Jeanine ñez asegura que "luchará" por mantenerse en el poder

La presidenta interina de Bolivia explica por qué se postulará en las próximas elecciones presidenciales pese a que había dicho que sería "deshonesto" hacerlo desde su cargo actual

Después de convertirse en la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez había dicho que sería "deshonesto" postularse para el cargo. Pero ahora cambió de opinión.

En una entrevista con Financial Times, la conservadora Áñez explicó por qué podría ser la mejor candidata de la oposición para las próximas elecciones presidenciales en mayo, en un momento en que Bolivia busca seguir adelante sin Evo Morales, cuyos 14 años de gobierno socialista terminaron en 2019 dejando un país profundamente polarizado.

"Estoy aquí para continuar el proceso y para asegurar que este voto opositor no se disperse y para cuidar la democracia, cuidar todo por lo que tanto luchó el pueblo boliviano", dijo a Financial Times durante una entrevista en el palacio presidencial de La Paz.

"Lo que me gustaría es la unidad de los bolivianos. Me gustaría que todo este esfuerzo no sea en vano. Por eso voy a luchar, porque creo que en mi caso sería mucho más fácil quedarme [como presidenta interina] en esta etapa de transición".

Bolivia trata de superar los turbulentos meses en los que murieron más de 30 personas después de que Morales se adjudicó la cuarta victoria consecutiva en las elecciones presidenciales de octubre. Tras esa declaración la oposición denunció fraude electoral y la Organización de Estados Americanos encontró pruebas de irregularidades. Presionado por los militares, por la principal federación sindical y por el descontento popular, Morales renunció y huyó, primero a México y luego a Argentina.

Dos días después de que Morales dejara la presidencia, La ex senadora nacional Áñez se autoproclamó presidenta basándose en que era la funcionaria de mayor rango en la línea de sucesión tras la renuncia del vicepresidente de Morales y presidente del Senado.

Pero su decisión de presentarse a las próximas elecciones, anunciada el viernes pasado, causa división. Jorge Quiroga, un influyente ex presidente que tuvo un papel clave en su ascenso al cargo y es candidato él mismo, señaló que Áñez provoca "dolor y decepción" con su decisión de postularse.

Carlos Mesa, ex presidente que desafió a Morales en octubre y que se postula nuevamente en mayo, dijo que ella "deslegitimaría" su razón de ser en el cargo y alimentaría el argumento de quienes calificaron la caída de Morales, y su ascenso al poder, como un golpe de Estado.

Roxana Lizárraga, ministra de comunicaciones de Áñez, renunció en protesta, diciendo que la intención de la presidenta interina "difiere muy poco de las prácticas de Evo Morales".

El MAS, el partido de izquierda de Evo Morales, encabeza las encuestas con 26% de apoyo y Áñez, la única líder mujer en América Latina, describe su decisión como la mejor manera de garantizar que la oposición dividida no permita el regreso de los aliados del ex presidente. Luis Arce, que fue ministro de economía de Morales, se enfrentará a Áñez y al menos a otros tres candidatos.

"Preocupa mucho que si vuelve el Movimiento al Socialismo (MAS), sea el regreso de la violencia, del odio y de la venganza contra nosotros porque no les permitimos ampliar su poder. Así que estamos agotando todos los esfuerzos para que el voto en contra de ellos no se disperse", explicó Áñez, abogada de 52 años y ex presentadora de televisión.

"Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que este proceso continúe y [para intentar que] la situación de violencia y todo ese pánico que hemos vivido no se repita en Bolivia", continuó.

Desde que Áñez asumió el cargo en noviembre ha mostrado que le gusta ejercer el poder. Empezó a renegociar los contratos de gas con Brasil y endureció la línea de Bolivia contra Cuba y Venezuela mientras acerca su país a EE.UU. Borró el nombre y la imagen de Morales de las instituciones del Estado y estableció un nuevo tribunal electoral que ahora es cuestionado incluso por María Galindo, una ardiente feminista y antigua crítica de Morales.

A los observadores les preocupa que Áñez esté excediéndose en el ejercicio del poder. Un diplomático europeo calificó la detención e investigación de ex miembros del gobierno de Morales como una "persecución salvaje, algo que no hace un gobierno interino".

Áñez rechaza la idea. "La verdad es que estamos tratando de respetar los procesos judiciales. Donde miremos encontramos que había corrupción; de hecho, las personas que estaban a cargo del gobierno eran violentas y en un momento difícil para el país alentaron la violencia, el pánico, el saqueo", afirmó agregando que los bolivianos quieren que "se haga justicia" y que "se sienten precedentes".

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