EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS PIDIÓ PÚBLICAMENTE UNA POL TICA MONETARIA M S EXPANSIVA

Trump presiona a la Fed para que cambie su política y baje la tasa

La última exigencia de Donald Trump, que pidió una política monetaria más expansiva, inyectó una mayor presión política a una Reserva Federal que está ansiosa por mostrar que toma las decisiones de manera independiente.

Habiendo subido cuatro veces las tasas de interés el año pasado, el banco central de Estados Unidos enfrenta un debate sobre si la próxima medida tendrá que ser un alza o una baja. La voluntad del presidente de pisotear la independencia de la Fed sólo hará que la próxima decisión se más polémica dado el deseo de los banqueros centrales de demostrar que no están siendo presionados por los políticos.

"Esperar que la próxima medida pueda ser una rebaja no es de locos", dijo Joe Gagnon, ex funcionario de la Fed que ahora trabaja para el Peterson Institute for International Economics.

Después de los temores a una recesión en el mercado de bonos, el optimismo sobre la economía estadounidense se reavivó a fines de las semana pasada, con el crecimiento del empleo en marzo que alcanzó los 200.000 y la desocupación que fue de sólo 3,8%. Los números fueron lo suficientemente sólidos para reforzar el argumento central de la Fed para 2019, año en que principalmente habría un crecimiento económico respetable y tasas de interés sin cambios.

Pero los fundamentos para un recorte de tasas todavía podrían materializarse este año. Si EE.UU. ve señales de una desaceleración seria, es casi seguro que el presidente de la Fed Jay Powell y sus colegas ordenarán un recorte agresivo. Algunos funcionarios podrían empezar a ver argumentos para una baja incluso cuando la economía no caiga de un precipicio.

Michael Feroli de JPMorgan Chase cuestionó los argumentos a favor de recortes de tasas, diciendo que Estados Unidos va camino a un crecimiento económico por encima de la tendencia. Las bajas de 1995, mientras Alan Greenspan presidía la Fed, eran necesarias en respuesta a la política excesivamente restrictiva del año anterior, explicó, y que en 1998 la Fed reaccionó a una crisis del mercado genuina. La situación es diferente hoy. "Tiene que haber una gran decepción a partir de ahora para que haya que recortar las tasas", dijo.

Alan Blinder, ex presidente de la Fed que ahora está en Princeton University, afirmó que como regla general la Fed debe estar preparada para mover preventivamente las tasas en ambas direcciones, pero que actualmente no le queda claro que los riesgos de que los resultados sean peores a los esperados estén eclipsando los riesgos de una mayor inflación.

Si bien los funcionarios de la Fed incluyendo Richard Clarida, el vicepresidente de su directorio, vienen recalcando los peligros globales como las tensiones comerciales, el menor crecimiento y el Brexit, EE.UU. en general demostró ser resistente a los shocks externos. El peligro para la Fed es que cualquier indicio de que empezó a considerar una reducción de la tasa podría generar pánico en los mercados financieros, porque los operadores se preguntarán si el banco ve un pronóstico malo que ellos ignoraron.

Las acusaciones de que Powell cedió a la presión presidencial al suspender la campaña de alzas de tasas de la Fed a principios de este año importunan más el panorama de la política monetaria. Un recorte directo reforzaría los reclamos de que Trump está influyendo en la política del banco central que celosamente guarda su independencia.

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