Brasil está analizando restringir las importaciones de teléfonos celulares chinos, otra de las medidas que está tomando el gigante latinoamericano para proteger su mercado contra lo que asegura son productos extranjeros a precio injusto.

El ministerio de desarrollo, comercio e industria está investigando denuncias de productores de celulares brasileños que aseguran que sus pares chinos están inundando el mercado con aparatos baratos.

“Se están vendiendo a menos de su costo de producción”, señaló en un comunicado Abinee, la asociación brasileña de industrias eléctrica y electrónica. “No podemos competir”.

La iniciativa se conoce después de que la economía más grande de América latina tomó otras medidas para limitar los artículos provenientes de China.

El crecimiento económico brasileño en la última década se debe mayormente a que China importa las principales materias primas de Brasil, incluyendo el complejo sojero, mineral de hierro y otros productos.

Pero la industria brasileña se queja de que se ve inundado de importaciones de productos fabricados en China que son aún más baratos debido a la solidez del real, la moneda de Brasil, contra el dólar.

En una de sus medidas más sólidas, el año pasado Brasil elevó fuertemente el impuesto a los autos importados producidos fuera del Mercosur y México, una iniciativa que llegó después de que los vehículos de fabricación china habían inundado el país.

Según el sitio web de Global Trade Alert, que hace el seguimiento de las medidas antidumping y otras iniciativas de comercio exterior, los socios de China que pertenecen al grupo llamando Bric (Brasil, Rusia e India) se encuentran entre los más agresivos al momento de limitar las importaciones orientales.

En un informe publicado en noviembre, Global Trade Alert señala que Rusia e India se ubican segundo y tercero mientras que Brasil se colocó séptimo detrás de Reino Unido, Alemania y Francia en la lista de naciones que más implementan medidas que afectan intereses comerciales de China. Argentina encabeza la tabla.