SE ENCIENDE EL DEBATE SOBRE EL ROL DE LA INDUSTRIA INTERNACIONAL DE SERVICIOS FINANCIEROS

Los "Paradise Papers" provocan reacción política contra las finanzas offshore

Los expertos en impuestos sostienen que las estructuras reveladas hasta ahora son muy diferentes a las que surgieron de los "Panama Papers" el año pasado

La filtración de los "Paradise Papers", un tesoro de 13,4 millones de documentos que dejan al descubierto cómo "los ricos se enriquecen más mediante maniobras offshore", rápidamente enardeció a políticos y candidatos electorales.

El senador estadounidense Bernie Sanders dijo que la información filtrada demuestra cómo la "oligarquía internacional" evitó pagar su "parte justa de los impuestos". Jeremy Corbyn, el líder de la oposición británica, aseguró que la sociedad se ve perjudicada debido a "una élite súper rica que mantiene el sistema tributario y nos desprecia el resto de nosotros".

Sin embargo, para los expertos en impuestos, las conclusiones son menos claras. Ellos sostienen que las estructuras reveladas son muy diferentes a las que surgieron de los "Panama Papers" el año pasado.

Pascal Saint-Amans, el máximo funcionario del área tributaria de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico con su sede en París, afirmó: "Son bastantes distintos a los Panama Papers". También aseguró que las estructuras en cuestión son mayormente, aunque no en su totalidad, legales. "Algunas ni siquiera son cuestionables desde el punto de vista de la legitimidad".

Los Panama Papers llevaron a que más de 70 gobiernos iniciaran investigaciones, que resultaron por ejemplo en la destitución de Nawaz Sharif, el primer ministro de Pakistán. La filtración también forzó a Panamá un obstáculo para la campaña internacional de transparencia a ceder frente a la presión global. El lunes, los funcionarios británicos del área tributaria informaron que debido a los Panamá Papers se iniciaron investigaciones penales y que podrían recuperar impuestos por 100 millones de libras.

Pero Appleby, el estudio jurídico del "círculo mágico offshore" en el que se centra la nueva filtración después de que fueron hackeados servidores de sus oficinas, es muy diferente a Mossack Fonseca, cuyos datos estaban expuestos en los Panama Papers.

The New York Times, que es miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, la red global detrás de ambas revelaciones, contrastaron a los clientes "predominantemente de élite" de Appleby y los de Mossack Fonseca, el cual "parece especificar menos el negocio en el que operaba".

Las nuevas filtraciones volverán a encender el debate sobre si la industria internacional de servicios financieros desempeña un rol positivo o negativo en la economía mundial.

Para algunos, casi no hay dudas de que los centros offshore son perjudiciales. El año pasado más de 300 economistas, incluyendo el Premio Nobel Sir Angus Deaton, firmaron una carta a líderes mundiales que rezaba: "La existencia de los refugios fiscales no suma a la riqueza global o al bienestar en general; no tienen ningún propósito económico útil."

Pero también hay acérrimos defensores de las finanzas offshore, lo que a menudo se describe como un eslabón esencial en un mundo donde el comercio y la inversión son cada vez más transfronterizos. La "neutralidad impositiva" de los refugios garantiza a los individuos de diferentes jurisdicciones con inversiones colectivas que no tendrán una doble imposición.

Mark Pragnell, de la consultora Capital Economics, señaló: "Fundamentalmente, los centros offshore facilitan la economía transfronteriza porque ayudan a los individuos y a las organizaciones a hacer operaciones afuera de su país".

Los fideicomisos en general se usan para proteger a menores o el derecho a la confidencialidad de las personas conocidas. Martin Sullivan, economista jefe de Tax Analysts, una editorial sin fines de lucro, aseguró: "No es ilegal tener una cuenta bancaria en Bermuda. El problema está en no incluirla en la declaración impositiva".

Los centros offshore al menos en parte se quitaron de encima la reputación de mantener los secretos a partir de la campaña internacional en pos de la transparencia que llevó al intercambio automático de datos fiscales al que adhirieron msa de 100 países y que comenzó en septiembre.

Estados Unidos no está incluido en el sistema nuevo, si bien intercambia automáticamente cierta información bajo su propia Ley de cumplimiento tributario de cuentas extranjeras, FATCA.

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