Financial Times: Los emergentes sufrirán un revés financiero prolongado

Fuerte incertidumbre sobre la capacidad de los gobiernos de financiar sus deudas con crecimiento. En total, estas economías recaudaron u$s 145.000 millones en los mercados internacionales de bonos

Al igual que la misma crisis del coronavirus, la respuesta de los gobiernos ha sido a una escala nunca antes vista. El FMI estima que hasta ahora el gasto fiscal y los recortes de impuestos de todo el mundo suman más de u$s 11,7 billones, además de la política monetaria aplicada por la Reserva Federal de EE.UU. y otros bancos centrales que inyectó billones de dólares en el sistema financiero global.

Se rompieron en mil pedazos las viejas recetas. Antes guardián de la austeridad, el FMI instó a los países a gastar todo lo posible. Carmen Reinhart, la eminente historiadora económica que ahora es economista jefe del Banco Mundial, les recomendó endeudarse en gran medida. "Mientras la enfermedad se propaga, ¿qué más van a hacer?", preguntó. "Primero uno se preocupa por pelear la guerra, luego se averigua cómo pagarla".

Pero, al igual que la crisis, la respuesta en sí misma dejó a los gobiernos y a las empresas, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, con una situación financiera extremadamente vulnerable. No se pueden ignorar sus deudas y su capacidad para financiarlas con crecimiento es incierta.

Varios factores agravan sus dificultades.

El shock inicial estuvo acompañado por un brote de pánico que derivó en la venta masiva de activos de mercados emergentes en marzo. Unos u$s 90.000 millones salieron de los mercados de bonos y acciones de países en desarrollo, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IFI), por lo que el acceso a la financiación se detuvo de repente.

El monto de activos de mercados emergentes en manos de inversores extranjeros se encontraba en un nivel bajo antes de que la crisis golpeara, debido a que las economías en desarrollo ya tenían dificultades para ofrecer el crecimiento y los rendimientos que esperaban los inversores.

El único país que registró un regreso significativo de inversores desde marzo es China, la única economía grande que se espera que crezca este año. Los demás países todavía sufren una sequía de flujos de capital. Sin embargo, tuvieron que elevar mucho el gasto, justo en medio del derrumbe de sus ingresos públicos. Moody's Investors Service advirtió en octubre que en los mercados emergentes la crisis provocará prolongadas pérdidas de ingresos para los gobiernos, con una disminución promedio de los ingresos públicos este año equivalente al 2,1% del PBI, más del doble de la merma estimada para las economías avanzadas.

Varios países han recurrido a los mercados de bonos locales y extranjeros. En total, las economías emergentes recaudaron unos u$s 145.000 millones en los mercados internacionales de bonos entre enero y septiembre y otros u$s 630.000 millones en los mercados nacionales, según el IFI. Esa cifra supera en u$s 135.000 millones lo que captaron en el mismo período del año pasado.

Los que tienen menos posibilidades de endeudarse recibieron el apoyo del FMI, el Banco Mundial y otros prestamistas multilaterales. El FMI otorgó fondos de emergencia por alrededor de u$s 100.000 millones a más de 80 países. Los bancos de desarrollo multilaterales, encabezados por el Banco Mundial, han comprometido u$s 75.000 millones este año de los u$s 230.000 millones destinados a su respuesta a la pandemia. Gran parte de ese apoyo se otorga en forma de subvenciones o préstamos blandos. Pero esa ayuda también viene con condiciones a cumplir. A pesar de que recomienda gastar, el FMI concede los préstamos con términos que exigen recortes presupuestarios, señaló Adam Wolfe de Absolute Strategy Research, una consultoría.

"Esperamos que las condiciones financieras nacionales e internacionales más estrictas empujen a la mayoría de los mercado emergentes hacia la austeridad el próximo año", agregó.

Algunas economías emergentes no podrán manejar sus deudas sin caer en default, advirtió. Pero incluso aquellas que puedan consolidar sus deudas sin dejar de pagar o sin el apoyo del FMI probablemente sufran cicatrices permanentes, afirmó, lo que se traducirá en menores tasas de crecimiento.

Fitch Ratings a mediados de octubre bajó 35 calificaciones de crédito soberano de mercados emergentes, lo que afectó a 24 países emisores de bonos. Tenía 30 soberanos de mercados emergentes en perspectiva negativa, lo que sugiere que probablemente haya más rebajas de calificaciones este año y el próximo.

El riesgo de default y de una rebaja en la calificación no se reparte de manera uniforme. S&P Global Ratings situó el potencial de rebajas de notas crediticias para gobiernos y compañías de América latina en 56% en septiembre, más del doble del promedio regional de 10 años, que es del 27%. En Asia, excluida China, el riesgo había aumentado del 17% al 41%. Sin embargo, en Europa oriental, Medio Oriente y África había disminuido del 25% al 11% y en China se mantenía estable en el 18%.

Traducción: Mariana Oriolo

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