La decision de buscar lo que se convirtió en el mayor rescate de la historia del FMI llevó sólo unos minutos.

La pérdida de confianza en el programa de reforma de Argentina había quedado visiblemente demostrada con las dos semanas de corridas contra el peso que se produjo en la primavera del año pasado. Al presidente Mauricio Macri le quedaron pocas opciones. Y se puso en acción un plan de contingencia que hacía mucho debatía.

“Cuando lo alcanzamos, lo habían discutido mucho, para Macri no había problema , dijo un alto funcionario al recordar los acontecimientos de mayo del año pasado. “La decisión tomó cinco minutos en aquel entocnes, Macri estaba bien y muy contento con el acuerdo… después de todo, habían conseguido u$s 50.000 millones .

Quince meses después, el inmenso rescate se convirtió en una cruz a cuestas. Los votantes enojados por la constante recesión le asestaron una hiriente reprimenda el 11 de agosto y le otorgaron la victoria a su rival peronista Alberto Fernandez en las primarias. Esos comicios son consioderados un barómetro confiable de las elecciones de octubre y su resultado aterrorizó a los inversores porque significó un desastre para las chances de reelección de Macri.

Tras días de caos en los mercados despúes de la votación, el gobierno de Macri cedió ante lo inevitable el semana pasada y pidió a los acreedores más tiempo para pagar deuda externa argentina por u$s 101.000 millones, incluyendo dinero del FMI. El domingo se impusieron controles de cambio a las empresas tras perder cerca de u$s 3000 millones en reservas en sólo dos días la semana pasada.

Con el mayor rescate de la historia perdiendo el rumbo, surgen preguntas sobre por qué el FMI, que supervisó 21 programas para Argentina, incluyendo el que terminó con el histórico default, le prestó tanto dinero para apoyar un programa que se desmorona apenas un poco más de año después.

“Es otra macha para el FMI en Argentina , dijo Benjamin Gedan, que lidera Argentina Project en el Wilson Center en Washington. “Quedaron atrapados en la misma euroforia que los inversores. Pensaron que la segunda economía de Sudamérica estaba abrazando el consenso de Washington .

La decisión sobre el futuro del rescate se tomará sin la persona que fue fundamental en su aprobación: Christina Lagarde, que dejó el máximo cargo en el FMI para encabezar el Banco Central Europeo.

Lagarde no tiene remordimientos sobre su rol principal en el programa para Argentina. “Éramos lo único que había , dijo al Financial Times en julio. “No había nadie más en ese momento para invertir en el proceso de recuperación que el gobierno había decido impulsar, y dado el tamaño del desafío, tuvimos que hacerlo a lo grande".

Ahora los inversores y los empresarios querrían que Fernández y Macri trabajaran juntos para calmar los mercados, estabilizar la economía y minimizar la incertidumbre durante la larga transición hasta que asuma el próximo presidente en diciembre. Pero ha habido pocas señales de que amboss candidatos presidenciales estén preparados para hacerlo.
Irónicamente, los expertos concuerdan que si Macri hubiera buscado ayuda del FMI desde el inicio de su gobierno, le habría ido mejor.

“Si Macri hubiera recurrido al FMI desde un principio, probablemente hubiera funcionado , dijo Victor Bulmer-Thomas, profesor de Chatham House en Londres. “El problema es que la historia es tan espantosa que los gobiernos demoran en acudir al FMI hasta que ya es demasiado tarde. Como resultado, el fondo se enfrenta a una situación imposible. Luego prescribe las remedios habituales y no funcionan .


Traducción: Mariana Oriolo