FINANCIAL TIMES: cómo evitar la crisis de deuda provocada por el coronavirus en países emergentes

Instituciones, acreedores y grupos de presión promueven políticas para aliviar la tensión fiscal producida por la pandemia. No sólo las naciones más pobres están en riesgo. 

Instituciones globales, acreedores y grupos de presión están intentando por todos los medios encontrar formas de abordar lo que muchos temen será una ola de crisis de deuda soberana en las economías emergentes el próximo año.

Las consecuencias económicas y financieras de la pandemia amenazan con arrastrar a decenas de países a una crisis fiscal y dejar a muchos otros agobiados por la deuda y con dificultades para crecer.

Estos países necesitan billones de dólares de gasto público adicional para ayudarlos a recuperarse de la crisis, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advirtió que sus recursos nacionales serán totalmente insuficientes.

Kristalina Georgieva, directora general del FMI, advirtió este mes que aproximadamente la mitad de los países de bajos ingresos ya se encontraban en una situación de endeudamiento grave. "Debemos actuar con rapidez para reestructurar sus deudas para que no se propague al resto del mundo", dijo.

No sólo los países más pobres están en riesgo. La carga de la deuda entre las 30 economías emergentes más grandes aumentó en 30 puntos porcentuales del PBI entre enero y septiembre a casi el 250%, según el Instituto de Finanzas Internacionales.

Hasta ahora, la respuesta global ha sido irregular, y se han tomado muy pocas de las medidas coordinadas que se tomaron tras la crisis financiera de hace una década. Pero la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales estadounidenses ha generado esperanzas de que se puedan revivir las acciones multilaterales el próximo año.

Las siguientes son seis opciones promovidas por los partidarios del alivio de la deuda.

1. Extender la suspensión de la deuda

La Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) anunciada por el G20 en abril les ha brindado hasta ahora un alivio de aproximadamente u$s 5000 millones a 46 de los países más pobres del mundo, de los 73 que son elegibles. Desde entonces se ha ampliado hasta mediados de 2021 y podría ampliarse aún más.

Ventajas: Les quita presión de inmediato a las finanzas públicas, aunque las deudas deben pagarse eventualmente.

Desventajas: Falta de aceptación: hasta ahora, el alivio acordado es menos de una décima parte del aumento de este año en las necesidades de préstamos externos, según el FMI. Los críticos dicen que no tiene en cuenta las preocupaciones de los países deudores y de las entidades crediticias privadas. Su alcance se limita a los préstamos hechos por los gobiernos del G20 y sus bancos de políticas, lo cual es alrededor del 35% de la deuda pública elegible, según el Banco Mundial.

2. Nivelar el campo de juego

El marco recientemente lanzado por el G20 sobre cómo se implementa el alivio de la deuda más allá de la DSSI podría ampliarse para abarcar a las naciones de ingresos medios.

Ventajas: Tratamiento igualitario para los acreedores oficiales bilaterales y comerciales, incluyendo las entidades crediticias, los bancos y los tenedores de bonos chinos. Abordaría preocupaciones sobre posibles impagos y los temores de que serán difíciles de manejar caso por caso.

Desventajas: Carece de aplicabilidad. "El lenguaje es bueno, pero hay preguntas importantes sobre la implementación", dijo Mark Sobel, presidente estadounidense de OMFIF, un grupo de expertos en banca central y ex funcionario del Tesoro estadounidense. "Hasta que no se resuelvan, no creeremos que estamos en el camino correcto".

3. Movilizar al FMI

Al principio de la crisis, el FMI sugirió asignar más derechos especiales de giro (DEG), que los países pueden vender por dinero.

El Banco Mundial, la ONU y gobiernos de todo el mundo apoyaron el llamado, pero fue vetado por la administración Trump. Como principal accionista del FMI, Estados Unidos tiene el poder de bloquear dicha medida.

El FMI les asigna DEG a sus 190 miembros según su participación en la economía mundial. La última vez asignó u$s 250 mil millones en 2009, en respuesta a la crisis financiera mundial.

Los defensores de los DEG esperan que la administración Biden considere esto nuevamente.

Ventajas: No implica condiciones políticas, por lo tanto, es aceptable para la política interna de los países deudores. Representa una promesa inmediata de liquidez que en el pasado ha calmado los mercados financieros.

Desventajas: Beneficia más a los países ricos, según las reglas de distribución existentes, aunque los partidarios dicen que hay formas de evitar esto. Beneficiaría a países que se han resistido a las reformas.

4. Alivio de instituciones multilaterales

Las instituciones multilaterales como el FMI y el Banco Mundial son las principales entidades crediticias para los países pobres. Los países de la DSSI les debían u$s 243.000 millones a finales de 2019, el 46% de sus deudas públicas totales, según el Banco Mundial. De los u$s 42.700 millones que esos países debían en reembolsos en 2020, u$s 13.800 millones corresponden a instituciones multilaterales.

La ONU, China, y los líderes mundiales retirados y en funciones, las ONG y los partidarios del alivio de la deuda han pedido a las entidades crediticias multilaterales que se unan a la moratoria sobre los reembolsos o incluso que cancelen los préstamos pendientes.

Ventajas: Tratamiento igualitario de todos los acreedores evita que cualquier alivio otorgado por un grupo se emplee en pagarle a otro.

Desventajas: Las instituciones multilaterales piden préstamos a bajo precio en los mercados de capitales porque son las primeras en la cola por delante de otros acreedores y tienen las calificaciones crediticias más altas posibles. Esto les permite otorgar préstamos a tasas ultrabajas y financiar subvenciones. David Malpass, presidente del Banco Mundial, ha dicho que una moratoria "socavaría" su "acceso confiable a los mercados de capital globales".

5. Enfrentar a los inversionistas privados

Se ha alentado a las entidades crediticias comerciales, que poseen alrededor del 19% de la deuda de los países de la DSSI y se les adeudan reembolsos de u$s 11.500 millones este año, a participar en la DSSI, pero no lo han hecho.

Ventajas: Los partidarios del alivio de la deuda y otros dicen que los acreedores privados deberían compartir la carga.

Desventajas: Los países deudores temen dañar su solvencia y perder el acceso al mercado de capitales. Para abordar esto, algunos alegan que las agencias de calificación crediticia no podrían considerar una solicitud de alivio de la deuda como un impago. Pero las agencias sostienen que eso iría en contra de sus deberes con los clientes.

6. Cambiar las reglas de la deuda soberana

El FMI ha estado intentando durante al menos dos décadas rediseñar la arquitectura internacional para resolver las deudas soberanas a los acreedores privados. En septiembre lanzó sus más recientes propuestas.

También se ha sugerido que EE.UU. y el Reino Unido, las jurisdicciones legales de la mayoría de los bonos soberanos en moneda extranjera, podrían aprobar legislaciones para evitar que los tenedores de bonos emprendan acciones legales.

Ventajas: Reduce la disrupción y el estancamiento inherentes a las disputas prolongadas.

Desventajas: Difícil de diseñar, con grandes problemas legales, de políticas y de aplicación.

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