EL 46,2% DE LA POBLACIÓN ES POBRE FRENTE AL 45,5% QUE LO ERA EN 2013

Crece la pobreza en México pese a la suba de los salarios

El gobierno azteca intenta combatir la desigualdad con profundas reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico del país. Por ahora no lo logra

México, un país de ingresos medios pero con muy desigual, apuesta a las fuertes reformas estructurales para catapultarse hacia la gran liga de las economías avanzadas. Sin embargo, viene perdiendo la batalla contra la pobreza y desde hace cuarto de siglo, a pesar del crecimiento económico y de ser miembro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés).
Ésa es la cruel conclusión que se desprende de un nuevo informe bianual del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Coneval encontró que la tasa de pobreza general de México en 2014 subió a 46,2% de la población, el equivalente a 55,3 millones de personas, comparado con el 45,5% o 53,3 millones de personas, en 2012 un incremento 2 millones de pobres, o 3,7%, en dos años.
El aumento se produjo a pesar de que el PBI creció 3,9% en 2012, 1,4% en 2013 y 2,1% en 2014.
El índice de pobreza de México anteriormente cayó de su nivel máximo registrado a mediados de los 90, a medida que el PBI per cápita subía de manera constante. Sin embargo, el reciente crecimiento de la pobreza se produjo incluso mientras aumentaba el PBI per cápita. Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), trepó 5,4% entre 2012 y 2014, alcanzando los u$s 17.710, en comparación con los u$s 4.541 de 1980.
La línea de pobreza en México se fijó en un ingreso mensual de 2.542.13 pesos mexicanos (u$s 158 al cambio actual) en las zonas urbanas, lo que equivale al costo de una canasta de productos por persona. En las zonas rurales es de 1.614,65 pesos mexicanos.
La caída de los ingresos familiares se debe en gran parte al creciente índice de pobreza, dice Gustavo Hernández Licona, director del Coneval. Aunque la cantidad de personas que viven en la pobreza extrema se modificó poco en los últimos dos años, el sector más desfavorecido aquellos con sólo 1.242 pesos mensuales para alimentar a una persona todavía representa el 9,5% de la población, cifra ligeramente inferior al 9,8% en 2012.
Según el Inegi, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, los hogares mexicanos se empobrecieron 3,5% entre 2012 y 2014. Sin embargo, en el 10% más pobre de los hogares, el número de necesidades insatisfechas disminuyó, aunque marginalmente. El Coneval evalúa seis necesidades básicas: educación, acceso a la salud, acceso a la seguridad social, calidad de la vivienda, servicios básicos en el hogar y acceso a la alimentación.
Si no fuera por los programas sociales, el índice general de pobreza sería de 48,3% y la pobreza extrema habría saltado a 11,8%, según Gustavo Hernández Licona, director de Coneval.
El gobierno azteca espera que las reformas estructurales, especialmente en los sectores de energía y telecomunicaciones, impulsen el crecimiento económico y mejoren la vida en los hogares mexicanos. Los funcionarios señalan los recientes progresos, tales como la caída de los costos de la telefonía móvil, que consideran buenos augurios.
Además de la cantidad de personas que viven en la pobreza y la pobreza extrema, otros 40 millones de mexicanos se consideran vulnerables, ya sea por necesidades insatisfechas o por los ingresos decrecientes. Solamente 24,6 millones de mexicanos un poco más de uno cada cinco no son ni pobres ni vulnerables.
La caída de los ingresos plantea la pregunta: ¿se debe ajustar el salario mínimo? En México, el salario mínimo más alto (varía geográficamente) es de 70,1 pesos mexicanos diarios en la actualidad, alrededor de u$s 4,30 al cambio actual. Además de ser bajo, el poder adquisitivo del salario mínimo se ha erosionado fuertemente con el paso del tiempo, a la vez que ha subido el costo de la canasta mensual de bienes.
Como era de esperar, a los mexicanos ricos les va bien. Un estudio realizado por la Fundación Pew mostró que son más felices que los ciudadanos de todas las economías avanzadas y los mexicanos de altos ingresos son los más felices de todos.
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