El juicio penal federal contra Donald Trump por presunta interferencia electoral en el periodo previo a los disturbios del 6 de enero en el Capitolio comenzará en marzo de 2024, lo que supone un nuevo desafío logístico para el expresidente en su campaña de reelección a la Casa Blanca.
La jueza de distrito Tanya Chutkan rechazó este lunes en Washington los intentos de Trump de retrasar el juicio hasta después de las elecciones presidenciales del próximo año, y fijó en cambio como fecha de inicio del proceso el 4 de marzo de 2024.
Eso es un día antes del 'Supermartes', cuando se espera que los votantes republicanos en más de una docena de estados se dirijan a las urnas para elegir al candidato del partido a la presidencia.
Chutkan dijo que el expresidente "tendrá que hacer que la fecha del juicio funcione, independientemente de su agenda".
Trump, que ha afirmado en repetidas ocasiones que está siendo injustamente perseguido por ser el rival político del presidente Joe Biden, no se presentó en el tribunal. Pero su equipo de campaña emitió un comunicado, en el que decía: "La fecha fijada priva al presidente Trump de su derecho constitucional a un juicio justo, un cimiento fundamental de EE.UU., y continúa exponiendo la corrupción de la caza de brujas que se está lanzando contra el presidente Trump".
Trump es el favorito indiscutible en una abarrotada competencia de republicanos que compiten por la nominación del partido a la presidencia en 2024. Pero su apuesta por otros cuatro años en la Casa Blanca se ha visto complicada por cuatro causas penales separadas contra él, que se desarrollarán en el periodo previo a las elecciones.

Trump y sus asesores no han ocultado su objetivo de retrasar los procesos judiciales hasta después de las elecciones generales de noviembre de 2024. Ha sugerido que, si es elegido presidente, podría indultarse a sí mismo de cualquier condena penal federal.
Los abogados de Trump habían intentado retrasar hasta abril de 2026 el juicio federal en Washington relacionado con sus supuestos esfuerzos para anular las elecciones presidenciales de 2020. Jack Smith, el letrado especial designado por el fiscal general Merrick Garland para supervisar los casos relacionados con el expresidente, había sugerido que el juicio comenzara en enero del próximo año, 11 meses antes de las elecciones, y pocos días antes de los caucus de Iowa que darán la señal de largada para la contienda por la nominación republicana.
Pero Chutkan descartó ambas fechas de inicio propuestas, argumentando que el calendario laboral de Trump no debería influir en la fecha del juicio. Trump no acudió a la audiencia.
El caso federal en Washington es uno de los cuatro procesos penales contra el expresidente, que ahora está acusado de 91 cargos distintos en total.
Trump también se enfrenta a un caso en Manhattan relacionado con su presunta falsificación de registros empresariales para encubrir pagos de "por silencio" a una estrella del porno, y otro caso federal en Miami derivado de su presunto manejo indebido de documentos clasificados. Está previsto que el juicio por el caso de Manhattan comience en marzo de 2024 y el de los documentos clasificados en mayo de 2024.
Mientras tanto, Trump y otras 18 personas fueron acusadas este mes en el condado de Fulton, Georgia, por sus intentos de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. Trump se entregó a las autoridades de Georgia la semana pasada, donde posó para una foto de prontuario. Está previsto que él y sus coacusados comparezcan ante el juez el próximo 6 de septiembre.
Uno de sus coacusados, Mark Meadows, exjefe de gabinete de Trump, subió al estrado en Atlanta este lunes. Meadows ha intentado que se trasladen los cargos en su contra de la corte estatal a la federal, argumentando que las acusaciones se relacionan con su trabajo como funcionario de la Casa Blanca. Varios otros coacusados también están tratando de que sus casos sean trasladados.
"No sé si hice algo que estuviera fuera de mi ámbito como jefe de gabinete", le dijo Meadows al juez, según los medios de comunicación estadounidenses, y añadió: "La función de un jefe de gabinete es asegurarse de que se cumplen las metas y objetivos de la campaña".
Los detractores de Trump sostienen que su complicada red de problemas legales podría terminar desbaratando sus ambiciones políticas.
Pero sus aliados afirman que los juicios penales que se avecinan no han hecho sino reforzar su posición entre las bases republicanas que elegirán al candidato del partido a la presidencia en 2024.
Los números de Trump en las encuestas han subido con cada acusación, y su equipo de campaña dijo el fin de semana que habían recibido algo más de u$s 7 millones en donaciones desde que se hizo pública la foto de la ficha policial a última hora del jueves pasado.



