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Criptomonedas: los bancos centrales necesitan sus propias monedas digitales, ahora

Ha llegado el momento de adoptar las monedas digitales de bancos centrales, pero deben funcionar para la sociedad en su conjunto.

¿Cómo debieran responder los bancos centrales a la tecnología digital? Esta pregunta se ha convertido en una cuestión urgente. La respuesta es, en parte, que tanto ellos como los gobiernos tienen que desarrollar un plan para manejar el nuevo panorama incontrolado del dinero privado. Pero también deben introducir sus propias monedas digitales.

El Estado no debe abandonar su papel de garantizar la seguridad y la usabilidad del dinero. La idea de que debería hacerlo es una fantasía libertaria. Además, actualmente es urgente actuar. Según un artículo de Gary Gorton, de la Universidad de Yale, y Jeffery Zhang, de la Reserva Federal, los innovadores han creado ya más de 8000 criptomonedas. Gorton y Zhang dividen estas creaciones en dos categorías principales: las "criptomonedas fiduciarias" sin respaldo, como el bitcoin; y las "monedas estables" (stablecoins), respaldadas con una paridad de una por una con dinero fiduciario del gobierno. Ambas versiones son problemáticas, pero en diferentes sentidos.

Escribiendo en el Financial Times, Roger Svensson afirmó que las criptomonedas fiduciarias no cumplen con ninguno de los criterios para ser dinero utilizable. El Banco de Pagos Internacionales (BPI) argumentó en su más reciente informe anual que "las criptomonedas son activos especulativos más que dinero y, en muchos casos, se utilizan para facilitar el lavado de dinero, los ataques con programas de secuestro de datos (o "ransomware"), y otros delitos financieros. El bitcoin, en particular, tiene pocos atributos positivos de interés público si también se considera su derrochadora huella energética". En mi opinión, estas "monedas" deberían ser ilegales.

Las stableconis son diferentes. Tal como Gorton y Zhang lo han argumentado, el dinero debe poder utilizarse en pagos sin "hacer preguntas", incluso durante una crisis. Históricamente, ha habido corridas bancarias por esta razón: por eso están respaldadas y reguladas por el Estado. La misma preocupación surge con las stablecoins. En una crisis puede haber "corridas", similares a las de los fondos del mercado monetario en 2008. Por lo tanto, o bien las stablecoins deben estar respaldadas, una por una, con dinero del banco central, o sus emisores tendrán que ser regulados como bancos.

Criptomonedas: EE.UU. quiere aumentar las regulaciones en el mercado

Más importante que las nuevas "monedas" es la entrada de los titanes tecnológicos en los sistemas de pagos. Esto trae beneficios, pero también peligros. Los actuales sistemas de pago son costosos, con pequeños pagos en efectivo incluso ahora más baratos que las tarjetas de crédito o débito y los pagos internacionales notablemente costosos. 

Además, los sistemas de pago digitales no están al alcance de todos, ni siquiera en los países de altos ingresos. En principio, estos nuevos actores pudieran aportar grandes mejoras. Pero esta evolución también amenaza con la fragmentación del sistema de pagos, con la erosión de la privacidad e incluso con la explotación de los consumidores.

Los bancos centrales (junto con otros reguladores) deben garantizar que la revolución en los pagos digitales funcione para la sociedad en su conjunto. Ahora existe la posibilidad -la necesidad, en mi opinión- de aumentar el efectivo con monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés).

Aquí surge un importante problema: ¿deberían las CBDC únicamente utilizarse en las transacciones mayoristas o también estar disponibles para los clientes minoristas? La respuesta tiene que ser para los segundos. Siempre ha sido problemático que el beneficio de poseer dinero público seguro vaya a los bancos privados, no al público (salvo en el caso del efectivo). Actualmente, esto puede, y debe, cambiar en beneficio del público.

Sin embargo, hay más opciones que elegir. ¿Deberían los clientes minoristas tener cuentas de CBDC en el banco central, evitando así los bancos minoristas por completo? ¿O debería existir una forma híbrida, en la cual las cuentas de CBDC de los clientes minoristas se mantengan en el banco central, pero sean administradas por instituciones privadas? ¿O debieran ser las instituciones privadas las que mantengan las cuentas de CBDC de los clientes minoristas, y que los bancos centrales sólo se encarguen de la liquidación de pagos mayoristas, como sucede ahora?

Una opción relacionada con lo anterior es si las CBDC minoristas debieran estar basadas en cuentas o adoptar la forma de una cartera digital. La primera opción, hacia la cual se inclina el BPI, significaría que las CBDC no serían un sustituto directo del efectivo. Otras cuestiones se refieren a los sistemas de identificación. En este sentido, el BPI es partidario de un sistema basado en identificaciones digitales, no en papel. Otras cuestiones importantes se relacionan con la protección de la privacidad, con el rol de las redes de pago privadas y, en particular, con la facilitación de los pagos internacionales.

Las criptomonedas cada vez más cerca de enfrentarse a una elección fatídica

En última instancia, el objetivo debiera ser contar con sistemas de pago más rápidos, seguros y económicos, disponibles para todos. Es crucial que el monopolio natural del dinero y el propósito público de un sistema de pagos no se transforme en monopolios privados de gigantes digitales. La interrelación del propósito público con los intereses privados de los bancos ya ha sido bastante mala. Si lo mismo ocurriera a mayor escala con, por ejemplo, Facebook, sería aún peor.

Una gran interrogante es lo que la aparición de las CBDC pudiera significar para los bancos privados. Evidentemente, en una crisis, el dinero pudiera trasladarse de otros activos líquidos, incluyendo de los depósitos bancarios convencionales, a las CBDC. Sin embargo, también se puede argumentar que la posibilidad de poseer cuentas de CBDC completamente seguras pudiera ser algo positivo. El riesgo moral creado por las garantías públicas a los bancos privados pudiera entonces eliminarse y así el sistema financiero se reconfiguraría sin él.

Las revoluciones tecnológicas abren nuevas posibilidades. Pero no determinan la arquitectura del sistema. Es fundamental que los organismos públicos garanticen un sistema de pagos seguro y sólido al alcance de todos. Es necesario que regulen, o incluso eliminen, a los nuevos actores peligrosos. Es vital, sobre todo, que garanticen que la promesa de las nuevas tecnologías para pagos más rápidos y económicos respalde un mejor sistema monetario mientras que, a la vez, también mejore la intermediación.

Hay que tomar decisiones. En el proceso, puede que desaparezcan viejos actores y que surjan otros nuevos. Pero el requisito fundamental es el mismo de siempre, es decir, que sean sistemas fiables en los que el público pueda depositar su confianza. Los bancos centrales desempeñarán un importante papel en garantizarlo. Pueden hacerlo acogiendo las posibilidades de las nuevas tecnologías, al tiempo que evitan una caótica "batalla campal". El BPI ha proporcionado un excelente resumen de los problemas. Ahora ha llegado el momento de progresar.

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  • RP

    rodolfo peralta

    21/07/21

    Resulta evidente la predisposicion de este señor contra los activos digitales y en especial contra el bitcoin. Apunta como negativo la huella de carbono del bitcoin y se traga el camello de las generadas por la astronomica emision en papel moneda del los bancos centrales mundiales. Se preocupa por las posibles maniobras delictivas que pueden perpetrar delincuentes; pero es justamente lo que deben vigilar y neutralizar los Estados. Esos mismos Estados que no titubean en incrementar hasta el delirio los deficit fiscales y emitir dinero fiduciario para cubrirlo; tranformandose los los autenticos estafadores de los ciudadanos cuando los castigan con el impuesto inflacionario.

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    • CH

      Carlos Holzknecht

      22/07/21

      La nota es una contradicción en sí misma. De todas maneras rescato que evidentemente cada día las cryptos mueven y sacuden mas estructuras e intereses creados. Se vienen muchos cambios. Las DeFis son a los Bancos lo que UBER a los Taxis...

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