LAS COMPAÑ AS ESTADOUNIDENSES SE BENEFICIAN DE MANERA DESPAREJA

Trump y las grandes empresas festejan la sanción del nuevo régimen tributario

Se prevé que las mineras sean las más beneficiadas, mientras que los servicios públicos y el entretenimiento serán sectores que se verán perjudicados

En los ránkings de ganadores y perdedores que dejan la promulgación de la ley tributaria republicana, las compañías norteamericanas están entre las más favorecidas. Sin embargo, no se benefician de manera pareja: habrá un gran ahorro para algunas, mientras que otras pagarán más.

El paquete impositivo también brinda los mayores beneficios, a empresas y contribuyentes individuales, durante los primeros años pero luego su impacto a largo plazo se reduce. El premio mayor de la reforma tributaria, colocar la economía en un sendero de crecimiento sustancialmente superior, sigue siendo esquivo.

Transcurrirán meses antes de que las implicancias totales de la ley sean evidentes. El texto final de la legislación se publicó recién el viernes a la tarde, por lo que los analistas tuvieron poco tiempo para evaluarlo. Pero los economistas de Penn Wharton Budget Model de la Universidad de Pennsylvania publicaron algunas estimaciones prematuras sobre cómo el paquete podría afectar a las empresas norteamericanas.

La medida que ocupa los titulares de los diarios es la rebaja del impuesto a las sociedades de 35% a 21%. Hay otros cambios que también tendrán un impacto significativo sobre las alícuotas efectivas que pagan las empresas.

Con la deducción inmediata de la inversión en bienes de capital, las empresas norteamericanas podrían ahorrar u$s 32.500 millones en 2018, según el comité tributario del Congreso. Sin embargo, para 2027 el fin de la exención impositiva les costará unos u$s 14.000 millones. En el futuro el Congreso podría siempre elegir hacer que el régimen tributario sea más generoso, pero esas concesiones no pueden darse por hechas.

Juntos, los cambios harán que las compañías estadounidenses disfruten de una pronunciada caída de la alícuota efectiva promedio el año próximo, según el modelo de Penn Wharton. De pagar 21% si no se aprobaba la ley, pasarán a apenas 9%. Sin embargo, para 2027, la alícuota efectiva volvería a subir a 19%.

Las industrias que probablemente sean las mayores beneficiarias, en cuanto al tamaño total del pago de sus impuestos, incluyen minería, hotelería y gastronomía, que pueden usar la desgravación para equipos de corto plazo. Sin el proyecto de ley, la alícuota efectiva promedio para la industria minera estaba calculada en cerca de 16% en 2018. Con la ley promulgada, eso cae a apenas 7%, según el modelo Penn Wharton.

Otro factor clave que crea diferencias en los efectos de la ley es la deuda. Los límites a la deducción de intereses inicialmente tienen "poco impacto" en los tomadores de crédito con grado de inversión, según la evaluadora de riesgos Standard & Poors. Los grupos que entran en la categoría crediticia "basura" y están muy endeudados, verán efectos "de neutrales a negativos", advirtió la agencia.

Las compañías con pagos de intereses altos en relación a sus ganancias en promedio no se verán favorecidas con el paquete impositivo en general, porque el perjuicio que les generan los límites a las deducciones de intereses compensará parte o todo el beneficio proveniente de las alícuotas más bajas y de la exención tributaria para el gasto de capital.

La ley también tendrá efectos muy variados en todos los sectores del mercado de acciones. Barclays estima que las ganancias por acción en 2018 subirán en promedio 6,3%, con los aumentos que van desde 1% para el sector de bienes raíces a 11,9% para el sector de artículos básicos de consumo.

Maneesh Deshpande de Barclays dijo que espera cierto margen "modesto" para que los precios de las acciones suban otro poco, porque los mercados no habían anticipado totalmente los recortes de impuestos. Si bien el proyecto de ley fue aprobado en el Congreso, todavía hay posibilidades de que sea bloqueado, aunque las señales son que está en la recta final.

Para justificar otro salto en las valuaciones, aseguró Deshpande, los inversores tendrían que creer que la economía avanza en un sendero de mayor crecimiento a largo plazo, pero no hay evidencia que lo respalde.

Si las reducciones de impuestos estimulan el gasto de capital, aumentarían las esperanzas de que es posible que se produzca tal mejora estructural en las tasas de crecimiento. Sin embargo, existe un generalizado escepticismo entre los analistas sobre si los directorios decidirán invertir de esa manera los beneficios que les deja la ley.

Howard Silverblatt, analista de S&P Dow Jones Indices, señaló que las compañías quizás se concentren en devolver dinero a los inversores mediante recompras de acciones.

"Las compañías tienen sumas récord de efectivo, y el acceso al capital es barato", dijo. "Si una compañía realmente pudiera invertir en una planta nueva y generar más dinero, ¿por qué no lo hizo antes?.

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