China está en deflación: qué implica para el resto del mundo
Se espera que la caída de los precios reducirá el costo de las importaciones, pero es improbable que tenga efectos drásticos en otros sectores.
Las preocupaciones económicas de Beijing empeoraron la semana pasada luego de que se revelara que China había caído en deflación. La noticia subraya cómo el país está luchando por cumplir con las expectativas de una fuerte recuperación después de salir del confinamiento por Covid.
Pero, ¿la deflación tendrá impacto más allá de las fronteras de China, en lugares donde el riesgo más grande sigue siendo que perdure un período prolongado de alta inflación?
Por ahora, los economistas dicen que hay poco motivo para preocuparse, ya que:
La deflación china probablemente resulte temporal
La caída de los precios suele ser una preocupación cuando es generalizada y causada por empresas desesperadas por vender a consumidores que no están dispuestos o no pueden comprar debido a una coyuntura difícil.
Esto no describe ni la economía de China ni sus movimientos de precios.
La recuperación económica luego de la reapertura ha decepcionado, el sector inmobiliario sigue siendo una seria preocupación, pero la producción todavía está creciendo y una expansión de cerca del 5% este año todavía es posible.
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"La recuperación del consumo en China sigue siendo débil y desigual, pero esto está lejos de la deflación al estilo japonés", dijo Duncan Wrigley, economista jefe para China en Pantheon Macroeconomics.
Si bien el índice de precios al consumidor (IPC) chino cayó a -0,3% en julio, también ocurrió una pequeña caída en los costos en 2021. Ahora, al igual que entonces, la deflación parece temporal, más el resultado de efectos de base que de problemas profundos.
Sólo en julio, los precios subieron 0,2% y aumentaron 0,5% en los primeros siete meses de 2023. La deflación surgió porque los precios, especialmente el de la carne de cerdo, que ha caído un 26% en los últimos 12 meses, no aumentaron al ritmo visto durante 2022, cuando China sufrió varios confinamientos importantes.
Neil Shearing, economista jefe de Capital Economics, dijo que el aumento de la inflación core -que excluye alimentos y energía y se considera una mejor medida de las presiones de precios subyacentes- del 0,4% de junio al 0,8% de julio demostró la falta de deflación arraigada en China. "En la medida en que la debilidad crónica de la demanda se refleje en los datos de inflación, lo hará en los números core", dijo.
La inflación rara vez es tan contagiosa como parece
A excepción de China, el mundo parece haber sufrido un boom inflacionario en los últimos años. Si bien el ritmo de aumento de precios ha sido alto en la mayoría de los países, las razones son muy diferentes.
Las subas de precios desencadenadas por problemas en las cadenas de suministro globales pueden haber sido universales. Pero en Estados Unidos se amplificaron debido al crecimiento extremadamente fuerte de la demanda de los consumidores. El aumento en la demanda siguió a una gran expansión fiscal en 2020 y 2021, cuando las administraciones Trump y Biden entregaron grandes bonos a los hogares para combatir la crisis del Covid-19.
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La fuerte demanda fue mucho menos un problema en Europa y en las economías emergentes. Estas sufrieron mucho más por la invasión rusa de Ucrania. En Europa, la presión provino de los altos precios del gas natural. En los países más pobres, los precios más altos de los alimentos y los costos de la energía provocaron una suba más amplia de los precios.
Paul Donovan, economista jefe de UBS, dijo que en el caso de la deflación china, las presiones de precios también eran propensas a ser "intensamente locales".
Si bien es probable que el precio de las importaciones chinas caiga como resultado de los problemas económicos del país, Donovan señaló que "mucho sucede" en las exportaciones antes de que lleguen a su destino final. "Por lo general, la mayor parte del precio de algo fabricado en China y vendido en EE.UU. se pagará a los trabajadores estadounidenses, en costos de transporte o publicidad, y así sucesivamente", dijo.
La deflación china puede ayudar en Europa
El gran problema de inflación, especialmente en Europa y en las economías emergentes, ha sido el mayor costo de las importaciones, que reduce los estándares de vida y desencadena un proceso en el que las empresas locales intentan defender sus márgenes de ganancia aumentando los precios y los trabajadores luchan por ponerse al día.
Los precios de los productos de fábrica chinos cayeron 4,4% interanual en julio. En menor medida, esto tiene un efecto en el extranjero.
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Los países europeos se beneficiarán de una economía china más débil que coloca menos competencia en el suministro de gas natural al ajustarse para prescindir de los suministros rusos.
Por supuesto, sería incorrecto sugerir que todos los demás se benefician (al menos un poco) de una economía china débil.
China aportó un 40% a las tasas de crecimiento globales en los últimos 10 años, según Dhaval Joshi, estratega jefe de BCA Research. Cualquier problema económico en Beijing afectará la producción mundial.
Pero en este momento, las consecuencias de la deflación china parecen manejables tanto para el país como para el resto del mundo.
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