FT: alarma en la Unión Europea por la escasez de materias primas

Debido a la pandemia y a la transición hacia una economía baja en carbono, la región depende aún más de materiales provenientes de socios comerciales problemáticos como China y Turquía

La excesiva dependencia que tiene la UE de las importaciones de materias primas cruciales amenaza con socavar industrias esenciales y exponer al bloque a las restricciones en el abastecimiento que imponen China y otros países ricos en recursos, advertirá esta semana la Comisión Europea a sus estados miembro.

La escasez de elementos utilizados para fabricar baterías y equipos de energía renovable también podría alejar objetivo del bloque de conseguir la neutralidad climática en 2050, según un informe del órgano ejecutivo de Bruselas.

El documento aborda una cuestión urgente que preocupa a Europa: la seguridad de las importaciones de bienes vitales, ya que la pandemia de coronavirus provoca interrupciones en el transporte y crecientes tensiones entre las capitales occidentales y Beijing.

"La pandemia deja al descubierto el nivel de dependencia de Europa en ciertos productos, materiales esenciales y cadenas de valor", afirmó Thierry Breton, comisario de industria de la UE, a Financial Times. "La era de una Europa conciliadora o ingenua que depende de otros para cuidar sus intereses ha terminado".

La estrategia que está surgiendo prioriza tener garantizado el suministro de una lista de materias primas esenciales para las industrias europeas mediante la exploración, la inversión y un mejor reciclaje.

La UE estima que para cumplir su objetivo de neutralidad climática, necesitará hasta 18 veces más litio y cinco veces más cobalto en 2030. Las proyecciones suben a 60 veces más litio y 15 veces más cobalto para 2050.

 

La lista se amplió de 27 a 30 materiales en 2017, ya que se agregaron cuatro metales y se eliminó el gas helio.

El cálculo actualizado recalca la creciente inquietud por el dominio de China en los mercados de metales industriales comunes, lo que se suma a la preocupación de larga data por el control que tiene Beijing de muchos elementos de "tierras raras" utilizados en electrónica de consumo y turbinas eólicas. Se agregaron a la lista la bauxita -el principal mineral de aluminio- y el titanio, que se usa en la industria aeroespacial.

El 93% del magnesio de la UE, que se utiliza en productos desde asientos de auto hasta laptops, proviene de China, según la Comisión. Brasil, gobernado por el presidente populista Jair Bolsonaro, abastece el 85% del niobio que consume el bloque europeo, una parte crucial de las aleaciones de acero empleadas en la fabricación de motores de reacción, vigas y oleoductos.

Todo el abastecimiento de borato que recibe la UE, salvo el 2%, -que se utiliza en los retardantes de fuego y en la industria petrolera- procede de Turquía, país con el que el bloque mantiene una relación cada vez más tensa bajo la presidencia de Recep Tayyip Erdogan.

"Mientras comprendemos mejor la importancia de estos materiales, nosotros también entramos en un período de relaciones comerciales cada vez más politizadas", comentó Kristine Berzina, investigadora principal del German Marshall Fund de Estados Unidos.

"La UE debería aprender de su larga lucha por depender menos de Rusia en materia de energía y actuar como un bloque unificado, y no como estados individuales", agregó.

Si bien países como Estados Unidos y Australia hicieron análisis similares sobre las materias primas estratégicas, los problemas de dependencia que tiene Europa son mayores porque carece de abundantes depósitos minerales.

La agenda ecológica de la UE llevó a que se agregaran el estroncio y el litio a la lista de materiales críticos. El estroncio se utiliza en los imanes para autos eléctricos, mientras que el litio es esencial para las baterías recargables.

China domina el procesamiento de todos estos materiales antes de que se conviertan en baterías, lo que hace que las automotrices europeas dependan de los proveedores chinos. Si bien más del 60% del cobalto proviene de la República Democrática del Congo, por ejemplo, más del 80% se refina en China antes de ser convertido en productos químicos para baterías. En cuanto al litio, casi todo el suministro proveniente de Australia, el mayor productor, se procesa en China.

"Europa puede reducir su dependencia de las importaciones, puede apoyar la minería nacional, pero es muy poco probable que llegue a ser autosuficiente en las materias primas esenciales para fabricar baterías", dijo Andy Leyland, analista de la consultora Benchmark Mineral Intelligence.

El Banco Europeo de Inversiones se ha comprometido a invertir 1000 millones de euros para apoyar una industria paneuropea de baterías, incluyendo la financiación de la extracción y el procesamiento de las materias primas, y las nuevas clasificaciones ayudarán a canalizar las inversiones.

Traducción: Mariana Oriolo

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