

Hay pocas dudas sobre quiénes salieron victoriosos en las elecciones locales y regionales. Los ganadores fueron la confusión, la fragmentación y la imprevisibilidad.
El gobernante Partido Popular (PP) de España sufrió una aplastante derrota el domingo, pero sigue siendo la fuerza política más grande del país. A los socialistas de la oposición les fue peor que hace cuatro años, pero probablemente desplacen del gobierno al PP en varios bastiones de centroderecha. Dos recién llegados a la política, Podemos y Ciudadanos, hicieron un impresionante ingreso a las asambleas regionales y municipales. De esa manera, España ha dejado de ser un régimen bipartidista para convertirse en una disputa entre cuatro partidos. Sin embargo, siguen siendo hacedores de reyes y no reyes: son lo suficientemente fuertes como para evitar que otros tomen el poder, pero demasiado débiles para asumirlo.
La conclusión más sorprendente probablemente sea que aún después del anuncio de los resultados oficiales, los votantes de las 13 regiones que participaron de los comicios el domingo tenían poca idea de qué bandos serían gobierno y cuáles quedarían en la oposición. Después de décadas de mayorías estables y gobiernos de un único partido, el poder político en las regiones de España ahora estará compartido entre acérrimos rivales políticos.
"No queda claro quién gobernará en la mayoría de las regiones, y es difícil ver qué coaliciones finalmente surgirán. Ahora todo depende de las negociaciones que mantengan los partidos en las próximas semanas", aseguró Pablo Simón, profesor de política en Universidad Carlos III en Madrid.
Al igual que otros analistas, Simón contó que los partidos grandes tuvieron motivos para festejar y motivos para preocuparse: "El PP puede asegurar que sigue siendo el partido más votado, pero nunca tuvieron mayorías tan precarias. En términos de poder, nunca fue tan débil".
Mientras tanto, la izquierda política hizo una fuerte irrupción, pero mayormente se debe al avance del movimiento Podemos anti-austeridad. "Hubo un giro hacia la izquierda, pero es una izquierda que no tiene una voz unida", señaló.
Antonio Roldan, analista político de Eurasia Group, afirmó que Podemos y los Socialistas tienen suficientes votos para gobernar en una serie de regiones actualmente controladas por PP. Sin embargo, advirtió que Podemos tiene poco incentivo para unir su suerte a su principal rival de la izquierda. "Los acuerdos entre los dos serán muy difíciles. No está nada claro si Podemos quiere entregar el gobierno a los socialistas, podrían verse perjudicados a nivel nacional".
Para el primer ministro de España Mariano Rajoy, la votación del domingo ofreció otro golpe aleccionador, junto con la preocupante confirmación de que la mayor recuperación económica del país no está ayudando a su PP en las urnas. A menos que las negociaciones sobre la coalición produzcan una sorpresiva derrota, el bloque de centroderecha probablemente pierda poder en Castilla-La Mancha, Valencia, Extremadura y varias regiones más. Sumando el desempeño del PP en las elecciones locales en todo el país, el partido de Rajoy recibió sólo 27% de los votos, comparado con el 38% de 2011.
En un sorprende revés, el PP todavía va camino a ocupar las bancas de la oposición en el ayuntamiento de Madrid, después de 24 años en el control de la capital española. La nueva alcaldesa, casi seguro será Manuela Carmena, una jueza de 71 años y activista de derechos humanos, que lideró una alianza reciente de izquierdistas.
Candidatos similares también podrían derrocar alcaldes del PP en una serie de ciudades importantes, como en Cataluña, donde Ada Calau de Barcelona, la defensora de los pobres, se quedaría con la capital regional, que ahora está en manos de CiU, el partido catalán de centroderecha.
El otro insurgente político de España, el partido de centro Ciudadanos, no le fue tan bien como se esperaba. Aún en sus regiones más fuertes, se ubicó en un distante cuarto lugar. Sin embargo, los analistas sostienen que Ciudadanos podría todavía jugar un rol crucial después de las elecciones generales de España a fines de este año, porque es el único partido con quien el PP, siendo realista, puede obtener una mayoría gobernante a nivel nacional.


