El mundo necesita con urgencia un cartón de leche más verde

La innovación de Tetra Pak superó a la botella de vidrio, pero necesita ser mejorada La compañía enfrenta un enorme desafío tecnológico: construir cartones utilizando sólo materiales renovables.

El humilde cartón de leche ha sido parte de nuestras vidas durante tanto tiempo que es fácil olvidar que se lo consideró una maravilla cuando apareció por vez primera en 1952. La tecnología de Tetra Pak hizo multimillonario a Hans Rausing, uno de los descendientes de la familia fundadora sueca de la compañía, quien falleció hace unos días a los 93 años.

Los cartones de Tetra Pak, hechos de capas de cartón y polietileno, pronto desplazaron a las botellas de vidrio porque eran mucho más livianos y porque se podían apilar y distribuir fácilmente. Su cartón aséptico, con una capa de papel de aluminio que permitía que la leche tratada con calor permaneciera fresca, le siguió en 1961.

Pero todas las tecnologías presentan inconvenientes, y Rausing falleció en el momento en que las desventajas del plástico se vuelven terriblemente obvias. Los rellenos sanitarios están repletos de botellas y de cartones, y billones de piezas de plástico flotan en los océanos del mundo. ¿Qué sucede cuando se descartan los 189.000 millones de contenedores Tetra Pak fabricados el año pasado?

El argumento a favor de los cartones es simple: pueden ser mejores que las alternativas. Son fáciles de transportar, y un estudio de los fabricantes de cartones alemanes descubrió que tienen un 78% menos de impacto climático que las botellas de vidrio. Los cartones también contienen un 75% de papel y sólo alrededor de un 20% de plástico.

Cuando se recolectan y se llevan a una planta procesadora especializada, los cartones también son bastante reciclables. Sus diversas capas se separan en papel, plástico y fibras de aluminio cuando se procesan en líquidos para convertirlos en pulpa, lo cual permite que la fibra de papel se mezcle con pulpa virgen de madera y se convierta en cajas de cartón, en pañuelos y otros productos de características similares.

Éstas son las buenas noticias; las demás noticias son menos esperanzadoras. En primer lugar, el reciclaje está lejos de ser universal, incluso en Europa, que tiene un mejor historial que EE.UU. En 2016 se recicló sólo el 47% de los materiales de los 37.000 millones de cartones de bebidas fabricadas para los países europeos.

A medida que avanzan las economías, las personas tienden a reciclar más pero también a consumir más. El índice general de reciclaje de envases de Croacia en 2016 fue del 55%, en comparación con el 71% de Alemania, pero el alemán promedio generó cuatro veces más desperdicio de envases que el croata promedio.

Ésta es una perspectiva aterradora a escala mundial. McKinsey & Co, la firma de consultoría, estima que China constituirá el 28% del mercado global de envases para 2022.

En segundo lugar, el cartón es más fácil de reciclar que el plástico. En teoría, el plástico y las fibras de aluminio que emergen de la "sopa" de cartones viejos se pueden utilizar para otros usos; el metal puede convertirse en material para tejas, mientras que el polímero puede fundirse en gránulos para la calefacción de gas o vapor.

En la práctica, como lo expresó un estudio, "el reciclado completo en el sentido estricto hoy no es factible en el caso de los cartones para bebidas". Los cartones están pegados y a menudo vienen con una tapa de plástico y con una pajilla fijada a un lado; lo que Tetra Pak ha unido no se separa fácilmente.

La concientización del consumidor acerca de los desechos plásticos está aumentando rápidamente gracias a las campañas contra la contaminación del océano. Pero a la gente le gusta los cartones porque ofrecen diversos beneficios, incluyendo el acceso a leche y a jugos frescos en países sin sofisticadas cadenas de suministro y sin refrigeración.

Esto significa que las empresas como Tetra Pak deben hacer más para que sus productos no sólo sean útiles, sino para que también sean sostenibles. A corto plazo, eso implica vínculos más fuertes con las plantas de reciclaje y con las compañías de manejo de basura para garantizar que los contenedores que le distribuyen al mundo sean devueltos y reutilizados.

El año pasado, Tetra Pak acordó asociarse con Veolia, el grupo francés de manejo de basura, para reciclar más polímero y más fibras de aluminio provenientes de los cartones para uso industrial en Europa. Junto con otros fabricantes de cartones, Tetra Pak también está aumentando su uso de materias primas recicladas y aprobadas para el medio ambiente, como la pulpa de madera procedente de bosques certificados.

A largo plazo, la compañía se enfrenta a un enorme reto tecnológico para lograr lo que dice ser su objetivo final: construir cartones utilizando solamente materiales renovables, incluyendo plástico reciclado. Los cartones no necesitarían entonces nuevos insumos de polímero de las refinerías de petróleo y de gas.

Parece improbable, pero la innovación en la ciencia de los materiales fue lo que originalmente permitió la creación del cartón de leche. Eso también tardó mucho en perfeccionarse, desde que surgió la primera idea de crear un cartón de papel tetraédrico en 1944 hasta la fabricación de envases asépticos 17 años más tarde.

Los cartones multicapa resultaron ser una invención mucho más útil de lo que incluso los Rausing se hubieran dado cuenta en aquel momento. Pero, como las botellas de plástico y como las latas de aluminio, era imperfecta. Hacerla más verde es un proyecto que vale la pena.

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