes deberán ser ratificados por el Senado.

Los nombramientos se producen en un momento en que las relaciones entre Lula y la cúpula del banco central son cada vez más tensas.

Desde que asumió el cargo a principios de 2023, el presidente ha arremetido contra la agresiva política monetaria del banco central por considerarla un lastre para el crecimiento económico y perjudicial para los pobres.

La tasa Selic de referencia está en el 13,75% desde agosto, tras una serie de alzas destinadas a controlar la inflación.

Los ataques de Lula al banco han inquietado a los inversores, preocupados por la posible interferencia política en un país con un historial de batallas contra los aumentos de precios.

En los próximos años, su gobierno sustituirá a la mayoría de los miembros del comité de política monetaria del banco. También deberá encontrar un sucesor para el presidenteRoberto Campos Neto, cuyo mandato finaliza a fines de 2024. Se especula con la posibilidad de que Galípolo sea uno de los candidatos.

Sergio Vale, economista de MB Associados, cree que el nuevo director votará a favor de una reducción de la tasa Selic. "[El nombramiento] no cambia mucho a corto y medio plazo, pero es una señal de cambios más importantes que podemos tener en el banco central en el futuro".

Rodrigo Marcatti, CEO de Veedha Investimentos, dijo que la elección de Galípolo probablemente se consideraría política.

"Por muy capaz y técnico que sea, el mercado lo interpretará como un intento del Gobierno de empujar hacia una dirección de tasas de interés más bajas".

El Banco Central de Brasil recibió autonomía formal del Congreso en 2021 bajo la anterior administración de Jair Bolsonaro, una decisión que Lula ha cuestionado.

Se espera que el banco central baje las tasas antes de fin de año. No obstante, los economistas esperan que la Selic se sitúe en 10% a fines de 2024.

El Copom ha dicho que las tasas altas siguen siendo necesarias, ya que la inflación, aunque se está enfriando, está por encima del objetivo del banco. También ha citado la incertidumbre sobre la situación fiscal del país. La promesa de Lula de aumentar el gasto público en asistencia social e infraestructura ha suscitado preocupación por la trayectoria de la deuda pública.

Durante la campaña electoral, Lula encargó a Galípolo que actuara como interlocutor con el sector financiero. Anteriormente fue CEO del banco de inversiones Banco Fator.