Los mercados financieros han infravalorado los riesgos que representan los ataques de Donald Trump a la Reserva Federal, que incluyen un aumento de la inflación y una pérdida de confianza en la deuda pública estadounidense, advierten economistas en una encuesta de Financial Times.

Las intervenciones del presidente de Estados Unidos contra el banco central más poderoso del mundo han generado temores de que se vean comprometidas las facultades de la Fed para fijar las tasas de interés y controlar la inflación.

En la encuesta, a 94 economistas de EE.UU y Europa quedó reflejado que muchos temen que los ataques produzcan un cambio permanente en la Fed hacia la priorización del empleoy la reducción de los costos de la deuda una vez que finalice el mandato de Jay Powell el próximo año. "La Reserva Federal se convertirá en una marioneta del gobierno", afirmó Christiane Baumeister, economista de la Universidad de Notre Dame, una de las encuestadas. Otros participantes describieron las perspectivas de la política monetaria estadounidense como "caóticas" y "desastrosas".

Trump ha criticado a la Reserva Federal en repetidas ocasiones desde el inicio de su segundo mandato, calificando a Powell de "imbécil" por su negativa a recortar las tasas de interés este año.

La Casa Blanca intensificó sus ataques a fines de agosto al anunciar la destitución de la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, con efecto inmediato.

Cook se ha negado a dimitir y ha plantado cara a Trump en los tribunales en lo que, según juristas, pondrá a prueba el poder que la Casa Blanca puede ejercer sobre el banco central.

En la encuesta online a economistas académicos y del sector privado, realizada entre el miércoles y el viernes de la semana pasada, 89 de los 94 participantes advirtieron de que la disputa ya había dañado la credibilidad de la Reserva Federal. Más de un 25% de los economistas teme que, para el final del mandato de Trump en 2029, la Reserva Federal no pueda cumplir su mandato de desvincular el costo de la deuda de Estados Unidos de la influencia política, aunque el 45% cree que es demasiado pronto para predecir la situación del banco central para entonces.

El 28% se muestra moderadamente optimista y predice que, aunque la independencia de la Reserva Federal se reducirá para 2029, aún podrá ejercer sus funciones. El Congreso controla el poder de la Casa Blanca, y se necesita una mayoría en el Senado para aprobar las nominaciones presidenciales de altos funcionarios y autorizar cambios en la gobernanza del banco central. La audiencia para el nuevo candidato de Trump a gobernador, Stephen Miran, está programada para el jueves.

La mayoría (el 52 %) de los encuestados cree que la estrategia de la Fed cambiará el próximo año, una vez finalizado el mandato de Powell como presidente, y pronostica que el banco central priorizará la reducción de los costos de la deuda pública y el empleo, "a expensas de la estabilidad de precios".

Existe consenso entre los economistas en que los ataques de Trump, si provocan una menor independencia del banco central, perjudicarían a la mayor economía del mundo.

Según el 42% de los encuestados, los ataques de Trump podrían desencadenar fuertes fuerzas inflacionarias. Otro 35% afirmó que el mayor riesgo era la posible pérdida de confianza de los inversores en los bonos del Tesoro estadounidense.

La Fed ha fijado las tasas de interés sin presión política desde 1951. Aunque varios presidentes estadounidenses han pedido menores costos de endeudamiento en las décadas transcurridas, ninguno se ha mostrado tan agresivo como Trump. El presidente quiere reducir los costos de endeudamiento al 1% para impulsar la economía y reducir los costos de refinanciación del gobierno en "cientos de miles de millones de dólares".

Las amenazas de despedir a Powell provocaron una fuerte reacción de los inversores, pero los mercados reaccionaron con cierta tibieza a la noticia del despido de Cook.

"Es posible que los mercados financieros no presionen lo suficiente como para marcar la diferencia", aseguró Derek Tang, de LH Meyer, y añadió que el éxito de Trump al amenazar a la Fed "podría provocar ataques contra otros bancos centrales".